Las v¨ªctimas describen la limpieza ¨¦tnica en plena Europa en el juicio contra Mladic
El exgeneral est¨¢ acusado del genocidio de Srebrenica y de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad "Un soldado serbio nos dijo que ya no quedaba nada en nuestro pueblo. Que nos fu¨¦ramos a Turqu¨ªa"
Los detalles de la limpieza ¨¦tnica de la que se acusa a Ratko Mladic, que responde del genocidio de Srebrenica ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), han llenado este lunes la sala que juzga al exgeneral serbobosnio. Elvedin Pasic, un bosnio musulm¨¢n de 34 a?os, primer testigo de la acusaci¨®n, ha recordado en un ingl¨¦s de acento americano la p¨¦rdida de la inocencia que supuso la militarizaci¨®n de su regi¨®n poco antes del estallido de la guerra. Separado de su familia, sobrevivi¨® a una ejecuci¨®n de 150 civiles a manos de soldados serbios en noviembre de 1992. Ten¨ªa entonces 14 a?os.
Natural de Hrvacani, el pueblo de Pasic era musulm¨¢n ¡°al cien por cien¡±, ha dicho, aunque estaba rodeado por otros con mezcla ¨¦tnica, ya fuera serbia o croata. ¡°Mis amigos de la escuela, en el pueblo cercano de Vrbanjci, eran de diversas comunidades y jug¨¢bamos juntos. Compart¨ªamos nuestros equipos de deporte y celebr¨¢bamos juntos diversas festividades. Lo pas¨¢bamos muy bien. No hab¨ªa animosidad¡±.
La fiscal¨ªa espera contar con 400 testigos, 140 de los cuales est¨¢n dispuestos a comparecer en persona
Un d¨ªa, llegaron tanques y convoyes militares, y poco despu¨¦s, sin previo aviso, empezaron los bombardeos. ¡°Era surrealista. Las bombas [del Ej¨¦rcito serbobosnio comandado por Mladic] ca¨ªan sobre las casas, y mi madre nos dijo que nos tap¨¢ramos la cabeza¡±. Con l¨¢grimas en los ojos y la voz temblorosa, ha descrito la huida de su casa saltando por una ventana bajo una lluvia de bombas. ¡°Mam¨¢ nos dijo a m¨ª y a mis hermanos que la obedeci¨¦ramos y que evit¨¢ramos exponernos a las balas en la calle. Pero luego ten¨ªamos que cruzar un prado y segu¨ªan disparando¡±, ha dicho. Los cinco ancianos que se quedaron en el pueblo perecieron.
Tras la fuga, la familia de Pasic fue rechazada en otras localidades por miedo a las represalias de los soldados serbobosnios. ¡°Acabamos en un pueblo del lado de la frontera croata. All¨ª nos recibieron bien. Reencontramos a mi padre y hermano y estuvimos un mes porque los croatas nos dieron una casa. Pero un d¨ªa, la gente empez¨® a recoger sus enseres y a marcharse. Nos dijeron que el pueblo se rendir¨ªa a los soldados y regresamos a nuestra casa, en Hrvacani. Por el camino, un soldado serbio nos dijo que ya no quedaba nada. Que nos fu¨¦ramos a Turqu¨ªa, porque est¨¢bamos en Serbia¡±.
Vestido de gris, Mladic ha escuchado con atenci¨®n sus palabras. En algunos momentos asent¨ªa, sujetando sus gafas de lectura. Antes de que Pasic tomara la palabra, el presidente de la sala, Alphon Orie, ha recordado que no deben repetirse testimonios ya presentados ante otros juicios del propio TPIY. Se trata de no perder tiempo y de que los testigos aporten nuevos datos con sus relatos. El juicio contra Mladic suma ya dos retrasos por sendos errores de la fiscal¨ªa, que no remiti¨® a tiempo a la defensa unos 7.000 documentos.
El segundo testigo previsto es David Harland, asesor pol¨ªtico de UNPROFOR, la Fuerza de Protecci¨®n de Naciones Unidas desplegada en Croacia y Bosnia-Herzegovina. ?l vivi¨® el sitio de Sarajevo, el peor de la historia moderna, con 12.000 muertos por disparos de soldados serbobosnios. Seg¨²n los fiscales, mostrar¨¢ el plan de Mladic ¡ªy de su jefe pol¨ªtico, el antiguo l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic¡ª de dar primac¨ªa a los serbios. Ambas declaraciones ilustran los cargos de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad contra Mladic.
Despu¨¦s llegar¨¢ el genocidio de Srebrenica, el delito m¨¢s grave imputado al excomandante en jefe de las tropas serbobosnias. En la ciudad bosnia fueron asesinados cerca de 8.000 varones musulmanes, y testificar¨¢ Joseph Kingori. Este observador militar de la ONU, aportar¨¢ informaci¨®n sobre el bombardeo de la ciudad bosnia donde se refugiaron miles de civiles musulmanes en 1995. Luego hablar¨¢ de la posterior separaci¨®n de los hombres y las mujeres y ni?os. El soldado holand¨¦s Eelco Koster, miembro del batall¨®n de cascos azules de su pa¨ªs destinado a proteger Srebrenica, est¨¢ asimismo citado. Junto con un compa?ero, descubri¨® en un r¨ªo cercano nueve cad¨¢veres de civiles tiroteados por la espalda.
Mladic niega todos los cargos y asegura que los autores fueron sus hombres, que actuaron por cuenta propia. Para evitar retrasos, la fiscal¨ªa pidi¨® al TPIY que le dejara dividir la causa en dos partes: una por Srebrenica y la otra para Sarajevo. Los jueces rechazaron la solicitud y habr¨¢ un solo proceso. El pasado junio, tambi¨¦n fue suprimido uno de los cargos de genocidio incluido en la acusaci¨®n. Se refer¨ªa a los cr¨ªmenes cometidos por los soldados de Mladic, entre mayo y diciembre de 1992, en varios municipios de Bosnia. La sala decidi¨® que no hab¨ªa pruebas suficientes. Con Srebrenica no tienen esas dudas. En total, la fiscal¨ªa espera contar con 400 testigos, 140 de los cuales est¨¢n dispuestos a acudir en persona.
Tras el susto sufrido con los fallos de los acusadores, las Madres de Srebrenica acudir¨¢n de nuevo a La Haya, sede del TPIY, para escuchar a los testigos. Mladic huy¨® de la justicia internacional durante 16 a?os. Al final, fue arrestado en mayo de 2011 en Lazarevo, a 100 kil¨®metros de Belgrado, capital serbia. Muchas de las Madres buscan todav¨ªa los cad¨¢veres de sus hombres para darles sepultura.
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