A vueltas con la mujer en T¨²nez
Los laicos protestas por cambios propuestos en la Constituci¨®n del pa¨ªs ¨¢rabe
La transici¨®n de un r¨¦gimen laico, pero autocr¨¢tico, a una democracia, pero liderada por un partido islamista, tiene a T¨²nez muy agitada en los ¨²ltimos meses. Los sectores m¨¢s laicos y los m¨¢s religiosos radicales hicieron o¨ªr sus voces la semana pasada. Los primeros, pac¨ªficamente; los segundos, con intimidaciones graves. Miles de mujeres salieron a la calle el lunes 13 a protestar contra el borrador de un art¨ªculo de la nueva Constituci¨®n que perciben como un intento de recortarles derechos reconocidos desde 1956. En los d¨ªas siguientes, j¨®venes salafistas (islamistas extremistas) causaron incidentes: obligaron a cancelar tres festivales culturales. Los artistas acusan al Gobierno, una coalici¨®n liderada por islamistas de Ennahda con dos partidos laicos, de no plantar cara a estos grupos radicales.
La tunecina es hace d¨¦cadas la sociedad ¨¢rabe m¨¢s laica y liberal. Una situaci¨®n que los menos religiosos quieren preservar tras la victoria, en octubre, de Ennahda ¡ªpartido prohibido hasta la revoluci¨®n¡ª con el 41% delos votos o 90 de los 217 esca?os.
Unas 6.000 personas, b¨¢sicamente mujeres acompa?adas de algunos hombres, salieron a la calle en el centro de T¨²nez capital alarmadas por la redacci¨®n propuesta para el art¨ªculo 28 de la nueva Constituci¨®n, que contempla a la mujer ¡°bajo el principio de complementariedad de funciones con el hombre en la familia¡±. El borrador fue aprobado dos semanas antes en la comisi¨®n de derechos humanos y libertades de la Asamblea constituyente por 12 s¨ªes y 8 noes.
El art¨ªculo que indigna a mujeres
Borrador del art¨ªculo 28 de la nueva Constituci¨®n tunecina, que ha indignado a miles de mujeres que el lunes 13 se manifestaron en protesta:
- "El Estado garantiza la protecci¨®n de los derechos de la mujer consider¨¢ndola una socia del hombre en el desarrollo del pa¨ªs y bajo el principio de complementariedad de funciones con el hombre dentro de la familia. El Estado garantiza la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer en las distintas responsabilidades. El Estado garantiza que acabar¨¢ con todas las formas de violencia contra la mujer, sea cual sea su naturaleza".
Grupos de derechos humanos, civiles y feministas consideraron que el 13 de agosto, 50? aniversario de la aprobaci¨®n del C¨®digo de Estatuto Personal, era la fecha id¨®nea para lanzar una contundente advertencia. Se reunieron en la plaza 14 de enero, bautizada as¨ª por el d¨ªa de la huida del dictador Zine Elabidine Ben Al¨ª, y marcharon desde all¨ª para reivindicar aquella ley, la primera aprobada por T¨²nez tras su independencia de Francia. Una norma que consagr¨® a hombres y mujeres como ciudadanos iguales, vet¨® la poligamia, prohibi¨® el velo, estableci¨® un proceso judicial para el divorcio y requiri¨® el consentimiento mutuo para el matrimonio, seg¨²n detalla la web Tunisia Live.
¡°Celebrar el aniversario era importante pero lo que m¨¢s nos moviliz¨® es el art¨ªculo 28¡±, explica por tel¨¦fono Rim, una activista feminista. ¡°Mujer, lev¨¢ntate para que tus derechos est¨¦n consagrados en la Constituci¨®n¡±, dec¨ªa uno de los carteles, informa Reuters. ¡°Estamos orgullosos de las mujeres tunecinas, no dejaremos que los islamistas conviertan nuestra primavera en un invierno¡±, declar¨® un manifestante a la agencia.
Otra activista de derechos humanos, Nasrin Hasan, reclama que se garantice en el texto constitucional que mujeres y hombres son ciudadanos iguales. Critica, adem¨¢s, que la redacci¨®n propuesta solo contempla a las mujeres casadas. ¡°Tal y como est¨¢, las mujeres que no est¨¢n casadas o que no tienen familia no son seres humanos¡±, explica desde T¨²nez por tel¨¦fono. ¡°El problema es que no quieren usar la palabra igualdad entre hombres y mujeres¡±.
¡°El C¨®digo del Estatuto Personal es la base de la Constituci¨®n social de T¨²nez¡±, explic¨® al diario tunecino La Presse la constitucionalista Rashida Enne?fer. ¡°Fue de suma importancia para unificar los tribunales (civiles y de la shar¨ªa) y el embri¨®n del Estado civil consagrando la igualdad entre hombres y mujeres¡±.
A la indignaci¨®n por el contenido se suma el que una mujer presida la comisi¨®n que ha propuesto el borrador de la discordia. Es una diputada del islamista Enahda. Otra parlamentaria islamista, Souad Abderrahim, calific¨® de ¡°muy exagerada¡± la reacci¨®n p¨²blica a la propuesta del art¨ªculo 28 en declaraciones a Tunisia Live. ¡°Es un borrador, ni siquiera el definitivo... Escribimos que el hombre y la mujer se complementan, no que la mujer complementa al hombre. Segundo, ya hemos mencionado la igualdad en el art¨ªculo 22¡±.
El portavoz de la presidencia tambi¨¦n ha intentado rebajar la pol¨¦mica: Adnane Moncer dijo que los derechos adquiridos ¡°no pertenecen a las mujeres, sino tambi¨¦n a la sociedad¡± y destac¨® que cualquier paso atr¨¢s ¡°es imposible porque esos logros fueron obtenidos por la sociedad tunecina y son un¨¢nimemente aceptados¡±.
Los derechos de las mujeres son uno de los asuntos que m¨¢s pasiones levanta, y que mayor repercusi¨®n medi¨¢tica tiene, pero de ninguna manera es el ¨²nico foco de debate, y agrias discrepancias en la transici¨®n tunecina. La independencia del sistema judicial o la libertad de prensa son otros de los asuntos muy discutidos.
La creciente influencia de los salafistas, envalentonados y atractivo para muchos j¨®venes azotados por la crisis econ¨®mica desde la ca¨ªda del dictador, genera gran preocupaci¨®n. Sus intimidaciones son frecuentes y en junio causaron graves disturbios. El lunes un grupo de radicales se plant¨® a rezar en la sala donde el actor Lotfi Abdelli presentaba el espect¨¢culo titulado 100% halal (la palabra que define lo apto en el islam) y ¡°aterrorizo¡± al p¨²blico. ¡°Hab¨ªa agentes de polic¨ªa, pero estaban esperando a una orden oficial del Gobierno para intervenir. El silencio del Gobierno es lo m¨¢s preocupante¡±, seg¨²n Abdelli.
Los otros dos espect¨¢culos anulados por presiones salafistas eran un concierto de m¨²sica suf¨ª y un festival para reivindicar Jerusal¨¦n como capital palestina. Lo que indign¨® a los extremistas en estos dos casos fue la participaci¨®n de chi¨ªes o simpatizantes de esa rama del islam.
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