Berlusconi renuncia a presentarse a las pr¨®ximas elecciones generales
El ex primer ministro anuncia su retirada supuestamente definitiva Se muestra dispuesto a apoyar a Monti para que siga al frente del Gobierno

Despu¨¦s de varios meses mareando la perdiz, Silvio Berlusconi ha decidido por fin no presentarse a las elecciones generales que se celebrar¨¢n en Italia la pr¨®xima primavera. Dada su afici¨®n a decir digo donde dijo Diego, el que fuera tres veces primer ministro (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011) ha tenido que insistir en que su adi¨®s va en serio, que esta vez no hay ¡°truco ni marcha atr¨¢s¡±. El l¨ªder del Pueblo de la Libertad (PDL) justifica su decisi¨®n en la necesidad de ¡°unir a los moderados del centroderecha¡± y no excluye apoyar al actual primer ministro, Mario Monti, para que siga al frente del Gobierno de Italia arropado por una gran mayor¨ªa.
Ahora se abren dos opciones. Dar por ciertos los motivos del adi¨®s esgrimidos por Berlusconi, o valorar otras posibilidades. Seg¨²n ha dicho el magnate en el programa televisivo Mattino Cinque, su decisi¨®n es ¡°absolutamente coherente¡± con su recorrido pol¨ªtico. Esto es: ¡°Entr¨¦ en pol¨ªtica en 1994, dejando mi profesi¨®n de empresario y me puse al servicio del pa¨ªs porque entonces, como ahora, exist¨ªa la hip¨®tesis de que Italia cayese en manos de una izquierda poscomunista y decid¨ª as¨ª englobar a todos los moderados¡±. Hay un ligero error en esa declaraci¨®n. Berlusconi no dej¨® su ¡°profesi¨®n de empresario¡±, sino todo lo contrario.
La pol¨ªtica result¨® ser un complemento muy nutritivo para su cuenta de resultados, que se calcula en 9.000 millones de euros. Utiliz¨® el Parlamento como una sastrer¨ªa de lujo para confeccionar leyes a la medida de sus empresas de comunicaci¨®n. Su paso atr¨¢s se produce despu¨¦s de una larga meditaci¨®n sobre su situaci¨®n electoral. Despu¨¦s de que su partido, el PDL, se haya venido abajo sepultado por mil casos de corrupci¨®n, Berlusconi ha optado por salvarse de la quema, hacerse a un lado e intentar vender su decisi¨®n como un acto patri¨®tico. Este ser¨ªa, pues, el verdadero motivo del adi¨®s de Berlusconi. Sus posibilidades de ¨¦xito como candidato a un cuarto mandato ¡ªenfrent¨¢ndose a los centristas que apoyan a Monti, a la izquierda y a las listas ciudadanas¡ª son pr¨¢cticamente nulas.
Hay todav¨ªa otra interrogante. Adem¨¢s de evitar el rid¨ªculo electoral, ?qu¨¦ otra cosa gana Berlusconi retir¨¢ndose? Despu¨¦s de tantos a?os expuestos a su poder y sus circunstancias, en Italia se da por sentado que Berlusconi no da gratis ni la hora. ?Qu¨¦ pretende ahora? Los peri¨®dicos italianos no descartan que, a sus 76 a?os reci¨¦n cumplidos, est¨¦ intentando obtener ¡°un salvoconducto¡±, una especie de pacto en lo oscurito ¡ªen eso es un genio¡ª para que los casos judiciales que lo circundan no terminen por llevarlo a prisi¨®n. No solo est¨¢ todav¨ªa pendiente la sentencia del caso Ruby ¡ªinducci¨®n a la prostituci¨®n de menores¡ª, sino que algunos de sus amigos m¨¢s cercanos y queridos como Marcello Dell¡¯Utri contin¨²an bajo investigaci¨®n por actuar de puente entre Berlusconi y la Mafia.
De ah¨ª que su adi¨®s no se antoje definitivo. Il Cavaliere necesita permanecer vigilante, moviendo los hilos de un partido que construy¨® a su imagen y semejanza. Basta fijarse en el perfil pol¨ªtico de su supuesto delf¨ªn, Angelino Alfano, de 41 a?os, a quien Berlusconi coloc¨® hace un a?o de secretario general, haci¨¦ndole creer a continuaci¨®n que ser¨ªa el pr¨®ximo candidato del PDL a primer ministro. Alfano, abogado de formaci¨®n y ministro de Justicia entre 2008 y 2011, se crey¨® el encargo y actu¨® como tal. Luego Berlusconi cambi¨® de opini¨®n, lo ech¨® a un lado y se puso de nuevo ¨¦l.
Aunque dicen que derram¨® unas l¨¢grimas en la intimidad, Alfano acept¨® sumisamente los designios del jefe y volvi¨® a ocupar el segundo lugar. Hasta que, ahora, Berlusconi anuncia de nuevo su adi¨®s. Pero, en vez de recuperar a Alfano, pretende que sea el l¨ªder del centro, Pier Ferdinando Casini, quien lidere una ¡°uni¨®n de los moderados¡± que gane a la izquierda y entregue despu¨¦s el poder a Monti. Alfano ha quedado reducido a un mensajero del capo, un ejecutor de sus designios, un empleado.
Durante los ¨²ltimos 20 a?os, Berlusconi ¡ªpor las buenas o por las malas¡ª ha segado cualquier posibilidad de que Italia tenga un centroderecha moderno y sensato. Ahora, en su agon¨ªa pol¨ªtica, busca moderados.
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