Clinton apela a los decepcionados a creer en el proyecto social de Obama
"Las condiciones est¨¢n mejorando y si renuevan el contrato del presidente lo ver¨¢n, lo creo con todo mi coraz¨®n¡±
Nunca antes un expresidente hab¨ªa hecho tanto ¨Cy tan bien¨C por un presidente que busca la reelecci¨®n. Con ¡®s¨®lo¡¯ cuarenta y ocho minutos, la campa?a electoral fue lanzada a la estratosfera de los sublimes titulares en una poderosa noche en Charlotte. Bill Clinton pronunci¨® el discurso del rey, un discurso ic¨®nico que se recordar¨¢ por mucho tiempo y que concluy¨® con una foto para la historia: la de Clinton abraz¨¢ndose con Barack Obama, no sin que antes el chico de Hope, Arkansas, ese que de verdad siempre vuelve, hiciese una teatral reverencia ante el hombre que prometi¨® el cambio a Am¨¦rica hace cuatro a?os.
El presidente n¨²mero 42 de la naci¨®n entreg¨® oficialmente la nominaci¨®n del Partido Dem¨®crata al presidente n¨²mero 44 con un discurso convincente, energizante y conmovedor. Ni un solo asunto qued¨® por tocar ¨Cempleo, sanidad, ayudas sociales, educaci¨®n¡¨C Clinton hizo un detallado y pulcro an¨¢lisis de los logros de la Administraci¨®n Obama. Paralelamente, el ex presidente machac¨® el programa electoral republicano con una demodelora desautorizaci¨®n de sus ideas.
Las palabras de Clinton fueron una llamada honesta y directa al coraz¨®n de los votantes que decidir¨¢n esta elecci¨®n el pr¨®ximo 6 de noviembre, petici¨®n especial ¨Cque no s¨²plica- para todos aquellos que votaron por Obama en 2008 pero que ahora se sienten decepcionados. ¡°No hay presidente, ni yo, ni ninguno de mis predecesores, que pudiera haber reparado el da?o que sufri¨® la econom¨ªa en tan solo cuatro a?os¡±, inform¨® Clinton, con un audiencia entregada y que ped¨ªa a voz en grito otro mandato de Obama. ¡°Pero las condiciones est¨¢n mejorando y si renuevan el contrato del presidente lo ver¨¢n, lo creo con todo mi coraz¨®n¡±.
El de la noche del mi¨¦rcoles fue uno de los mejores Clinton que se recuerdan, un Clinton que declar¨® que amaba Am¨¦rica y que estaba seguro que el pa¨ªs se recuperar¨ªa. ¡°Se que volveremos a ser los de siempre. Durante m¨¢s de 200 a?os, con cada crisis, hemos salido cada vez m¨¢s fuertes de lo que ¨¦ramos cuando nos desviamos¡±. Un Clinton que super¨® rencillas pasadas y arrim¨® el hombro por la causa com¨²n. Y por supuesto un Clinton que no evit¨® nombrar a su esposa, la mujer que muchos quisieran ver como primera presidenta de EEUU.
Clinton alab¨® al gran aglutinador que es Obama al recordar que coloc¨® en su Gabinete a muchas figuras que hab¨ªan competido contra ¨¦l en las primar¨ªas. ¡°?Qu¨¦ demonios! ?Si nombr¨® [secretaria de Estado] a Hillary!¡±. Para entonces, la mitad del discurso, el auditorio empez¨® a recordar porque amaba a ese hombre¡ Inteligente, cercano, electrizante y muy convincente. Hubo quien apunt¨® que tan a gusto parec¨ªa sentirse Clinton sobre el escenario que no dudaban de que se planteara cambiar la enmienda que s¨®lo permite dos mandatos presidenciales y ser ¨¦l quien aceptara la nominaci¨®n del partido.
¡°?En qu¨¦ tipo de pa¨ªs quieren vivir?¡±, pregunt¨® ret¨®ricamente el ex presidente. ¡°Si quieren un pa¨ªs en el que cada uno vaya a lo suyo, en el que el ganador se lo lleve todo, deber¨ªan apoyar a la candidatura republicana¡±, les ofreci¨® Clinton. Entonces hubo abucheos y ?no, no, no!. ¡°Si quieren un pa¨ªs de prosperidad compartida y de responsabilidad compartida, y una sociedad en la que todos avancemos juntos, deber¨ªan votar a Barack Obama¡±.
Los republicanos fueron tachados de obstruccionistas y vivir en la negaci¨®n. Clinton record¨® que su no a todo a alcanzado tales niveles que el senador republicano Mitch McConnell ha llegado a decir que ¡°la prioridad no es la seguridad de EE UU ni crear empleos¡± sino que ¡°Obama sea un presidente de un solo mandato¡±.
El recuerdo de Ronald Reagan fue perfectamente utilizado durante la noche. ¡°Como otro presidente dijo una vez: Ah¨ª lo tienen otra vez¡±. ¡°Desgraciadamente, la facci¨®n que hoy domina el Partido Republicano ve al Gobierno como el enemigo. Creen que ellos siempre tienen raz¨®n y que cualquier negociaci¨®n es una debilidad¡±.
No abandon¨® el escenario Clinton ¨Cacto que resisti¨® hasta el ¨²ltimo momento, incluso cuando Obama ya se lo llevaba ¨¦l segu¨ªa saludando y con ganas de m¨¢s¨C sin ofrecer un titular del mensaje simple y claro que los republicanos dejaron en Tampa durante su convenci¨®n. ¡°Le hemos dejado un desastre total [a Obama]. Pero no lo ha solucionado lo suficientemente r¨¢pido. As¨ª que lo mejor es despedirle y colocarnos nosotros otra vez¡±, finaliz¨®. A juzgar por lo vivido en Charlotte, y al margen de encuestas, eso no parece que vaya a pasar. ¡°Cuatro a?os m¨¢s¡±, rug¨ªa exigente la masa dem¨®crata.
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