El arma secreta de Obama
La superioridad en el uso de la tecnolog¨ªa de la microsegmentaci¨®n, que facilita la personalizaci¨®n de los mensajes pol¨ªticos, facilitar¨¢ la reelecci¨®n
Para Franklin D. Roosevelt fue la radio. Y para John F. Kennedy, la televisi¨®n. Para la primera elecci¨®n de Barack Obama fue Internet y, en particular, Facebook. Es sabido que, en cada una de esas elecciones, una nueva tecnolog¨ªa contribuy¨® a la victoria del candidato que mejor la supo aprovechar.
?Cu¨¢l ser¨¢ la innovaci¨®n tecnol¨®gica que tendr¨¢ m¨¢s peso en determinar el ganador de las pr¨®ximas elecciones en EEUU? La respuesta es Data Mining, la miner¨ªa de datos, y m¨¢s concretamente el microtargeting o la microsegmentaci¨®n.
Entre los expertos existe el consenso de que, en este campo, el equipo de la campa?a electoral del presidente lleva una gran ventaja al de Romney. Es el arma secreta de Obama, y sus principales asesores est¨¢n convencidos de que, en una elecci¨®n tan re?ida como esta, la superioridad en el uso de estas tecnolog¨ªas va a ser el factor determinante en su reelecci¨®n.
La miner¨ªa de datos es una rama de las ciencias de la informaci¨®n que utiliza complejos algoritmos y m¨¦todos estad¨ªsticos para identificar los patrones que puedan existir en las enormes bases de datos que hoy en d¨ªa se acumulan gracias a las nuevas tecnolog¨ªas. Se trata de convertir esa informaci¨®n en conocimiento ¨²til para la toma de decisiones. En el mundo de la empresa privada, el data mining se usa hace tiempo y con gran sofisticaci¨®n. Cuando usted entra en Internet y aparece una publicidad, es probable que su contenido resulte del uso de estas tecnolog¨ªas. El mensaje espec¨ªfico es seleccionado de una lista de posibles anuncios, y la m¨¢quina escoge cu¨¢l enviarle a partir de un c¨¢lculo que se nutre de informaci¨®n sobre qui¨¦n es usted (mujer, 37 a?os, casada con hijos, vive en la ciudad X, barrio Y), qu¨¦ le gusta (ha comprado esto y aquello), qu¨¦ hace (visita regularmente las p¨¢ginas A y B en la Red) y la informaci¨®n extra¨ªda de una base de datos de personas con sus mismas caracter¨ªsticas, gustos y h¨¢bitos. Todo esto revela los patrones m¨¢s comunes sobre las motivaciones que determinan una decisi¨®n de compra en su segmento. As¨ª, la publicidad que usted recibe, apunta a sus motivaciones, posibilidades y deseos. Esto es el microtargeting: apuntar microm¨¦tricamente no a un mercado, al p¨²blico o a los votantes, sino a segmentos muy espec¨ªficos dentro de esas categor¨ªas.
En el mundo de la pol¨ªtica estas tecnolog¨ªas se hab¨ªan utilizado menos, pero ahora se han vuelto indispensables.
La ventaja de Obama en este campo se remonta a las elecciones primarias de 2007 y luego a su campa?a presidencial de 2008. Su candidatura atrajo a un n¨²mero sin precedentes de j¨®venes, novatos en pol¨ªtica pero magos en el uso de Internet. Terry McAuliffe, quien fuera el jefe del Partido Dem¨®crata, me dijo: ¡°Obama tiene a la mejor gente del mundo en el uso de Internet para campa?as pol¨ªticas. Lo s¨¦ porque lo sufr¨ª en carne propia: ?yo dirig¨ª la campa?a de Hillary en las primarias contra Obama! Eran extraordinarios. Y esa tecnolog¨ªa y esa gente ni siquiera son del partido. Son de la organizaci¨®n de Obama¡±.
Muchos de ellos son empleados a tiempo completo y provienen de empresas como Google, Facebook o Amazon. Actualmente, Harper Reed, antiguo hacker y exitoso vendedor de camisetas por Internet, dirige la operaci¨®n de data mining de Obama. No da entrevistas y sus actividades se mantienen en secreto. Pero ha montado la m¨¢s ambiciosa y eficiente estructura tecnol¨®gica para saber a qui¨¦nes acudir, qu¨¦ decirles y qu¨¦ pedirles (su voto, una donaci¨®n, los votos de sus amigos y familiares, hacer llamadas telef¨®nicas, un coche para llevar a la gente a votar, etc¨¦tera). De hecho, la tecnolog¨ªa les permite enviar mensajes distintos a dos personas de la misma familia y que viven en la misma casa.
En contraste, la campa?a de Romney, que tambi¨¦n hace un amplio uso de estas tecnolog¨ªas, depende m¨¢s de empresas privadas cuyos servicios el candidato utiliz¨® con ¨¦xito en sus tiempos de empresario.
La tasa de desempleo, el dinero del que los candidatos disponen para su campa?a y los SuperPacs, los comit¨¦s de acci¨®n pol¨ªtica que pueden dedicar enormes sumas de dinero a favor ¡ªo en contra¡ª de Obama o Romney; los debates, la personalidad de los candidatos y su oferta electoral son algunos de los factores que van a influir en qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente de EE UU. Y esta lista es a¨²n m¨¢s larga. Pero la capacidad para convertir informaci¨®n masiva y desordenada en conocimiento que aporta votos estar¨¢ muy en el tope de esa lista.
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