Como en un concierto de rock

No tengo la menor idea de qui¨¦n va a ganar el martes la elecci¨®n presidencial. Encuestas y apuestas juegan en favor de Obama. Pero las cifras son todas muy ajustadas, de forma que al final puede jugarse en un bolsillo de votos en uno de los estados considerados indecisos (swing states). No tengo ninguna duda, sin embargo, si juzgo a partir del instrumento m¨¢s impreciso y subjetivo, que es el de mi percepci¨®n directa de la imagen y la actuaci¨®n de los candidatos en los m¨ªtines a los que he podido asistir estos d¨ªas.

La imagen de Mitt Romney, su oratoria y gesticulaci¨®n, todo pertenece a este mundo, que tuvo sus tiempos de mayor fulgor y gloria en los a?os 50 y 60, los tiempos en que se sit¨²a la serie Mad Men. Pronuncia bien sus discursos, al igual como sabe debatir con eficacia e inteligencia, como saben hacerlo centenares de miles de estadounidenses educados desde ni?os en el arte de liderar, de mandar y hacerse obedecer, de convencer y persuadir; todos quieren ser presidentes cuando sean mayores.

Con la pol¨ªtica americana sucede como con la m¨²sica. La calidad de sus m¨²sicos, su n¨²mero, su talento, son infinitos. Pero solo unos pocos llegan y consiguen llevarse al p¨²blico entero. Romney es un excelente orador pol¨ªtico, pero del excelente mont¨®n de excelentes oradores pol¨ªticos que pueblan las c¨¢maras parlamentarias, la federal y la de los Estados, los gobiernos y, por supuesto, los tribunales, lugar de una especial oratoria y una especial persuasi¨®n no estrictamente pol¨ªtica pero pol¨ªticamente muy importante; sin contar, claro est¨¢, con el enorme talento oratorio que encontramos en los medios.

Barack Obama, en cambio, es una estrella del rock. Le vi anoche, casi de madrugada en un inmenso anfiteatro de Manasas, Virginia, al lado de otra estrella del rock llamada Bill Clinton. Un negro y un blanco, dos estrellas del rock ¨²nicas, que levantaron a un p¨²blico radicalmente distinto al que hab¨ªa visto en los m¨ªtines de Romney: hispanos, negros, asi¨¢ticos, muchos j¨®venes, muchas familias de todo tipo.

La bandera es la misma y luce de forma espectacular como fondo del escenario en los m¨ªtines de ambos partidos. Tambi¨¦n es el mismo el patriotismo que se exhibe en los m¨ªtines. Incluso la m¨²sica no difiere en exceso, m¨¢s country la republicana, m¨¢s rock la dem¨®crata. Es el p¨²blico, en buena correspondencia con los candidatos, el que difiere y refleja el ideal de sociedad que cada candidato tiene en su mente.

Romney es el candidato que m¨¢s se parece a como eran los Estados Unidos hasta ahora, mientras que Barack Obama es quien m¨¢s se parece a c¨®mo han empezado a ser y ser¨¢n en el futuro y a c¨®mo es ya el mundo global. Nada significa todo esto respecto a los resultados electorales. Si es una elecci¨®n tan cerrada, con los dos candidatos codo a codo, es porque en el conjunto del pa¨ªs hay todav¨ªa muchas dudas y resistencias sobre el camino que debe tomar.