Merkel y Hollande evocan la uni¨®n de Europa en Alemania

Mantienen ¡°una relaci¨®n amistosa¡± y comparten la voluntad de liderar una mayor integraci¨®n europea, pero la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Fran?ois Hollande, no alcanzaron este s¨¢bado ning¨²n acuerdo concreto.

Tras un almuerzo conjunto en Ludwigsburg (sur de Alemania), Merkel insisti¨® en sus reticencias a la hora de acelerar la puesta en marcha de un organismo europeo de supervisi¨®n bancaria. Aun as¨ª, la canciller asegur¨® que los puntos de vista de ambos pa¨ªses ¡°no difieren¡±, porque ¡°no sirve de nada hacer algo r¨¢pidamente que no funcione, pero tampoco retrasarlo demasiado¡±.

En un encuentro conjunto con la prensa, Merkel hizo hincapi¨¦ en que los pa¨ªses europeos con problemas de deuda ¡°cumplan estrictamente con sus deberes nacionales¡± para consolidar sus presupuestos. Por la ma?ana, Merkel y Hollande se hab¨ªan dirigido con sendos discursos europe¨ªstas a unas 650 personas en el patio del palacio de Ludwigsburg.

La canciller recibi¨® en esa peque?a localidad suaba (12 kil¨®metros al norte de Stuttgart) al presidente Hollande, con quien inaugur¨® el a?o de celebraciones que conmemoran la reconciliaci¨®n entre ambos pa¨ªses tras la II Guerra Mundial. El 22 de enero de 2013 se cumplir¨¢n 50 a?os desde la firma del Tratado del El¨ªseo, con el que el presidente Charles de Gaulle y el canciller Konrad Adenauer acordaron cooperar en materia econ¨®mica, educativa, cultural y militar para enterrar definitivamente la enemistad entre ambos pa¨ªses.

El 9 de septiembre de 1952, De Gaulle se dirigi¨® en ese mismo lugar a varios miles de j¨®venes. Su discurso, enteramente en alem¨¢n, provoc¨® reacciones entusiastas. La primera visita de un jefe del Estado franc¨¦s a la Rep¨²blica Federal de Alemania concluy¨® as¨ª con un gran ¨¦xito. Merkel la record¨® destacando que entonces ¡°a¨²n no hab¨ªan pasado 20 a?os desde que Alemania desat¨® la II Guerra Mundial y el Holocausto¡±. ¡°Hoy¡±, dijo Merkel, ¡°los europeos estamos unidos, para nuestra fortuna¡±. Hollande destac¨® que Alemania y Francia conforman ¡°el coraz¨®n de Europa¡±. Pero se pregunt¨® si los l¨ªderes actuales ¡°tendr¨¢n la valent¨ªa de avanzar en la integraci¨®n de Europa¡±. La crisis de la deuda revela la vulnerabilidad econ¨®mica, pero tambi¨¦n es ¡°una crisis moral¡±. Europa corre peligro ¡°de que nuestros pa¨ªses caigan el escepticismo, en el ego¨ªsmo o en el populismo¡±. La respuesta, dijo entre aplausos, ¡°es la propia Europa¡±. No hay ¡°m¨¢s remedio que avanzar hacia su destino de integraci¨®n¡±.

Tanto Merkel como Hollande terminaron sus discursos en el idioma del otro.En el marco del encuentro, Merkel y Hollande hablaron sobre los planes de fusi¨®n de los gigantes de armamento europeo EADS (de capital alem¨¢n, franc¨¦s, espa?ol) y BAE Systems (brit¨¢nica). Hollande reconoci¨® que ¡°est¨¢ en juego mucho dinero¡± y Merkel asegur¨® que Berl¨ªn y Par¨ªs vigilaran la fusi¨®n. El consorcio resultante facturar¨ªa unos 73.000 millones de euros anuales y emplear¨ªa a unas 220.000 personas. Francia y Alemania buscan una posici¨®n com¨²n.La relaci¨®n entre ambos dirigentes es fr¨ªa desde que Hollande gan¨® las elecciones de su pa¨ªs, la pasada primavera.

La democristiana Merkel hab¨ªa apoyado p¨²blicamente a su predecesor y rival, el conservador Nicolas Sarkozy. Por su parte, el socialista Hollande visit¨® Alemania para debatir con los socialdem¨®cratas una posible oposici¨®n conjunta a las pol¨ªticas conservadoras del t¨¢ndem franco-alem¨¢n conocido como Merkozy.Merkel sell¨® con el entonces jefe del Estado franc¨¦s un pacto de silencio conservador respecto a Hollande, para tratar de minimizar las posibilidades de victoria del socialista. En vano.Varios meses y numerosos encuentros m¨¢s tarde, Merkel y Hollande llevan su relaci¨®n de trabajo sin mayores aspavientos. A diferencia de Sarkozy, ambos mandatarios entienden la pol¨ªtica como una actividad pragm¨¢tica y alejada de efusiones ret¨®ricas o sentimentales. La canciller suele hablar de su ¡°colaboraci¨®n buena y plena de confianza¡±, mientras el presidente se refiere habitualmente al ¡°deber¡± del mantener buenas relaciones con la potencia a la otra orilla del Rin.