Obama admite que no ha sabido conectar con las emociones de EE UU
El presidente dice en una entrevista que no supo explicar c¨®mo aplicaba sus reformas
Con una inusual sinceridad para un pol¨ªtico en plena campa?a, Barack Obama ha admitido que no ha sabido sintonizar con las emociones de los ciudadanos norteamericanos durante la mayor parte de su tiempo en la Casa Blanca.
¡°El error de mi primer mandato, de primer par de a?os, fue el de pensar que este trabajo consist¨ªa solo en hacer la pol¨ªtica correcta. Y eso es importante, pero la naturaleza de este puesto es tambi¨¦n la de saber contarle al pueblo norteamericano una historia que les d¨¦ un prop¨®sito, un sentido de unidad y de optimismo, especialmente en tiempos duros¡±.
El error de mi primer mandato, de primer par de a?os, fue el de pensar que este trabajo consist¨ªa solo en hacer la pol¨ªtica correcta" Barack Obama
Duro reconocimiento para un hombre que lleg¨® a su puesto, esencialmente, porque, contra todos los pron¨®sticos y h¨¢bitos pol¨ªticos, supo ganarse el cari?o de los votantes con un mensaje de cambio y de esperanza, no con un programa electoral al uso.
Casi cuatro a?os m¨¢s tarde y ante las perspectivas de unas elecciones en las que no es claro favorito, Obama viene de alguna manera a reconocer que su gesti¨®n no ha estado a la altura de aquel mensaje. No tanto por la falta de ¨¦xitos durante su Gobierno, que ha habido algunos y bastante significativos, sino porque no ha sabido contar esos m¨¦ritos ni conseguir que su pueblo los acogiese como propios.
No es un problema de mala pol¨ªtica de comunicaci¨®n. O no solo eso. Las declaraciones de Obama en el programa de Charlie Rose son, m¨¢s bien, la confirmaci¨®n de que el presidente cree que ha vivido en la avenida Pensilvania aislado de los sentimientos de sus compatriotas.
Sus palabras, que encajaban perfectamente en la complejidad intelectual de Obama, podr¨ªan tener el efecto de recuperar esa conexi¨®n perdida entre el gobernante y los gobernados. Esta admisi¨®n humaniza a Obama y, de alguna forma, lo acerca a millones de personas que, c¨®mo ¨¦l, viven con confusi¨®n esta ¨¦poca dif¨ªcil de crisis e incertidumbre.
Mitt Romney se ha precipitado a quitarle toda trascendencia afectiva a la confesi¨®n del presidente y ha manifestado que el error durante estos a?os ¡°no ha sido la falta de una historia que contar, sino, sencillamente, la ausencia de liderazgo¡±.
A falta de menos de cuatro meses para la votaci¨®n, no se puede descartar que todo lo que ocurra, incluido el reconocimiento de Obama, forme parte de una estrategia electoral. Pero tambi¨¦n es posible que el presidente se haya expresado con el coraz¨®n. A los pocos d¨ªas de iniciar su gesti¨®n, Obama dijo que prefer¨ªa ser un buen presidente de un solo mandato que un mal presidente durante ocho a?os. Es pronto para saber cu¨¢l ser¨ªa el juicio de la historia en el caso de que Obama fuera derrotado en noviembre, pero la capacidad autocr¨ªtica demostrada ante Rose le trae a algunos el recuerdo de aquel personaje diferente en el que un d¨ªa creyeron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.