La polic¨ªa francesa reconstruye el asesinato de los Alpes

La polic¨ªa cient¨ªfica francesa ha concluido la reconstrucci¨®n del cu¨¢druple crimen de Chevaline, cometido el 5 de septiembre pasado al sur del lago Annecy, muy cerca de Suiza. Le Monde ha revelado este s¨¢bado el informe trasmitido desde la Gendarmer¨ªa Nacional a los jueces, y el documento afirma que un solo tirador acab¨® con las vidas de las cuatro v¨ªctimas, tres miembros de la familia brit¨¢nica de origen iraqu¨ª Al Hilli y un ciclista franc¨¦s.

Los investigadores escriben que el asesino actu¨® con ¡°gran determinaci¨®n y violencia¡±, y que us¨® un arma de coleccionista: una Luger que utilizaba el ej¨¦rcito suizo en los a?os veinte y treinta del siglo pasado. Este dato sugiere que el tirador no ser¨ªa un asesino a sueldo, pero no permite privilegiar ninguna pista, afirma el fiscal, que ha ordenado rastrear los clubes de tiro de la zona sin olvidar la conexi¨®n iraqu¨ª, que cobra nueva fuerza porque los servicios secretos alemanes creen que la herencia que provoc¨® las disputas entre el padre de familia asesinado y su hermano era la de Sadam Husein: el padre de los Al Hilli figuraba entre los herederos del exdictador, aunque finalmente fue eliminado de la lista de beneficiarios.

El informe policial establece que el crimen fue ejecutado en apenas cuatro minutos, con una excepcional sangre fr¨ªa y en circunstancias tan confusas que los investigadores ¡°no han logrado determinar todav¨ªa el orden, salvo con suposiciones, en que el asesino abati¨® a sus v¨ªctimas¡±, seg¨²n afirma el fiscal de Annecy, Eric Maillaud, en Le Monde.

La polic¨ªa no ha podido averiguar si el ciclista franc¨¦s Sylvain Mollier fue asesinado antes o despu¨¦s que la familia Al Hili, y esto supone que el m¨®vil contin¨²a siendo un misterio. Pero las pruebas recogidas han permitido atar los cabos que permiten reconstruir el estallido de violencia ocurrido en el id¨ªlico paraje alpino.

El asesino portaba una pistola Luger P06, la versi¨®n 7,65 mil¨ªmetros de la P08, que era arma reglamentaria del ej¨¦rcito suizo en los a?os veinte y treinta. El dato sugiere que el asesino podr¨ªa ser un tirador con mucha experiencia y residente en esa zona fronteriza con Suiza. La identidad del arma ha sido determinada al 100% porque la polic¨ªa encontr¨® fragmentos en el lugar de los hechos, lo que prueba que cay¨® al suelo; el problema es que los investigadores no saben c¨®mo, ni cu¨¢ndo ocurri¨® esto.

Parece claro, sin embargo, que el asesinato se produjo en varios actos y en zonas distintas del aparcamiento forestal donde se hallaron los cuatro cad¨¢veres. En un primer momento, sobre las 15.30 horas, el tirador dispar¨® hacia una zona donde se hallaban el ciclista franc¨¦s Sylvain Mollier, el ingeniero y turista brit¨¢nico Saad Al Hilli y la hija mayor de este, Zainab, de 7 a?os. La polic¨ªa supone que si la familia detuvo su BMW en el aparcamiento fue porque el ciclista no hab¨ªa recibido ning¨²n disparo. Mollier paseaba en una bicicleta de alta gama -cuesta m¨¢s de 5.000 euros-, y se sabe que no hab¨ªa visitado antes ese lugar, que le recomend¨® su cu?ada aquel d¨ªa.

La declaraci¨®n de Zainab ofrece algunas claves importantes. Seg¨²n su testimonio, la ni?a estaba fuera del coche con su padre cuando este le agarr¨® ¡°brutalmente¡± de la mano y la llev¨® corriendo hacia el veh¨ªculo. En este momento, las versiones difieren. Un investigador afirma a Le Monde que Saad Al-Hilli recibi¨® un balazo en la parte baja de la espalda mientras trataba de entrar en el coche, pero el fiscal lo desmiente. La ni?a no tuvo tiempo de entrar al veh¨ªculo, pero las marcas de los neum¨¢ticos indican que el padre s¨ª lo hizo e intent¨® efectuar una violenta marcha atr¨¢s para poner el coche en el sentido de la carretera y abandonar el lugar.

