La ley isl¨¢mica m¨¢s radical ya se aplica en el norte de Mal¨ª
Islamistas que controlan parte del norte de Mal¨ª amputan la mano de un ladr¨®n de motocicleta
Miembros del grupo islamista Movimiento para la Unicidad del Yihad en ?frica Occidental (Muyao) han amputado la mano de un ladr¨®n en la localidad de Ansongo, en Gao. Los grupos yihadistas que controlan las tres regiones del norte de Mal¨ª han comenzado a aplicar, en los ¨²ltimos d¨ªas, una interpretaci¨®n radical de la shar¨ªa o ley isl¨¢mica que incluye castigos corporales severos, como la amputaci¨®n o la lapidaci¨®n. Estas medidas est¨¢n chocando, sin embargo, con la resistencia de la poblaci¨®n, que en la ciudad de Gao se ha llegado a enfrentar con los extremistas.
El pasado mi¨¦rcoles en Ansongo, los islamistas del Muyao amputaron la mano de un ladr¨®n de motocicleta, en la plaza del pueblo y ante decenas de personas, seg¨²n un testigo presencial. ¡°Es la ley de Dios (¡) Hemos aplicado la shar¨ªa a Ansongo, la mano de un ladr¨®n ha sido cortada. Es la shar¨ªa la que lo exige¡±, dijo Mohamed Ould Abine, jefe local de Mujao a France Presse. ¡°En unos d¨ªas, vamos a hacer lo mismo en Gao. Nadie puede impedirlo¡±, a?adi¨®.
Medidas restrictivas como la prohibici¨®n de jugar al f¨²tbol en la calle, beber alcohol o fumar, as¨ª como los castigos corporales (latigazos) comenzaron a aplicarse en el norte de Mal¨ª desde que, a finales de marzo, grupos terroristas e islamistas radicales ¡ªel Muyao, Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI) y Ansar Dine (Defensores de la Fe)¡ª se hicieron con el control de las principales ciudades en colaboraci¨®n con los rebeldes tuaregs del Movimiento Nacional de Liberaci¨®n del Azawad (MNLA). Tras el enfrentamiento de finales de junio entre terroristas y rebeldes tuareg que se sald¨® con la expulsi¨®n de estos ¨²ltimos del norte de Mal¨ª, los yihadistas, nuevos amos del norte, han llevado al extremo la aplicaci¨®n de la shar¨ªa en los ¨²ltimos d¨ªas.
El 29 de julio pasado, un hombre y una mujer fueron lapidados hasta la muerte en la localidad de Aguelhok por tener dos hijos sin estar casados. El castigo fue contemplado por unas 200 personas, que vieron c¨®mo la pareja era introducida en dos agujeros excavados en el suelo y c¨®mo los verdugos les arrojaban piedras hasta que murieron, seg¨²n relataron testigos presenciales.
Pocos d¨ªas despu¨¦s, el s¨¢bado 4 de agosto, el l¨ªder de Muyao, Abdul Hachim, anunciaba a trav¨¦s de la radio privada Adar Ko?ma que al d¨ªa siguiente, en Gao, se le iba a amputar la mano a un joven miembro del propio movimiento que, al parecer, hab¨ªa robado armas y municiones para luego revenderlas. Hachim invitaba a la poblaci¨®n a contemplar la aplicaci¨®n de la sentencia. Cientos de j¨®venes de Gao se concentraron, sin embargo, en la plaza cantando el himno nacional mal¨ª para impedir que se llevara a cabo la amputaci¨®n. La determinaci¨®n de los j¨®venes provoc¨® que los miembros de Muyao decidieran suspender el castigo, pero esa misma tarde se produjeron disturbios cuando los terroristas pegaron una paliza a un periodista de una radio local por difundir la noticia de la revuelta juvenil.
El pasado mi¨¦rcoles los islamistas amputaron la mano de un ladr¨®n de motocicleta
Mientras se producen estos hechos, esta semana se han multiplicado los esfuerzos de di¨¢logo para encontrar una salida negociada a la situaci¨®n que viven las tres regiones del norte de Mal¨ª bajo control islamista. As¨ª, el ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Djibril Bassol¨¦, se traslad¨® hasta Kidal donde mantuvo una reuni¨®n con el l¨ªder de Ansar Dine, Iyad Ag Ghali, quien acept¨® este intento de mediaci¨®n. Bassol¨¦ acudi¨® hasta el norte de Mal¨ª en representaci¨®n del presidente burkin¨¦s, Blaise Compaor¨¦, designado mediador para la crisis mal¨ª por la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica del Oeste (Cedeao).
El presidente del Alto Consejo Isl¨¢mico de Mal¨ª, el imam Mahmoud Dicko, se traslad¨®, por su parte, hasta Gao donde tuvo ocasi¨®n de reunirse con notables de la ciudad y con miembros del Muyao en un intento de encontrar una salida negociada a la crisis. Tras la entrevista, Dicko conden¨® los castigos corporales y asegur¨® que los miembros de este movimiento ¡°no pueden atribuirse el poder de aplicar la shar¨ªa¡±.
Estos intentos de di¨¢logo se producen cuando el presidente interino de Mal¨ª, Dioncounda Traor¨¦, est¨¢ a punto de designar a dos vicepresidentes y al nuevo gobierno de unidad nacional encargado de dirigir un periodo de transici¨®n a la democracia de un a?o, seg¨²n anunci¨® hace dos semanas tras regresar de su ¡°exilio¡± de dos meses en Francia. Traor¨¦ ha dejado la puerta abierta a este di¨¢logo con los islamistas radicales que ocupan el norte del pa¨ªs, pero tambi¨¦n ha dejado claro que la integridad territorial de su pa¨ªs es innegociable y que, si no se producen acuerdos, se llevar¨¢ a cabo una intervenci¨®n militar apoyada por una fuerza de la Cedeao para expulsar a los terroristas.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tuvo una reuni¨®n el pasado mi¨¦rcoles con el tema de Mal¨ª sobre la mesa, aunque en la misma no se produjeron avances significativos. El Consejo de Seguridad sigue exigiendo aclaraciones sobre el modelo de intervenci¨®n militar preconizado por la Cedeao antes de aprobar una resoluci¨®n que avale el uso de la fuerza. Y ha dejado bien claro que debe ser el Gobierno de Mal¨ª quien, de forma expresa, pida dicha intervenci¨®n militar, lo que a¨²n no se ha producido.
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