Espa?a e Italia abordan el problema diplom¨¢tico de la final de la Eurocopa

?Pueden los dirigentes pol¨ªticos de Espa?a e Italia presenciar la final del campeonato de Europa de F¨²tbol el domingo en Kiev, y resolver al mismo tiempo la doble tarea de esquivar al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, e indicar que no olvidan a la encarcelada ex jefa de Gobierno de Ucrania, Yulia Timoshenko?

Este es el encaje de bolillos que las diplomacias de Roma y de Madrid abordan al m¨¢s alto nivel, en v¨ªspera del partido que jugar¨¢n las selecciones de los dos pa¨ªses en la capital ucraniana. Los jefes de gobierno, Mario Monti y Mariano Rajoy, asistir¨¢n a esa final y tambi¨¦n lo har¨¢ el pr¨ªncipe Don Felipe.

Lukashenko, que acepta con risas el calificativo de ¡°el ¨²ltimo dictador de Europa¡±, lleva en el poder desde 1994 y es ¡°persona non grata¡± en la UE, entre otras cosas, por la represi¨®n ejercida sobre sus rivales en las elecciones de diciembre de 2010 y por haber firmado las penas de muerte impuestas a dos condenados en un proceso plagado de irregularidades, que los declar¨® culpables de un sangriento atentado contra el metro de Minsk en 2011.

El l¨ªder bielorruso, que suele viajar acompa?ado de su hijo menor, Kolia, de siete a?os, ha visitado recientemente Venezuela y all¨ª ha indicado a Hugo Ch¨¢vez, seg¨²n el peri¨®dico Independent, que el ni?o puede ser su sucesor al frente del Estado ¡°dentro de 20 ¨® 25 a?os¡±. Kolia, un ni?o consentido producto de la relaci¨®n de Lukshenkco con la que fuera su m¨¦dico personal, lleva pistola al cinto y gusta de vestirse con uniforme militar. La madre de Kolia no aparece nunca en p¨²blico.

Las autoridades ucranianas han invitado a Lukashenko, al igual que a todos los jefes de Estado de la Comunidad de Estados Independientes (CEI o pa¨ªses ex sovi¨¦ticos), seg¨²n manifest¨® a esta corresponsal una fuente del ministerio de Exteriores de Ucrania, que dijo desconocer si Lukashenko iba a llevar consigo a su hijo. ¡°Ucrania ha invitado a los presidentes de la CEI, pero su colocaci¨®n en la tribuna de autoridades corresponde a la UEFA¡±, se?al¨® la fuente. ¡°La tribuna de autoridades tiene una cincuentena de asientos, y en primera fila se sentar¨¢n los organizadores del campeonato, el presidente de Polonia, Bronislav Komorovski, y el de Ucrania, V¨ªctor Yanuk¨®vich, y junto a ellos los dirigentes de Espa?a e Italia, en tanto que representantes de los pa¨ªses finalistas. El resto de los invitados se distribuir¨¢n en el resto de la tribuna¡±.

Si Lukashenko acude con su hijo, ¡°corresponde a la UEFA resolverlo¡±, se?al¨® la fuente, seg¨²n la cual ¡°la UEFA no permite la entrada de ni?os en la tribuna¡±. Entre los jefes de Estado de la CEI que han anunciado su presencia en la final est¨¢n los presidentes de Georgia, de Tajikist¨¢n y de Armenia y de Azerbaiy¨¢n, se?alaron las fuentes.

En Bielorrusia, medios pr¨®ximos a la administraci¨®n presidencial confirmaron a esta periodista que Lukashenko hab¨ªa sido efectivamente invitado por el presidente de Ucrania, pero dijeron desconocer si la visita estaba de hecho en los planes del presidente. ¡°En todo caso¡±, se?alaron, ¡°ser¨ªa un viaje privado y no oficial¡±.

Grupos de derechos humanos manifestaron el viernes en Kiev su oposici¨®n a la visita de Lukashenko. Antes de que esta circunstancia comenzara a ser barajada, el problema principal de los asistentes occidentales a la Eurocopa era c¨®mo mostrar su desacuerdo y protesta por las irregularidades cometidas en el juicio contra la ex primera ministra Yulia Timoshenko, que cumple una condena de siete a?os en Jarkiv por haber firmado en 2009 unos contratos de gas con Rusia considerados muy desventajosos para Ucrania por sus actuales autoridades.

Roma y Madrid estudiaban el s¨¢bado la forma de indicar su discrepancia con la justicia ucraniana mediante alg¨²n gesto suficientemente claro, pero que no sea ofensivo para la poblaci¨®n del pa¨ªs y que, sobre todo, no aleje a las autoridades ucranianas de Europa en beneficio de Rusia. ¡°A Ucrania no le conviene nada la presencia de Lukashenko. Por si no ten¨ªan bastante con el caso de Timoshenko, invitar ahora a Lukashenko es como pegarse ahora un tiro en los pies¡±, se?al¨® un observador en Kiev.