La ¡®mili¡¯ de los ultrarreligiosos pone al borde de la ruptura al gobierno israel¨ª
Shaul Mofaz, l¨ªder del partido liberal Kadima, amenaza con romper la coalici¨®n de Gobierno si los religiosos no son alistados
El Gobierno israel¨ª amenaza con romperse. Las negociaciones de una nueva ley, que debe regular qui¨¦n est¨¢ obligado a ir al Ej¨¦rcito y qui¨¦n no, han desatado una tormenta pol¨ªtica, que mantiene al Ejecutivo de coalici¨®n pendiente de un hilo. Kadima, el partido de centro-derecha que se subi¨® al carro gubernamental con la promesa de que conseguir¨ªa obligar a los ultrarreligiosos a alistarse en el Ej¨¦rcito, teme ahora defraudar a sus votantes. El diario Haaretz, que cita a fuentes de varios partidos, publica que Shaul Mofaz, el l¨ªder de Kadima y viceprimer ministro israel¨ª, estar¨ªa dispuesto a dejar el Gobierno del derechista Benjam¨ªn Netanyahu, antes de incumplir su promesa y perder la escasa popularidad que le queda.
Mofaz ha dicho que si la nueva ley no est¨¢ sobre la mesa el pr¨®ximo domingo, se pasar¨¢ a la oposici¨®n. La ley en cuesti¨®n debe ampliar el servicio militar obligatorio para los estudiantes de las escuelas talm¨²dicas y debe tambi¨¦n regular si los palestinos con pasaporte israel¨ª hacen alg¨²n tipo de servicio social sustitutorio. El tribunal constitucional que declar¨® ilegal la anterior ley por considerarla discriminatoria, ha dictado que el 1 de agosto es la fecha l¨ªmite para aprobar un nuevo texto legislativo.
La composici¨®n del Ej¨¦rcito es una cuesti¨®n crucial en Israel, donde las fuerzas armadas forman la columna vertebral de un pa¨ªs, que dice estar en guerra permanente y que mantiene una ocupaci¨®n militar sobre los palestinos desde hace 45 a?os. El servicio militar es obligatorio ¡ªtres a?os para los hombres y dos para las mujeres¡ª y una vez terminado, los israel¨ªes pasan a la reserva hasta bien entrados los 40.
Desde 1948, fecha de la creaci¨®n el Estado de Israel, los haredim ¡ªtemerosos de dios¡ª que dedican su vida al estudio de los textos b¨ªblicos, est¨¢n exentos de hacer la mili. David Ben Guri¨®n, padre fundador de Israel, concedi¨® este privilegio a los cerca de 400 estudiantes ultrarreligiosos de aquellos d¨ªas. Desde entonces, el crecimiento de los haredim, que tienen una media de casi siete hijos, se ha disparado. Hoy rondan el 11% de la poblaci¨®n israel¨ª. La inmensa mayor¨ªa no va al Ej¨¦rcito y tampoco trabaja, al tiempo que disfrutan de importantes subsidios estatales. Los sectores laicos de la poblaci¨®n exigen con creciente fuerza el fin de las prerrogativas a los religiosos, que junto con los palestinos-israel¨ªes suman un tercio de la poblaci¨®n del pa¨ªs.
Los haredim, socios tambi¨¦n del actual Gobierno, han amenazado con tomar las calles si les obligan a hacer la mili. Ellos se consideran a s¨ª mismos un Ej¨¦rcito de estudiantes, cuyas oraciones estiman cruciales para la supervivencia del pa¨ªs. En el bando contrario, 20.000 israel¨ªes, la gran mayor¨ªa laicos, se manifestaron el pasado fin de semana en Tel Aviv para exigir el alistamiento de los ultrarreligiosos y han anunciado nuevas movilizaciones para los pr¨®ximos d¨ªas. La divisi¨®n se profundiza al tiempo que el conflicto intraisrael¨ª se agudiza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.