La autopsia del ciclista afirma que ten¨ªa un fuerte golpe en el t¨®rax, causado muy probablemente porque fue atropellado por el BMW durante la marcha atr¨¢s, lo que explicar¨ªa que el cuerpo de Mollier fuera encontrado a varios metros de su bicicleta. Durante esta maniobra, varias balas atravesaron el cristal derecho trasero del coche, alcanzando a una de las personas que estaba dentro. La polic¨ªa cree que la suegra de Al Hilli, su mujer y su hija peque?a, Zeena, de 4 a?os, siempre permanecieron en el asiento de atr¨¢s. La ni?a cont¨® que su madre le pidi¨® que se escondiese cuando sonaron los primeros disparos.

La marcha atr¨¢s acab¨® con el BMW chocando con un talud, lo que dej¨® las ruedas traseras suspendidas en el aire ¨Ccomo cont¨® el ciclista brit¨¢nico que descubri¨® el crimen- e impidi¨® la fuga de la familia. Mientras el coche retroced¨ªa, el asesino caminaba hacia el BMW sin dejar de disparar y fallando: se hallaron varias balas en el sotobosque, m¨¢s all¨¢ del coche, y en la carretera que lleva de Chevaline a Annecy. La polic¨ªa encontr¨® 25 casquillos, lo que significa que el tirador us¨® varios cargadores.

Entonces lleg¨® el segundo acto. Con el coche inmovilizado, el asesino mata a tres de los cuatro ocupantes dispar¨¢ndoles en la cabeza. La peque?a Zeena, escondida en las faldas de su madre, se salva. Los investigadores sostienen que el ciclista recibi¨® en ese instante otra ronda de disparos.

Enseguida, el asesino se dirige hacia la ni?a mayor, que est¨¢ herida de un balazo en el hombro, y le golpea en la cara con la pistola. ¡°Una violencia extrema, un encarnizamiento¡±, comenta el fiscal en Le Monde. En ese momento, algo parece frenar la fiebre del asaltante, porque decide dejar a Zaina gravemente herida.

A las 15.45, el ciclista William Brett Martin, exmiembro de la Royal Air Force, llega al aparcamiento en su bicicleta y encuentra a Zaina ¡°totalmente desorientada¡±. La tumba de lado y pide ayuda al servicio de emergencias por el m¨®vil. Son las 15.48. Todo pas¨® muy deprisa. Martin afirma que Mollier le adelant¨® en la carretera a las 15.15. Y a esa misma hora, los Al Hilli estaban haci¨¦ndose fotos en una aldea cercana. El fiscal, perplejo por la violencia del ataque y la complejidad del caso, dice: ¡°Todo es posible. Solo espero que esto no acabe sin que podamos poner la palabra fin¡±.

Para terminar de complicar las cosas, un nuevo elemento se acaba de sumar a la investigaci¨®n. Los servicios secretos alemanes han comunicado a la Gendarmer¨ªa francesa que han detectado un lazo entre la familia de Saad Al Hilli y el difunto exdictador iraqu¨ª Saddam Hussein. El padre de Saad figuraba en la lista de herederos, pero finalmente fue borrado de ella. ?Quiz¨¢ el conflicto entre Saad y su hermano se produjo por esta causa? Suiza ha informado de que Saad ten¨ªa en un banco local una cuenta con un mill¨®n de euros. Pero su abogado afirma a Le Monde que ¡°la idea de que ese dinero proceda de una herencia escondida de Hussein es pura fantas¨ªa¡±, y a?ade que ¡°la ¨²nica pista cre¨ªble se remonta a los fondos depositados por el r¨¦gimen iraqu¨ª durante el esc¨¢ndalo ¡®Petr¨®leo por alimentos¡¯¡±.