Hollande resiste a duras penas el electoralismo de Merkel
A tenor del poco inter¨¦s de los franceses por la UE, es casi una prueba de hero¨ªsmo el combate que dio Hollande a Merkel
La prensa francesa apenas habla hoy de la cumbre europea, y eso demuestra el inter¨¦s que tienen los franceses por los asuntos europeos. En esas condiciones, puede considerarse casi una prueba de hero¨ªsmo el que Fran?ois Hollande haya combatido hasta la madrugada con la canciller Merkel por los intereses de Espa?a y por mantener la palabra dada por la cumbre de junio para no retrasar la entrada en vigor de la uni¨®n bancaria y la supervisi¨®n conjunta de los 6.000 bancos y cajas europeos, que deb¨ªa estar activa el 1 de enero de 2013. Tras el choque con Alemania, Hollande y Merkel prefirieron ser pragm¨¢ticos y sellar un acuerdo de m¨ªnimos retrasando en un a?o la puesta en marcha de la uni¨®n bancaria, lo que permite a Merkel presumir de ego¨ªsmo ante sus electores m¨¢s eur¨®fobos y concede a Hollande el consuelo de ense?ar la botella medio llena afirmando en la ya habitual conferencia de prensa de madrugada que ¡°los Veintisiete dise?ar¨¢n un marco legal antes de fin de a?o¡± y que ¡°el Banco Central Europeo empezar¨¢ a crear el 1 de enero de 2013 los organismos y plantillas que se encargar¨¢n de la supervisi¨®n¡± a partir de 2014.
Una derrota dulce, si se quiere, pero derrota al fin y al cabo para un Hollande que, lejos de arrugarse ante el burdo electoralismo de la canciller, intent¨® hacer valer -con la ayuda de la Comisi¨®n Europea- dos ideas: que el BCE empiece a supervisar de forma progresiva y que Espa?a pueda acceder a ayudas directas a sus bancos lo antes posible. Alemanes y franceses admitieron finalmente que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) no estar¨¢ listo para inyectar dinero antes del segundo trimestre de 2013. Aunque fuentes francesas afirman que ¡°ser¨¢ necesario negociar un efecto retroactivo de esta decisi¨®n para asegurar a los mercados y evitar que Espa?a se vea perjudicada¡±.
Hollande sali¨® en defensa de los intereses espa?oles y se coloc¨® frente a los halcones de la triple A en la rueda de prensa. Dijo que Espa?a no debe ser castigada con nuevas condiciones si pide ayuda para sus bancos. ¡°Espa?a no ha pedido nada y a Espa?a no se le ha exigido nada. No ha habido debate sobre Espa?a. No hay raz¨®n de imponer nuevas condiciones que a?adir¨ªan aun m¨¢s austeridad a la austeridad cuando est¨¢ haciendo todos los esfuerzos necesarios¡±.
El presidente franc¨¦s puede volver a casa presumiendo de tres cosas: ha hecho frente a una Merkel que lleg¨® a Bruselas enrocada en los plazos para evitar dar la sensaci¨®n de que ayuda a los pecadores del sur antes de las elecciones; ha frenado los deseos de Berl¨ªn de nombrar un supercomisario que vigile los presupuestos nacionales asociando su existencia a los eurobonos, y ha conseguido que el BCE se ocupe no solo de los bancos sist¨¦micos sino tambi¨¦n de los regionales y las cajas de ahorro. Quiz¨¢ no sea mucho, pero es mejor no pensar lo que habr¨ªa pasado si hubiera sido Nicolas Sarkozy el negociador.
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