Monti amenaz¨® con dimitir para forzar a Merkel
Italia, Espa?a y Francia forzaron el acuerdo que logr¨® las medidas de urgencia
Y entonces sucede el hecho: Italia y Espa?a bloquean la supercumbre del euro durante unas horas ante la falta de medidas urgentes para tranquilizar a los mercados y empieza una discusi¨®n subida de tono, con alg¨²n que otro contrapunto dram¨¢tico, y un director de escena que no es ni la dama de hierro europea, la canciller Angela Merkel, ni la nueva figura de la escena pol¨ªtica continental, el franc¨¦s Fran?ois Hollande, ni espa?ol Mariano Rajoy ni mucho menos los l¨ªderes comunitarios. ¡°Aquello fue un completo show de Mario Monti¡±, explica en los aleda?os del Consejo Europeo un diplom¨¢tico de un pa¨ªs mediterr¨¢neo. ¡°Monti amenaz¨® con algo m¨¢s. ¡®Voy a dimitir¡¯, lleg¨® a decir en un momento de la noche. Hubo algo de chantaje, algo de farol. Como casi siempre, la cumbre fue menos dram¨¢tica de lo que ha trascendido, pero s¨ª hubo momentos de tensi¨®n¡±, afirma un dirigente comunitario del m¨¢s alto nivel. Con Monti en el papel de director de orquesta, Europa dio ayer un paso al frente. Empez¨® a redise?ar el edificio institucional del euro en el largo plazo, con medidas para el crecimiento (algo timoratas para la gravedad de la recesi¨®n en el Sur), con una hoja de ruta repleta de grandes palabras (uni¨®n bancaria, uni¨®n fiscal, uni¨®n pol¨ªtica), pero tambi¨¦n, al final, con medidas urgentes ante la endiablada situaci¨®n en los mercados, que desde hace semanas se empe?an en pasearse al borde del accidente financiero en Madrid y Roma por hacer del euro el epicentro de una crisis existencial.
En torno a las tres de la madrugada la situaci¨®n se desatasc¨® en una reuni¨®n bilateral entre Monti y Merkel, seg¨²n las fuentes consultadas. Antes, los socios europeos hab¨ªan venido fraguando un acuerdo en el G-20 de Los Cabos (M¨¦xico), y despu¨¦s en sendas reuniones en Roma y Par¨ªs, en las que se ten¨ªan ya pr¨¢cticamente perfiladas las medidas. Al llegar a Bruselas y arrancar la cumbre, sin embargo, ¡°todo aquello se hab¨ªa convertido en papel mojado¡±, apuntaron fuentes de la Moncloa. Ya desde la foto de familia, Monti y Rajoy decidieron poner pie en pared y bloquear el pacto para estimular el crecimiento de 120.000 millones de euros. Hablaron con Hollande (el padre de esa idea, que pasa por contrarrestar el dogmatismo alem¨¢n de la austeridad a rajatabla) y consiguieron el aval de Francia. ¡°A partir de ah¨ª se desarroll¨® ese pulso entre Espa?a e Italia, con la ayuda de Francia, y Alemania, que cont¨® con el apoyo de Finlandia y un cierto aliento de Holanda¡±, seg¨²n un diplom¨¢tico europeo. Para la citada alta fuente europea, ¡°al final no hubo grandes sorpresas y se acord¨® lo que se hab¨ªa venido hablando sobre recapitalizaci¨®n directa de la banca y la flexibilizaci¨®n de los fondos de rescate para la compra de bonos con condiciones. En todo caso, la campanada puede ser lo clara que queda la situaci¨®n para la banca espa?ola e irlandesa, pero en el caso de la compra de bonos no se va tan lejos como quer¨ªa Monti: habr¨¢ condiciones y el control de la Comisi¨®n y el BCE para quienes pidan esa medida¡±.
