El partido de Sarkozy da libertad de voto para apoyar a la ultraderecha
El partido conservador UMP, que pierde tres millones de votos en la primera vuelta, rompe el pacto republicano contra el Frente Nacional en perjuicio de los socialistas
El mapa electoral franc¨¦s camina hacia un radical cambio de color. En solo un mes, el paisaje ha girado del azul de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) al rosa de los socialistas. El domingo, en el primer turno de las legislativas, los franceses confirmaron lo dicho en las presidenciales, y todo indica que el socialista Fran?ois Hollande podr¨¢ gobernar sin pactos ni sobresaltos, con una mayor¨ªa absoluta in¨¦dita desde 1981. La derecha moderada, que el domingo se dej¨® tres millones de votos en su peor resultado desde 1958, va a tratar de limitar los da?os tomando un camino lleno de peligros. La UMP anunci¨® ayer que en la segunda vuelta no har¨¢ frente com¨²n con los socialistas contra los candidatos del Frente Nacional, como es norma desde hace 30 a?os, y dio a sus electores y candidatos libertad para apoyar a la extrema derecha.
La pol¨¦mica que suele agitar la semana entre las dos vueltas de las legislativas es la actitud a tomar ante los aspirantes del Frente Nacional que logran pasar a las batallas finales. Este a?o, bajo el dulce nombre de Agrupaci¨®n Azul Marine, la ultraderecha es el partido que m¨¢s crece, nueve puntos respecto a 2007, y ha colocado a 61 aspirantes en la segunda vuelta, por lo que parece seguro que el clan de los Le Pen volver¨¢ al Parlamento por primera vez desde 1988.
Las proyecciones le dan hasta cuatro diputados, contando con que, hist¨®ricamente, los dos grandes partidos se han aliado contra la extrema derecha creando un cord¨®n sanitario, o Frente Republicano. En las batallas entre tres candidatos, el aspirante menos votado desiste y da su apoyo al otro republicano, mientras en los mano a mano se pide el voto para el que no milita en FN. Esta vez ser¨¢ distinto. Aunque Martine Aubry, primera secretaria del PS, llam¨® a los suyos a apoyar a la derecha moderada en sus duelos con el FN, la UMP, temerosa de que los socialistas engorden una victoria que se prev¨¦ muy amplia, decidi¨® tirar por el camino de en medio sin aliarse ni con el PS ni con el FN. Es lo que se conoce como actitud ni-ni: ni Frente Nacional, ni Frente Republicano.
Jean-Fran?ois Cop¨¦, el l¨ªder interino de la UMP, justific¨® el movimiento, nuevo en unas legislativas, pero estrenado ya en unas cantonales, diciendo que no piensan apoyar a candidatos socialistas para que luego ¡°se al¨ªen con la extrema izquierda¡±, pero no logr¨® evitar la sensaci¨®n de que la droite ha perdido el rumbo tras las dos derrotas del ¨²ltimo mes. Seg¨²n un sondeo de Le Monde, dos de cada tres simpatizantes de la UMP querr¨ªan una alianza con el Frente Nacional. De momento, el partido se ha limitado a equiparar las ideas de los socialistas con las recetas de Le Pen ¡ªislamofobia, populismo y rechazo al euro¡ª, lo cual tampoco es nuevo del todo porque algunas de ellas fueron adoptadas por Sarkozy durante su campa?a.
El PS camina hacia su primera mayor¨ªa absoluta desde 1981
Falta por ver la incidencia de la jugada en el resultado final. El PS est¨¢ en disposici¨®n de dar un vuelco hist¨®rico a la Asamblea Nacional logrando su primera mayor¨ªa absoluta en solitario desde los tiempos de Fran?ois Mitterrand. Las proyecciones indican que puede alcanzar entre 283 y 329 esca?os, sobre los 577 totales. En 1981, el PS ten¨ªa 285 diputados de 491, y en 1988, 275 de 577. Ser¨ªa, por tanto, su mejor resultado de la V Rep¨²blica.
En n¨²mero de votos, la victoria lograda el domingo por el PS es bastante clara: recoge 600.000 sufragios m¨¢s que la UMP: 7,5 millones contra 6,9. Pero solo mirando al pasado se revela la magnitud de la ca¨ªda del centro-derecha: en 2007, la UMP sac¨® 10,2 millones de votos y el PS, 6,4. La UMP y sus socios conquistaron 108 esca?os en la primera vuelta, frente a solo uno de la izquierda. Ahora la izquierda obtiene 26 diputados por la v¨ªa directa y la derecha, 9.
La UMP y sus aliados reculan 11 puntos en cinco a?os, mientras el PS y sus aliados ganan siete. Y el choque directo PS-UMP tumba al partido fundado por Nicolas Sarkozy: hace cinco a?os la UMP logr¨® el 39,5% de los votos, y hoy tiene el 26,6%, 13 puntos menos. Mientras, el PS ¡ªsin sus socios¡ª sube casi cinco: del 24,7% al 29,2%.
La abstenci¨®n r¨¦cord, del 42,7%, y el voto ¨²til por los dos partidos presidencialistas han debilitado el pluralismo: el PS y la UMP concentran con sus sat¨¦lites el 70% de los sufragios, y minimizan as¨ª al Frente de Izquierda y al centrista MoDem. Solo Los Verdes, socios colaterales del PS, mejoran sus datos de 2007, pero a¨²n no se sabe si podr¨¢n llegar a los 15 diputados necesarios para poder formar grupo parlamentario.
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