Gobierno y polic¨ªas logran un acuerdo salarial que pone fin al mot¨ªn en Bolivia
El Gobierno hab¨ªa acusado a los agentes de ser parte de una conspiraci¨®n golpista Los polic¨ªas han machacado a Morales desde el exterior de la sede de Gobierno seis d¨ªas
El alivio ciudadano ante la conclusi¨®n del mot¨ªn policial, por un acuerdo la madrugada del mi¨¦rcoles, ha durado lo que dura un respiro. La tensi¨®n ha vuelto a las calles de La Paz despu¨¦s de que se encontraran ah¨ª miles de campesinos afines al Gobierno y manifestantes ind¨ªgenas que desde hace 60 d¨ªas piden respeto para sus territorios.
La Polic¨ªa ha abandonado el mot¨ªn que hab¨ªa mantenido por seis d¨ªas y ha reanudado sus actividades en todo el pa¨ªs tras un acuerdo suscrito con el Gobierno, fruto de largas negociaciones en las fr¨ªas madrugadas del invierno altipl¨¢nico, que establece un aumento de 10 euros al salario b¨¢sico pero con mayores beneficios sociales. Una comisi¨®n jur¨ªdica ha sido encargada de revisar la ley de R¨¦gimen Disciplinario ahora en suspenso y el Gobierno ha aceptado que no va a procesar a los autores de los actos vand¨¢licos durante las protestas.
El cansancio de los amotinados, la indefensi¨®n ciudadana y la convergencia en las calles de la sede de gobierno de corrientes contrapuestas de ind¨ªgenas y campesinos han apurado el convenio. ¡°El acuerdo se lo hizo pensando en el pueblo de Bolivia. Ya era hora pues la poblaci¨®n estaba desprovista de servicios de seguridad¡±, ha declarado la suboficial Esther Corz¨®n, una de las delegadas que ha firmado el acuerdo de 10 cl¨¢usulas.
Ha pesado tambi¨¦n en el ¨¢nimo de los efectivos policiales las acusaciones gubernamentales en su contra por una presunta relaci¨®n con un movimiento subversivo, que las autoridades demuestran ahora con la exhibici¨®n de pruebas de la conspiraci¨®n.
Los efectivos policiales tienen ante s¨ª un reto: c¨®mo mantener el orden y la seguridad en esta coyuntura con la autoridad moral algo disminuida por el vandalismo policial de los primeros d¨ªas de su amotinamiento.
Desde la ciudad dormitorio de El Alto, a 14 kil¨®metros del centro, centenares de seguidores afines al Gobierno se han volcado a las calles para defender el proceso de cambio y pedir que se construya una carretera por el Territorio Ind¨ªgena del Parque Nacional Isiboro S¨¦cure (TIPNIS).
Del otro extremo de la ciudad, tambi¨¦n desde las alturas de la cordillera andina, se ha hecho presente la columna ind¨ªgena de tierras bajas y altas. Ateridos por el fr¨ªo del invierno altipl¨¢nico, afectados por la altura y el agotamiento de una caminata de unos 700 kil¨®metros, los caminantes ¨Chombres, mujeres, ni?os- quieren asegurarse de que se respetar¨¢ la ley de Evo Morales que proh¨ªbe la construcci¨®n de carreteras por el TIPNIS.
El vicepresidente ?lvaro Garc¨ªa Linera ha anunciado que el Gobierno ha desbaratado la conspiraci¨®n atribuida a los partidos de oposici¨®n y a una derecha pol¨ªtica, que ha sido duramente calificada, merced a la acci¨®n de los movimientos sociales.
Las denuncias oficiales sobre la conspiraci¨®n se?alaban la existencia de un ¡°plan TIPNIS¡±, que iba a ampararse en la llegada de la columna de marchistas de tierras bajas a la sede de Gobierno y el mot¨ªn policial.
¡°Hemos visto a pol¨ªticos de derecha infiltrados, marchando junto con los polic¨ªas y siento que los est¨¢n usando, confundiendo a nuestra Polic¨ªa, para conspirar contra la democracia, contra el pueblo boliviano¡±, ha afirmado el presidente Evo Morales ante una multitudinaria concentraci¨®n de campesinos aimaras y quechuas que se encuentran en La Paz, a prop¨®sito de los 33 a?os de vida de la Confederaci¨®n Sindical de Campesinos de Bolivia, para defender al Gobierno.
¡°Estoy seguro de que estas confederaciones seguir¨¢n derrotando cualquier intento de golpe de Estado¡± ha declarado ante la multitud desde una testera en la que estaban presentes ocho de los nueve gobernadores de las provincias bolivianas. ¡°Todos somos parte de la democracia y la mayor¨ªa somos parte de este proceso de cambio o el proceso revolucionario, por tanto tenemos la obligaci¨®n de defender este proceso".
Las autoridades de las comunidades del altiplano han expresado, con pronunciamientos escritos, su pleno apoyo al presidente Morales y consideran que su presencia en La Paz, junto a otras federaciones de colonizadores, de mujeres campesinas y juntas vecinales, es muy importante para hacer respetar el proceso de cambio y el r¨¦gimen democr¨¢tico. Otros sectores como los mineros, los petroleros y del peque?o comercio tambi¨¦n dan su pleno respaldo al presidente.
Los l¨ªderes ind¨ªgenas han anunciado que van a evitar de todas las formas posibles cualquier roce con los movimientos sociales mientras dure su estancia pac¨ªfica en La Paz, que depende de que el presidente Morales fije una fecha para reunirse con ellos.
El ministro de la Presidencia, Juan Ram¨®n Quintana, ha adelantado que el Gobernante, de ra¨ªces aimaras, ¡°no va a dar la bienvenida a la marcha ind¨ªgena; no est¨¢ prevista en su agenda¡±. Morales y su gabinete preparan su participaci¨®n en la reuni¨®n presidencial del Mercado Com¨²n del Sur, en Argentina, a prop¨®sito de la destituci¨®n congresal del presidente paraguayo.
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