El expresidente argentino De la R¨²a afronta un juicio por presuntos sobornos
El exmandatario, que presidi¨® el pa¨ªs en una de sus peores crisis, est¨¢ acusado de sobornar a senadores para aprobar una reforma laboral que le exig¨ªa el FMI
La coima (soborno) est¨¢ extendida en Argentina, pero resulta muy dif¨ªcil de comprobar y, por tanto, de castigar. Coimea desde el polic¨ªa que multa a un conductor hasta el m¨¢s alto cargo pol¨ªtico, pero pocas veces se los llega a juzgar. De ah¨ª que el juicio que comienza este martes contra el expresidente argentino Fernando de la R¨²a (1999-2001) sea hist¨®rico. Un tribunal federal deber¨¢ determinar si quien presidi¨® a Argentina en una de sus peores crisis sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas soborn¨® a senadores para aprobar una reforma laboral que le exig¨ªa el Fondo Monetario Internacional (FMI) para seguir refinanciando a su pa¨ªs.
Aquel esc¨¢ndalo de presunta corrupci¨®n supuso el principio del fin del gobierno de coalici¨®n del radical De la R¨²a. Una vez que la prensa destap¨® las sospechas de sobornos en octubre de 2000, renunci¨® el entonces vicepresidente de Argentina, Carlos Chacho ?lvarez, del Frente Pa¨ªs Solidario (Frepaso), que junto con la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR) conformaban la Alianza. ?lvarez, que adem¨¢s presid¨ªa el Senado, argument¨® que no pod¨ªa seguir perteneciendo a un gobierno salpicado por ese esc¨¢ndalo. A partir de entonces salt¨® por los aires la prima de riesgo de la deuda, que finalmente Argentina dejar¨ªa de pagar en diciembre de 2001, el mismo mes en que cay¨® el Gobierno de De la R¨²a. La dimisi¨®n de ?lvarez fue percibida por los mercados como prueba evidente de la debilidad de la Alianza y por los ciudadanos, como el fin de la ilusi¨®n que esa coalici¨®n hab¨ªa engendrado tras una d¨¦cada de un gobierno ensuciado por diversos casos de corrupci¨®n como el del peronista Carlos Menem (1989-1999).
De la R¨²a no solo ser¨¢ juzgado por cohecho, delito por el que pueden caerle hasta seis a?os de prisi¨®n, sino tambi¨¦n por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, por el que puede permanecer otros diez a?os encerrado. Tambi¨¦n est¨¢n acusados por los presuntos sobornos su mano derecha y entonces secretario de Inteligencia, el empresario Fernando de Santib¨¢?es, el que ejerc¨ªa de ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, del Frepaso, y cuatro que eran senadores de la oposici¨®n peronista pero que votaron a favor de la flexibilizaci¨®n laboral, Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Costanzo y Ricardo Branda. Tambi¨¦n ser¨¢ juzgado como part¨ªcipe de las coimas el funcionario que confes¨® haberlas entregado: el entonces secretario administrativo del Senado, Mario Pontaquarto, que ahora es camarero en un bar. De la R¨²a y los dem¨¢s pol¨ªticos acusados por ¨¦l se encuentran alejados de la vida p¨²blica.
En 2003, tres a?os despu¨¦s del destapado el esc¨¢ndalo, Pontaquarto se confes¨® arrepentido y declar¨® en la justicia que hab¨ªa presenciado una reuni¨®n en marzo de 2000 en la que el jefe del grupo radical de senadores, Jos¨¦ Genoud, le dijo a De la R¨²a que hab¨ªa que ofrecerles ¡°otras cosas¡± a los peronistas para convencerlos de aprobar la reforma laboral. El entonces presidente respondi¨®: ¡°Eso arr¨¦glenlo con De Santib¨¢?es¡±, seg¨²n atestigu¨® Pontaquarto. El exsecretario administrativo del Senado dice que recibi¨® del jefe de Inteligencia 3,5 millones de euros para cinco senadores peronistas, incluido uno llamado Emilio Cantarero, que no ser¨¢ juzgado porque padece de Alzheimer, y otros 567.000 para el legislador radical Genoud y el ministro Flamarique. Genoud se suicid¨® hace cuatro a?os.
Los acusados buscar¨¢n desacreditar al arrepentido Pontaquarto, quien a su vez fue condenado a dos a?os y un mes de prisi¨®n en otra causa por malversaci¨®n de vi¨¢ticos. M¨¢s de 300 testigos comparecer¨¢n en el juicio durante m¨¢s de medio a?o, incluidos ?lvarez, la entonces diputada y actual presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que vot¨® contra aquella ley, y el l¨ªder de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, otro peronista que tambi¨¦n se resisti¨® a la reforma y que al descubrirse el caso declar¨® que el ministro de Trabajo le hab¨ªa confesado: ¡°Para los senadores tengo la Banelco (tarjeta de d¨¦bito bancario)¡±. Aquella reforma laboral acompa?¨® los diversos ajustes fiscales que aplic¨® De la R¨²a para evitar una suspensi¨®n de pagos que finalmente se precipit¨®. La flexibilizaci¨®n de los derechos de los trabajadores termin¨® siendo derogada por el Congreso en el Gobierno de N¨¦stor Kirchner (2003-2007).
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