Obama presiona a los Hermanos Musulmanes para contener la protesta
En una dura llamada telef¨®nica, el presidente de EE UU adviriti¨® a su hom¨®logo de Egipto de las consecuencias de una actitud ambigua
Tras una contundente llamada telef¨®nica del presidente Barack Obama, los l¨ªderes egipcios se emplearon el jueves en un complejo ejercicio de equilibrismo pol¨ªtico para tratar de salvaguardar la alianza de El Cairo con Washington, reconociendo t¨¢citamente que cometieron un error en su respuesta al ataque contra la embajada de Estados Unidos, que opt¨® por el gui?o al popular sentimiento antiamericano nacional antes que pronunciar una firme condena de la violencia.
Desatados por un v¨ªdeo grabado en EE UU que ridiculiza al profeta Mahoma, los ataques a la embajada pusieron al presidente Mohamed Morsi y a los Hermanos Musulmanes ante un dilema entre la necesidad de respaldar a Washington frente a los ataques, y la petici¨®n de muchos egipcios a desafiar a EE UU y defender el Islam, seg¨²n reconoci¨® un alto funcionario de la Hermandad.
Durante una llamada telef¨®nica de unos 20 minutos, Obama advirti¨® a Morsi de que las relaciones sufrir¨ªan un claro deterioro caso de que las autoridades egipcias no protegieran adecuadamente a los diplom¨¢ticos estadounidenses y condenaran firmemente los ataques antiestadounidenses.
La brecha creciente entre los Estados Unidos y Egipto se produce en un momento cr¨ªtico. Para la Administraci¨®n de Obama, es una prueba clave para descubrir si ha tenido ¨¦xito en los esfuerzos para apuntalar su influencia tras la revuelta que derroc¨® a Hosni Mubarak y hallar un terreno com¨²n con los nuevos l¨ªderes islamistas de un pa¨ªs que es uno de los ejes de la pol¨ªtica estadounidense en el Medio Este.
Para el nuevo presidente de Egipto, el dilema se convirti¨® r¨¢pidamente en una primera prueba de la capacidad de la Hermandad de hallar un equilibrio entre las presiones pol¨ªticas, los compromisos internacionales y su mandato religioso conservador, ahora que est¨¢ efectivamente en el poder en una nueva democracia.
"Estamos bajo presi¨®n desde ambas partes", dijo Gehad el-Haddad, portavoz de la Hermandad, reconoci¨® el jueves, mientras la formaci¨®n respond¨ªa tard¨ªamente con un discurso televisado presidencial, una carta al director de The New York Times, y una serie de mensajes simpat¨¦ticos dirigidos a aplacar a los funcionarios estadounidenses.
Despu¨¦s de d¨¦cadas enfocadas en disciplinar a sus propios miembros para sobrevivir en la clandestinidad, el liderazgo de la Hermandad todav¨ªa se est¨¢ ajustando a la alta visibilidad de la vida democr¨¢tica.
"Se dieron cuenta poco despu¨¦s del hecho del grado de secuelas que podr¨ªa tener con EE UU, y es por eso por lo que estamos viendo todas estas declaraciones conciliadoras de los l¨ªderes de la Hermandad ahora", dijo Shadi Hamid, director de investigaci¨®n del Centro Brookings de Doha, que sigue de cerca el grupo. "Morsi est¨¢ haciendo un baile dif¨ªcil".
Paralizado por las divergentes presiones, Morsi hab¨ªa quedado visiblemente en silencio mientras los manifestantes asaltaban la embajada estadounidense en El Cairo ¡ªun duro contraste frente a la ayuda, la contrici¨®n y la condena expresada por el nuevo gobierno de Libia, donde hombres armados prendieron fuego a una misi¨®n diplom¨¢tica estadounidense en Bengasi, matando al embajador J. Christopher Stevens y tres otros estadounidenses¡ª.
"El presidente dej¨® claro que estamos comprometidos con el proceso de cambio en Egipto, y que queremos seguir construyendo una relaci¨®n con el gobierno egipcio", dijo un alto funcionario de la Administraci¨®n estadounidense. "Pero dej¨® en claro lo importante que es que el Gobierno egipcio trabaje para disminuir la tensi¨®n, tanto en t¨¦rminos de la cooperaci¨®n pr¨¢ctica que nos dan y las declaraciones que hacen."
Obama inst¨® a Morsi a condenar p¨²blica y en¨¦rgicamente los ataques.
En b¨²squeda de un t¨¦rmino medio, Morsi apareci¨® en la televisi¨®n nacional, diciendo a los egipcios que era su "deber religioso proteger a los hu¨¦spedes", incluyendo sus embajadas y empresas. "S¨¦ que las personas que atacan las embajadas no representan a ninguno de nosotros ", dijo.
Morsi ofreci¨® sus condolencias por la muerte del embajador en Libia, y se comprometi¨® a presentar cargos contra los que hab¨ªan escalado las paredes de la Embajada en El Cairo. Al mismo tiempo, sin embargo, tambi¨¦n fue cuidadoso al subrayar la legitimidad de los reclamos de los manifestantes. "Todos rechazamos cualquier ofensa a nuestro Profeta Muhammad," dijo.
Para Obama, el temor es que la inicialmente tibia reacci¨®n de Egipto a los ataques pueda sentar un precedente peligroso, ya que la Administraci¨®n trata de encontrar su equilibrio con los gobiernos populistas que surgieron de las revueltas ¨¢rabes. Cualquier distanciamiento con Egipto podr¨ªa afectar la relaci¨®n de El Cairo con Israel.
La impaciencia de Obama con Morsi se deriva tambi¨¦n de la convicci¨®n del gobierno de Estados Unidos de haber apoyado s¨®lidamente el movimiento democr¨¢tico en la plaza Tahrir el a?o pasado.
Pero es tal vez la larga alianza de con el Ej¨¦rcito egipcio, y con Mubarak, lo que todav¨ªa est¨¢ en la mente de muchos de aquellos que se unen protestas anti-estadounidenses, sugieren expertos en pol¨ªtica exterior.
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