El ¡®cuervo¡¯ filtra nuevos documentos secretos del Papa
La detenci¨®n del mayordomo de Ratzinger no frena el flujo El diario ¡®La Repubblica¡¯ publica tres nuevas misivas
Hay m¨¢s cuervos en libertad. La detenci¨®n de Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa, no ha resultado suficiente para acabar con la filtraci¨®n a los medios de comunicaci¨®n de la correspondencia privada de Benedicto XVI. M¨¢s bien al contrario. Supuestos compinches de Paoletto amenazan con ir desvelando gota a gota ¡°centenares¡± de cartas que dicen tener en su poder. Y, para demostrar que la cacer¨ªa en el Vaticano no ha hecho m¨¢s que empezar, ahora sit¨²an el foco de la sospecha sobre monse?or George G?enswein, el secretario personal de Joseph Ratzinger.
El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y el citado padre George ser¨ªan, seg¨²n una carta enviada por un supuesto cuervo al diario La Repubblica, ¡°los verdaderos responsables¡±. La fuga de cartas obedecer¨ªa a un siniestro pacto entre ellos. ¡°Del archivo privado de monse?or Georg G?enswein salen continuamente documentos reservados a favor del cardenal Bertone¡±. En consecuencia, el mayordomo ¡ªque contin¨²a detenido e incomunicado en las dependencias de la Santa Sede¡ª solo habr¨ªa jugado el penoso papel de ¡°chivo expiatorio¡±.
Para demostrar que muerto el cuervo no se acab¨® la traici¨®n, el nuevo filtrador hace llegar al peri¨®dico italiano dos misivas entre G?enswein y Bertone y una tercera que tiene como protagonista al movimiento neocatecumenal del espa?ol Kiko Arg¨¹ello.
El 14 de enero de 2012, el cardenal Leo Raymond Burke, m¨¢ximo responsable del Tribunal Supremo de la Santa Sede, le escribe una carta subida de tono al secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, que la lee dos d¨ªas despu¨¦s. Monse?or Burke se muestra indignado porque, sin ¨¦l haber sido consultado, se vaya a aprobar por parte de la Santa Sede una liturgia propia para el Camino Neocatecumenal. ¡°Como cardenal miembro de la Congregaci¨®n para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no puedo dejar de expresar a Vuestra Eminencia el asombro que me ha causado (¡)¡±. Y a?ade que, como fiel conocedor de los gustos lit¨²rgicos de Ratzinger, puede asegurar que la liturgia que se va a aprobar no coincide con la l¨ªnea marcada por Benedicto XVI para ¡°la nueva evangelizaci¨®n¡±. Mal rollo, en suma.
No obstante, la versi¨®n oficial sigue siendo negar la mayor. El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, asegur¨®: ¡°El Papa conoce los problemas de la Iglesia, que son muchos. No se asusta por la situaci¨®n creada con la filtraci¨®n y la publicaci¨®n de documentos reservados¡±. Preguntado por si esperaba ver nuevas cartas sobre el papel de los peri¨®dicos, dijo que no le sorprender¨ªa, y a?adi¨®: ¡°Est¨¢ claro que quien ha recibido esa cantidad de documentos sigue con su estrategia para lograr sus objetivos¡±. ?Qu¨¦ objetivos? Esa pregunta, que seguramente se la habr¨¢n formulado al mayordomo Paoletto por activa y por pasiva en su misterioso cautiverio, sigue sin ser respondida oficialmente.
Durante el fin de semana, el Papa ¡ªacompa?ado por los cardenales protagonistas de la guerra abierta¡ª presidi¨® en Mil¨¢n el VII Encuentro de las Familias, al que, seg¨²n los medios italianos, asistieron m¨¢s de un mill¨®n de personas.
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