M¨¦xico festeja el oro m¨¢s imprevisto
Miles de personas celebran el triunfo en el Paseo de la Reforma del Distrito Federal
Resulta un poco extra?o celebrar una victoria futbol¨ªstica a las 12 del mediod¨ªa, pero son cosas del cambio horario. Tambi¨¦n resulta extra?o festejar un gran triunfo de la selecci¨®n de f¨²tbol en M¨¦xico, un pa¨ªs que, como Espa?a hasta hace unos a?os, parec¨ªa resignado a quedarse en segund¨®n de las grandes competiciones. La frase ¡°nunca ganaremos nada¡± se ha o¨ªdo con insistencia durante a?os en ambos pa¨ªses. Pero igual que el fatalismo de la selecci¨®n espa?ola se esfum¨® en la Eurocopa en 2008 y luego todo fueron triunfos, en M¨¦xico esperan que la victoria de este s¨¢bado en los Juegos Ol¨ªmpicos ante Brasil sea tambi¨¦n ese parteaguas donde se evaporan los complejos y se enciende la fe en metas m¨¢s ambiciosas.
Puede ser. Pero hoy era d¨ªa para festejar el presente y con ese esp¨ªritu miles de personas se lanzaron a las calles de todo el pa¨ªs. Los principales medios destacaron el car¨¢cter hist¨®rico de la victoria. "Hacen historia, ganan el oro", titulaba El Universal en su primera digital, "Alcanza el Tri gloria ol¨ªmpica", dec¨ªa la web de Reforma. Y casi todos recordaban que la medalla era la primera para M¨¦xico en un deporte de equipo, excluyendo la H¨ªpica, desde los Juegos de Berl¨ªn en 1936. El presidente saliente del pa¨ªs, Felipe Calder¨®n, se uni¨® a la euforia con una llamada telef¨®nica al seleccionador nacional, Luis Fernando Tena. "Todos, todos los mexicanos, todos los mexicanos nos sentimos muy contentos, Luis Fernando, muy orgullosos, por el trabajo que ustedes han hecho. Muy satisfechos por la entrega, la pasi¨®n; por haber obtenido esta medalla de oro", le dijo. Y entre las palabras de elogio hubo tambi¨¦n un ratito para comentar el encuentro. "Oye y con el ¨²ltimo [gol], el del brasile?o Hulk, que le dicen [...] ese estuvo cardiaco, cardiaco", record¨® el presidente. "S¨ª, s¨ª. El ¨²ltimo cabezazo ah¨ª, lo vivimos cerquita", reconoc¨ªa el entrenador.
En el DF, la fiesta se concentr¨® en el ?ngel de la Independencia, el monumento construido en 1910 para celebrar el centenario de la independencia en el elegante Paseo de la Reforma, epicentro de celebraciones deportivas y protestas pol¨ªticas y hoy un poco de todo pero m¨¢s de lo primero. All¨ª se concentr¨® una gran multitud con camisetas verdes, banderas, matracas y ganas de pasarlo bien, y decenas de vendedores que aprovecharon la euforia para hacer una buena caja. Como Jos¨¦, que te plantaba en la cara el sello del escudo nacional o de la bandera por 5 pesos (30 c¨¦ntimos de euro); Waldir, que por 10 pesos (60 c¨¦ntimos de euro) te daba una foto de excelente calidad de la final; o Leonardo, que por 200 pesos, luego rebajados a 150 (nueve euros), te vend¨ªa una playera (camiseta) de la selecci¨®n, imprescindible para mimetizarse con el ambiente.
La polic¨ªa control¨® los accesos a la zona para evitar un excesivo desmadre. ¡°Ese ven¨ªa tonadito, es por su seguridad¡±, explicaba un agente despu¨¦s de impedir el paso y reducir en el suelo a un tipo que a duras penas hab¨ªa podido llegar caminando desde alguna cantina. Y la hora del festejo ayud¨® a convertirlo en una fiesta familiar. Enrique, que vivi¨® el partido ¡°hasta las l¨¢grimas¡±, vino con toda su familia, su mujer y sus dos hijas, la menor a¨²n en el cochecito. Pero la que m¨¢s estaba disfrutando era su suegra, Elena, de 62 a?os, pintada con los colores de la selecci¨®n. ¡°La felicidad es lo que nos caracteriza y lo que nos ha ayudado siempre¡±, contaba la se?ora, que no par¨® hasta que unos j¨®venes le llenaron el pelo de espuma.
Unos metros m¨¢s all¨¢, oculta entre la multitud, Natalia, de tres a?os y medio, hac¨ªa punter¨ªa con un spray de serpentina en todo el que se le pon¨ªa por delante. Junto a ella, su abuela Laura contaba c¨®mo hab¨ªa cantado el himno nacional mientras entregaban las medallas en ¡°la mayor alegr¨ªa deportiva de la historia nacional¡±.Y si el h¨¦roe del d¨ªa en la cancha fue el delantero Peralta, que marc¨® los dos goles del Tri (tricolor, para los profanos) el peque?o ¨ªdolo del Paseo de la Reforma fue un joven an¨®nimo que trep¨® a pulso a un poste que sosten¨ªa una c¨¢mara de vigilancia para colgar, a unos diez metros de altura, una bandera mexicana, entre los v¨ªtores de los asistentes. La polic¨ªa lo esperaba para detenerlo pero los gritos de ¡°no se lo lleven, no se lo lleven¡± abland¨® el coraz¨®n de los agentes y el muchacho, buen candidato para competir en gimnasia en los pr¨®ximos juegos de R¨ªo, sali¨® corriendo y acab¨® perdido entre la multitud.
La pol¨ªtica tambi¨¦n se col¨® en el festejo. La celebraci¨®n coincidi¨® con una marcha convocada para denunciar las supuestas irregularidades en las elecciones del pasado 1 de julio y criticar al virtual presidente del pa¨ªs, Enrique Pe?a Nieto. Una gran pancarta con el lema ¡°no a la imposici¨®n¡± se despleg¨® frente al monumento. Muchos flashes se llev¨® tambi¨¦n Quiahuitl, un joven que llevaba un cartel con el siguiente mensaje: ¡°Gana la selecci¨®n, celebra M¨¦xico. Gana Pe?a y celebran Televisa, Soriana (la cadena de supermercados cuyas tarjetas presuntamente sirvieron para comprar votos) y hasta el narco¡±. Unos cientos de metros hacia el este, otra gran arteria del DF, la Avenida de los Insurgentes, viv¨ªa una manifestaci¨®n menos jovial. Miles de personas convocadas por el Sindicato Mexicano de Electricistas protestaban contra los despidos en el sector. No eran ajenos a la noticia del d¨ªa, pero su c¨¢ntico pon¨ªa el punto de iron¨ªa y reivindicaci¨®n a la jornada: ¡°Menos goles y m¨¢s frijoles¡±.
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