El acuerdo fue recibido forma muy positiva por los mercados. Las Bolsas subieron con fuerza: el mercado espa?ol escal¨® un 5,7%, y los tipos de inter¨¦s de la deuda bajaron notablemente, hasta el 6,3% en el caso del bono a 10 a?os. La buena noticia es que la prima de riesgo (el mejor term¨®metro acerca del nerviosismo de los mercados con Espa?a) baj¨® ayer 70 puntos de una tacada, a niveles de hace una semana. La mala noticia es exactamente esa: se trata de los mismos niveles de hace una semana, y siguen siendo insostenibles. Al cabo, el acuerdo se basa en la habitual f¨®rmula de compromiso europea y est¨¢ plagado de condiciones difusas, que en muchos casos solo se concretar¨¢n m¨¢s adelante. No es la primera vez que un acuerdo se recibe con alegr¨ªa inicialmente y con creciente escepticismo a medida que pasan los d¨ªas y los mercados descubren sus debilidades. ¡°No puede minimizarse el hecho de que Europa ha dado pasos clave tanto a corto como a largo plazo. Hab¨ªa un test clave en los mercados. Pero la tensi¨®n no ha desaparecido: la reuni¨®n del BCE de la semana pr¨®xima y las condiciones de la ayuda financiera a Espa?a, el 9 de julio, ser¨¢n tambi¨¦n ex¨¢menes finales¡±, indicaron fuentes comunitarias.
La buena noticia es que la prima de riesgo baj¨® 70 puntos, la mala es que se trata de los mismos niveles de hace una semana
Al margen de los n¨²meros de la cumbre, ayer se vio a un Mariano Rajoy extremadamente cansado ante la prensa, acertado al evitar el triunfalismo pero incapaz de dar un mensaje ilusionante. A una Merkel enrocada que asegura que nada ha cambiado y rechaza la idea de que Alemania est¨¦ aislada y haya salido perdiendo en Bruselas. Pero tal vez fue Hollande quien mejor resumi¨® el esp¨ªritu de la cita al ser preguntado por ganadores y perdedores. "?Ha perdido Alemania? Hemos alcanzado un compromiso y una nueva din¨¢mica. Madame Merkel ha participado en esa b¨²squeda y en la voluntad de avanzar. Ahora Merkel puede ir a su Parlamento y decir: ¡®No he tocado los textos, no he ido m¨¢s all¨¢ de mi mandato, nos hemos comprometido a movilizar las herramientas que tenemos para garantizar la estabilidad¡¯. Y yo puedo decir que he respetado mis compromisos". As¨ª es Europa: todo el mundo se da por ganador, no hay perdedores claros sino soluciones de compromiso, peque?os pasos, a menudo patadas a seguir, es de esperar que esta vez algo m¨¢s para que la crisis empieza a doblar la esquina.
Rajoy, Merkel y Hollande se marcharon a casa con los tradicionales mensajes destinados al consumo interno. Monti es otra cosa. Sin ser pol¨ªtico, en los ¨²ltimos tiempos se ha mostrado como el m¨¢s h¨¢bil de todos ellos. A mediados de semana utiliz¨® la cumbre para pedir a los partidos pol¨ªticos que le aprobaran la controvertida reforma laboral. Ese ser¨ªa, seg¨²n les dijo, su aval ante Bruselas, su demostraci¨®n de que Italia estaba entre los "pa¨ªses virtuosos". Y, ahora, el acuerdo logrado en la l¨ªnea de sus aspiraciones ¨Camenazando precisamente con una crisis pol¨ªtica en Roma¡ª le permite volver a Italia investido de una autoridad a?adida. Lo curioso, adem¨¢s, es que tanto en Roma como en Bruselas, Mario Monti --el tan elegante y mesurado profesor Monti-- ha vuelto a utilizar un arma que ya hab¨ªa ense?ado en los primeros compases de su gobierno t¨¦cnico: el farol de la dimisi¨®n.
Con informaci¨®n de Pablo Ordaz, Miguel Gonz¨¢lez y Miguel Mora
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