T¨²nez impone el toque de queda en la capital por la violencia salafista
Cientos de radicales asaltan una exposici¨®n de arte y se enfrentan a la polic¨ªa en la capital
La advertencia del ministro de Interior tunecino, Ali Larayedh, que ha amenazado con usar en ¡°fuego real¡± contra los violentos, no ha servido de mucho. Cientos de islamistas radicales sembraron este lunes el caos y la violencia en varios barrios de T¨²nez, un d¨ªa despu¨¦s de asaltar una exposici¨®n de arte y destrozar algunas de las obras que, seg¨²n la ¨²nica norma que respetan, la shar¨ªa (ley isl¨¢mica), atacaban ¡°la buena conducta¡±. M¨¢s de 80 fueron detenidas. Ante la escalada de la violencia, el Gobierno decret¨® anoche un toque de queda de ocho horas en la capital y las ciudades de Susa, Monastir ¡ªestas dos, puntos neur¨¢lgicos del turismo¡ª, Jendouba y Ben Guerdane.
El pulso no cesa y para atizar el fuego, Ansar el Shar¨ªa, el grupo salafista tunecino m¨¢s radical, ha convocado marchas para el viernes para clamar contra los ¡°ataques al islam¡±. ¡°Las protestas¡±, se?al¨® ayer el ministro Larayedh, ¡°responden a la exposici¨®n de arte, pero quiz¨¢ tambi¨¦n a los recientes comentarios de [Ayman] Al Zawahri¡±. El actual l¨ªder de Al Qaeda ha achacado al actual Gobierno, liderado por los islamistas del partido Ennahda, de salirse de la senda marcada por el islam.
El pen¨²ltimo ¨®rdago lanzado por los salafistas violentos, integristas guiados por el Cor¨¢n y la palabra de Mahoma, empez¨® el domingo por la ma?ana, seg¨²n relata el peri¨®dico Nawaat, cuando dos de estos barbudos y una mujer con niqab (prenda que solo deja al descubierto los ojos) se personaron en el Palacio Abdellia, donde se celebra la feria Primaveras de las Artes, acompa?ados de un funcionario de la justicia. Los tres exigieron a los organizadores la retirada de algunos de los cuadros de la muestra que, seg¨²n su criterio, pecaban de blasfemia.
Ante la negativa de los galeristas y durante la jornada, decenas de salafistas fueron llegando al palacio entre gritos de amenaza a los artistas. A la una de la madrugada consiguieron acceder a la exposici¨®n y la emprendieron con varios cuadros.
De puertas afuera, los radicales extendieron su embestida a La Marsa, barrio costero de la capital donde se ubica el Palacio Abdellia y en el que atacaron una comisar¨ªa; as¨ª como a Sidi Bou Said y Cartago, sedes tambi¨¦n del certamen de arte, adem¨¢s de centros fundamentales del turismo tunecino. Pero no solo. Grupos salafistas armados con artefactos caseros se enfrentaron este lunes a las fuerzas de seguridad en los distritos tunecinos de Sidi Husein y Ettadamen, donde cortaron la v¨ªa con neum¨¢ticos y veh¨ªculos quemados.Es el en¨¦simo desaf¨ªo de los salafistas, que aceleran su ofensiva contra el orden transitorio nacido de la revoluci¨®n. A mediados del mes de mayo, en Sidi Bouzid, los barbudos, poco amigos, entre otras cosas, del alcohol y la m¨²sica, la emprendieron contra bares y licorer¨ªas. Una semana despu¨¦s, el tira y afloja subi¨® un escal¨®n en Jendouba, donde decenas de salafistas atacaron con piedras y c¨®cteles Molotov una comisar¨ªa policial. Otro altercado en Ghardimaou se sald¨® poco despu¨¦s con 15 detenidos.
Fuera de las calles, Hizb Ettahir, partido que podr¨ªa representar los intereses pol¨ªticos de los salafistas, ha vuelto a solicitar su legalizaci¨®n, ya rechazada en 2011. En una charla en marzo con periodistas, el consejero de la Presidencia Samir Ben Amor adelant¨® que la petici¨®n ser¨ªa rechazada. No encaja, por el momento, en un escenario que al menos ha sorteado la introducci¨®n de la shar¨ªa en el pre¨¢mbulo de la Carta Magna sellado la pasada semana por la Asamblea Constituyente tras tres meses de pol¨¦micas discusiones.
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