Una redada policial empa?a el adi¨®s de Cuba al disidente Oswaldo Pay¨¢
Arresto de opositores tras la misa por el activista fallecido La disidencia dice que hay unos 50 detenidos, entre ellos Guillermo Fari?as
"Entre 40 y 50" opositores al Gobierno de Ra¨²l Castro ¡ªcifra ofrecida por el portavoz de la Comisi¨®n Cubana de Derechos Humanos y Reconciliaci¨®n Nacional, Elizardo S¨¢nchez¡ª, fueron detenidos este martes en incidentes registrados durante el velatorio del activista Oswaldo Pay¨¢, que fue despedido por una multitud en una emotiva ceremonia realizada en La Habana. Entre ellos estaba el periodista independiente Guillermo Fari?as. Horas despu¨¦s la mayor¨ªa han sido liberados, seg¨²n S¨¢nchez.
Adem¨¢s de Fari?as, que ha sido uno de los liberados, fueron arrestados el martes los activistas Julio Aleaga, Ricardo Medina, Antonio Gonz¨¢lez Rodiles y Ailer Rodr¨ªguez, quienes fueron llevados por la polic¨ªa pol¨ªtica cuando sal¨ªan de la iglesia El Salvador del Mundo hacia el cementerio donde fue enterrado Pay¨¢.? Fari?as ha confirmado a la agencia Efe su liberaci¨®n, v¨ªa telef¨®nica desde su casa, y ha explicado que fue "empujado, golpeado e introducido a la fuerza en un ¨®mnibus" en el momento de su arresto, cuando caminaba hacia el cementerio donde fue enterrado Pay¨¢.
Alrededor de medio millar de personas se hab¨ªan acercado el martes a la iglesia de San Salvador del Mundo, en el barrio habanero de El Cerro, para escuchar la misa que ofici¨® el cardenal Jaime Ortega, m¨¢xima autoridad de la jerarqu¨ªa cat¨®lica en Cuba. En los alrededores, polic¨ªas vestidos de civil se confund¨ªan entre la multitud que lloraba a Pay¨¢. Acudieron familiares, amigos, activistas, corresponsales extranjeros y diplom¨¢ticos. Decenas de disidentes viajaron desde las provincias centrales y orientales hasta la capital para dar el adi¨®s al l¨ªder del Movimiento Cristiano de Liberaci¨®n.
La familia reiter¨® su deseo de una investigaci¨®n transparente de las causas del accidente que acab¨® con la vida, el domingo, de Pay¨¢ y de otro disidente, Harold Cepero. La versi¨®n oficial es que el veh¨ªculo perdi¨® el control y se estrell¨® contra un ¨¢rbol en la provincia de Granma, al este del pa¨ªs. ¡°No buscamos venganza, pero s¨ª tenemos sed de verdad¡±, asegur¨® Rosa Mar¨ªa, hija del disidente, acompa?ada de sus dos hermanos. Tambi¨¦n Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Pay¨¢, ley¨® una breve declaraci¨®n del MCL sobre la continuidad y preservaci¨®n de la obra de su esposo. No era posible dar un paso en el templo atiborrado. Emocionados, los presentes rompieron en aplausos cuando el ata¨²d abandon¨® el templo. ¡°Pay¨¢ tuvo los honores de un jefe de Estado, al menos en cuanto al cari?o popular que le profesaron durante su despedida¡±, coment¨® alguien.
Fue entonces, a la salida, ¡ªen torno a las 09.50 horas (15.50, hora peninsular espa?ola)¡ª cuando se registraron las detenciones. Para entonces, el cortejo f¨²nebre ya hab¨ªa empezado a marchar hacia el Cementerio de Col¨®n. Se desplaz¨® a una gran velocidad por c¨¦ntricas avenidas hasta llegar a la principal necr¨®polis de la ciudad. Pegado al parabrisas de los autos de la comitiva iba una foto del reci¨¦n fallecido opositor. Entre los asistentes tambi¨¦n varios portaban camisetas con su rostro y hac¨ªan con el dedo ¨ªndice y el pulgar la letra L, s¨ªmbolo del propio Movimiento Cristiano de Liberaci¨®n y una alusi¨®n directa a los reclamos de libertad.
Muchos agentes de paisano se mezclaron entre la multitud
En un humilde pante¨®n familiar descansan desde hoy los restos mortales de quien fuera el m¨¢s promisorio l¨ªder de la disidencia cubana. Sin duda se trata de un duro golpe para las fuerzas democr¨¢ticas del pa¨ªs y abre numerosas interrogantes sobre el futuro del movimiento opositor. No obstante, el funeral de Pay¨¢ tambi¨¦n ha sido una muestra de unidad para los crecientes movimientos c¨ªvicos. Llorando, conmovidos, rezando frente a su f¨¦retro se vieron los rostros de todos sus compa?eros de ruta, incluso de aquellos cuyos programas o tendencias divergen notablemente del Movimiento Cristiano de Liberaci¨®n. El dolor hizo confluir en un lugar y alrededor de una figura a quienes se han visto m¨¢s de una vez separados por posturas pol¨ªticas o diferencias program¨¢ticas. El gran reto ser¨¢ mantener esa convergencia alcanzada en estos dos d¨ªas de luto.
En todo este tiempo ha estado rondando una pregunta inquietante sobre el car¨¢cter accidental del incidente donde perdieron la vida Pay¨¢ y Cepero y en el que tambi¨¦n resultaron heridos un ciudadano sueco y otro espa?ol ¡ª?ngel Carromero, militante de las Nuevas Generaciones del PP¡ª, que seg¨²n informaciones extraoficiales conduc¨ªa el veh¨ªculo. Mientras muchos insisten en se?alar hacia las fuerzas represivas como causantes del siniestro, otros prefieren aguardar a que el testimonio de los dos extranjeros salga a la luz. La vigilancia y continuas amenazas a las que estaba sometido el l¨ªder opositor contribuyen a aumentar las dudas acerca de lo ocurrido. Sin embargo, la investigaci¨®n policial est¨¢ en marcha.
No buscamos venganza, pero s¨ª tenemos sed de verdad¡± Rosa Pay¨¢, hija del opositor
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