EE UU se queda sin blancos protestantes en las altas instancias del poder

Cuando Mitt Romney anunci¨® el s¨¢bado que hab¨ªa elegido al congresista Paul Ryan para que le acompa?e en la candidatura a la Casa Blanca, hizo historia en el Partido Republicano: por primera vez ninguno de los dos candidatos conservadores, a la presidencia y la vicepresidencia, es protestante. Romney es morm¨®n y Ryan, cat¨®lico. Se unen as¨ª a una candidatura dem¨®crata integrada por un afroamericano protestante, el presidente Barack Obama, y otro cat¨®lico, el vicepresidente Joe Biden. Ninguna de las personas que ocupan u ocupar¨¢n las m¨¢s altas instituciones del poder en EE UU es ya un var¨®n blanco y protestante, todo un cambio generacional respecto a hace s¨®lo unos a?os.

El presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano John Boehner, que es el tercer oficial en la l¨ªnea de sucesi¨®n para ocupar el Despacho Oval en caso de fallecimiento del presidente y del vicepresidente, es cat¨®lico. El l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, de Nevada, es morm¨®n. En el Tribunal Supremo hay seis jueces cat¨®licos y tres jud¨ªos. Seis de ellos son hombres y tres, mujeres. Las ¨²ltimas magistradas en ingresar en la m¨¢s alta instancia judicial del pa¨ªs, elegidas por Obama, son Elena Kagan, de fe jud¨ªa, y Sonia Sotomayor, hispana y cat¨®lica.

¡°La historia norteamericana se ha definido tradicionalmente por una profunda divisi¨®n entre los protestantes y los cat¨®licos. Esa divisi¨®n, por lo que vemos ahora, ya no existe¡± William Galston, analista en el centro de estudios Brookings de Washington

Durante la mayor parte de la historia norteamericana, los hombres blancos y protestantes han ocupado los rangos m¨¢s altos de las instancias del poder ejecutivo, legislativo y judicial. Obama hizo historia en 2008 al ser elegido como el primer presidente afroamericano de la naci¨®n. En su libro ¡®La audacia de la esperanza¡¯ dijo que no haber sido ¡°criado en un hogar religioso¡±. En Chicago, donde trabaj¨® como organizador comunitario, se hizo feligr¨¦s de una iglesia protestante de mayor¨ªa afroamericana, Trinity United Church, donde fue bautizado en 1988. En Washington no se ha afiliado a ning¨²n otro templo.

La inmensamente mayoritaria presencia de cat¨®licos y jud¨ªos en esas altas instancias de poder no resulta representativa de la distribuci¨®n demogr¨¢fica del pa¨ªs. Seg¨²n el m¨¢s reciente estudio sobre religi¨®n del centro de estudios Pew, un 51,3% de los norteamericanos es protestante. Un 23,9% es cat¨®lico. El 1,7%, morm¨®n. Y otro 1,7 %, jud¨ªo. Durante d¨¦cadas, el protestantismo ocup¨® el centro de la vida p¨²blica y pol¨ªtica del pa¨ªs, hasta el punto de que el primer presidente cat¨®lico del pa¨ªs, John F. Kennedy, tuvo que ganar el puesto venciendo los recelos de buena parte del electorado.

Creo en una Am¨¦rica en la que la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado es absoluta, donde no habr¨¢ prelados cat¨®licos que le digan al presidente, si ¨¦ste es cat¨®lico, c¨®mo debe actuar¡± John Kennedy

¡°Creo en una Am¨¦rica en la que la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado es absoluta, donde no habr¨¢ prelados cat¨®licos que le digan al presidente, si ¨¦ste es cat¨®lico, c¨®mo debe actuar¡±, tuvo que aclarar Kennedy en un discurso en 1960, pronunciado en Houston ante un grupo de pastores protestantes. Kennedy hizo historia entonces, como ahora podr¨ªa hacerla Romney si ganara, como el primer morm¨®n liderando el Ejecutivo. Este candidato, sin embargo, que fue obispo de su fe en Boston, ha evitado hablar p¨²blicamente de su credo y de sus relaciones con la iglesia mormona, a la que entre 2010 y 2011 don¨® 4,1 millones de d¨®lares en concepto de diezmo.

¡°Dado que EE UU sigue siendo un pa¨ªs en su gran mayor¨ªa cristiano, y m¨¢s protestante que otra cosa, por un gran margen, esto significa que las poderosas divisiones de hace medio siglo, o m¨¢s recientes, est¨¢n desapareciendo¡±, explica William Galston, investigador en el centro de estudios Brookings, donde ocupa la c¨¢tedra Ezra K. Zilkha sobre Estudios de Gobierno. ¡°La historia norteamericana se ha definido tradicionalmente por una profunda divisi¨®n entre los protestantes y los cat¨®licos. Esa divisi¨®n, por lo que vemos ahora, ya no existe¡±.

Galston recalca que ¡°los protestantes conservadores se hallan hoy en d¨ªa m¨¢s a gusto con los cat¨®licos tradicionalistas que con los protestantes progresistas¡±. De ello quedo constancia en la campa?a de primarias republicanas, cuando el favorito del movimiento del Tea Party y las bases evang¨¦licas fue un cat¨®lico, el exsenador Rick Santorum, notablemente influido por el Opus Dei. ¡°Finalmente¡±, a?ade Galston, ¡°parece que las viejas divisiones teol¨®gicas, que tan importantes parec¨ªan hace a?os, no importan ya tanto como los asuntos sociales¡±.