David Cameron leva anclas en Europa

David Cameron ha abierto la caja de Pandora. El primer ministro brit¨¢nico se ha declarado por primera vez dispuesto a convocar un refer¨¦ndum sobre la pertenencia de Reino Unido a Europa en un art¨ªculo publicado en el dominical The Sunday Telegraph. Su cambio de postura refleja su debilidad pol¨ªtica debido al retorno de la econom¨ªa brit¨¢nica a la recesi¨®n y tambi¨¦n la creciente amenaza que el sector euroesc¨¦ptico del Partido Conservador supone para su liderazgo.

Pero es, sobre todo, consecuencia de la desorientaci¨®n de los brit¨¢nicos ante la crisis del euro: necesitan que el euro sobreviva y aceptan que eso exige que la zona euro acelere su integraci¨®n pol¨ªtica y fiscal, pero al mismo tiempo reniegan de esa integraci¨®n porque ellos no quieren estar dentro y se reducir¨ªa su influencia precisamente porque est¨¢n fuera.

Cameron no deja claro ni cu¨¢ndo convocar¨ªa ese refer¨¦ndum ni qu¨¦ opciones tendr¨ªan los votantes. El primer ministro siempre ha pensado que ser¨ªa un error proponer a los brit¨¢nicos que decidan entre seguir en la UE o abandonarla, y lo m¨¢s probable es que busque f¨®rmulas como la de seguir en la UE y mantener el v¨ªnculo econ¨®mico pero distanci¨¢ndose de la integraci¨®n pol¨ªtica. Es decir, repatriando parte de la soberan¨ªa cedida a Bruselas.

El jefe del Foreign Office, William Hague, una de las voces m¨¢s marcadamente euroesc¨¦pticas del Gobierno de Cameron, ha apoyado en declaraciones al programa dominical de la BBC Andrew Marr Show la posici¨®n del primer ministro. Hague ha dado a entender que el refer¨¦ndum, en caso de celebrarse, no ser¨ªa convocado hasta la pr¨®xima legislatura. ¡°Ahora no es el momento¡±, ha dicho, porque primero hay qu¨¦ ver c¨®mo evoluciona la UE y c¨®mo se concreta esa mayor integraci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica que los pa¨ªses de la zona euro creen que hay que llevar a cabo para salvar la moneda europea, de la que la libra esterlina no forma parte.

¡°Si cambia en ese sentido, y una vez que sepamos si podemos tener una mejor relaci¨®n con Europa, entonces ser¨¢ el momento de plantear el asunto en un refer¨¦ndum o, si hay una clara divisi¨®n entre los partidos pol¨ªticos, decidirlo en unas elecciones generales¡±, ha explicado Hague.

En The Sunday Telegraph, David Cameron alude tambi¨¦n a las inc¨®gnitas que rodean en este momento a la UE, y se pregunta tambi¨¦n si habr¨¢ que convocar un refer¨¦ndum o decidir el asunto en las urnas: ¡°?C¨®mo vamos a conseguir que el pueblo brit¨¢nico est¨¦ con nosotros en este viaje tan complicado? ?C¨®mo podemos evitar el camino equivocado de aceptar d¨®cilmente el statu quo o renunciando a todo y prepar¨¢ndonos para la salida?¡±.

¡°A medida que nos acercamos a ese momento, tenemos que tener en cuenta qu¨¦ es lo mejor para conseguir el pleno apoyo del pueblo, lo mismo si es en unas elecciones generales o en un refer¨¦ndum. Como he dicho, para m¨ª las palabras Europa y refer¨¦ndum pueden ir de la mano, sobre todo si realmente estamos proponiendo c¨®mo ha de ser gobernado nuestro pa¨ªs, pero primero ofrezcamos a la gente una verdadera alternativa a elegir¡±, concluye.

Aunque su cambio de posici¨®n ¡ªel viernes pasado a¨²n dio a entender que no convocar¨¢ ning¨²n refer¨¦ndum¡ª obedece tambi¨¦n a cuestiones de pol¨ªtica dom¨¦stica, el debate mismo refleja la confusi¨®n con la que los euroesc¨¦pticos viven la crisis del euro.

Mientras los m¨¢s radicales quieren aprovecharla para forzar la salida de Reino Unido, los m¨¢s pragm¨¢ticos buscan mantener el v¨ªnculo europeo pero reducir el actual grado de integraci¨®n, am¨¦n de su negativa a ceder m¨¢s soberan¨ªa. El problema es que hasta Cameron, que admite que la supervivencia del euro es vital para los intereses brit¨¢nicos, ha insistido muchas veces en que solo se puede salvar con una mayor integraci¨®n fiscal en la zona euro. Y eso solo puede llevar a una mayor integraci¨®n pol¨ªtica tambi¨¦n.

Pero esa mayor integraci¨®n en la zona euro afectar¨ªa tambi¨¦n a los pa¨ªses que est¨¢n fuera. Sobre todo, porque la zona euro, constituida en n¨²cleo duro de la UE, va a tener cada vez m¨¢s influencia en la toma de decisiones que afectar¨¢n a toda la uni¨®n. Especialmente en cuestiones del mercado interior, que tanto interesan a los brit¨¢nicos y que se toman por mayor¨ªa cualificada, por lo que Londres no puede ejercer el veto como har¨ªa en ¨¢reas tambi¨¦n sensibles pero que se deciden por unanimidad, como la pol¨ªtica exterior, la defensa o la fiscalidad.

Un ejemplo de lo complicado que es el futuro es el proyecto de uni¨®n bancaria en la zona euro. Cameron ha conseguido dejar formalmente a la City fuera de esa uni¨®n, pero es inevitable que las decisiones que se vayan tomando sobre la banca de la zona euro acaben impactando en la City.

Frente a la alternativa de mayor integraci¨®n o p¨¦rdida de influencia, el euroescepticismo m¨¢s radical airea su tercera v¨ªa: irse de la UE. Eso ser¨ªa seguramente una cat¨¢strofe para los brit¨¢nicos desde el punto de vista de p¨¦rdida de influencia global. Y la mayor¨ªa de expertos coinciden en que hoy ser¨ªa inviable para Reino Unido salir de la UE para integrarse en el Espacio Econ¨®mico Europeo junto a Noruega, Liechtenstein o Islandia, o negociar un acuerdo bilateral con la UE como tiene Suiza, o integrarse en una zona de libre comercio con EE UU.

Los m¨¢s radicales sue?an con irse de la UE y orientar la econom¨ªa hacia los pa¨ªses emergentes para no depender de Europa. El problema es que primero tendr¨ªan que hacer esa reorientaci¨®n y luego decir adi¨®s a Europa.