Transdni¨¦ster, un territorio atrapado por la guerra fr¨ªa
Mosc¨² y Bruselas compiten por atraer a Moldavia a su esfera de influencia y del resultado depende el destino del Transdni¨¦ster
Menguan las esperanzas de resolver el conflicto territorial legado por la Uni¨®n Sovi¨¦tica en el Transdni¨¦ster, en la ribera izquierda del r¨ªo Dni¨¦ster. Esta regi¨®n, reconocida como parte del Estado de Moldavia por la comunidad internacional (incluida Rusia), se autoproclam¨® independiente en 1990 y, 22 a?os despu¨¦s, est¨¢ atrapada en una trasnochada guerra fr¨ªa y es reh¨¦n de la pugna entre dos proyectos estrat¨¦gicos en Europa.
Mosc¨² y Bruselas compiten por atraer a Moldavia a su esfera de influencia y del resultado depende el destino del Transdni¨¦ster, que durante siglos fue tierra de cosacos y campo de batalla de tres imperios, el otomano, el ruso y la mancomunidad de Polonia y Lituania. De Chisinau, la capital de Moldavia, a Tiraspol, la capital del Transdni¨¦ster, hay unos 87 kil¨®metros, pero esa distancia, que muchos recorren todos los d¨ªas, separa dos mundos y dos historias.
Chisinau se orienta hacia Bruselas y Tiraspol se orient¨® hacia Mosc¨² en tiempos del tozudo y autoritario Igor Smirnov, l¨ªder del Transdni¨¦ster durante m¨¢s de dos d¨¦cadas. Rusia ofrece gas a buen precio a Moldavia, si este pa¨ªs acepta un lugar junto a Kazajist¨¢n y Bielorrusia en la Uni¨®n Aduanera. La UE le ofrece una perspectiva real de ingreso tras un tratado de asociaci¨®n y una zona de libre comercio en 2013.
Yevgueni Shevchuk fue elegido presidente del Transdni¨¦ster a fines de 2011. Con ¨¦l, lleg¨® el relevo generacional y el deshielo en un conflicto congelado desde 1992 cuando el general ruso Alexandr L¨¦bed impidi¨® que Moldavia sometiera por las armas a los secesionistas. Desde entonces, la OSCE supervisa la zona de seguridad entre ambas riberas con ayuda de observadores ucranios y pacificadores militares (rusos, moldavos y del Transdni¨¦ster con un m¨¢ximo de 500 personas por parte). Adem¨¢s, Rusia tiene aqu¨ª una agrupaci¨®n militar formada por los restos del 14 Ej¨¦rcito, unos mil soldados responsables de viejos dep¨®sitos de municiones de la URSS. Pese a sus compromisos con la OSCE, Mosc¨² interrumpi¨® la retirada de esas municiones.
Shevchuk inici¨® una pol¨ªtica de ¡°peque?os pasos¡± hacia Chisinau e incluso fue al santuario ortodoxo del monte Athos, en Grecia, para rezar en compa?¨ªa del el jefe de Gobierno de Moldavia, Vlad Filat. Cuando el acercamiento fue evidente, el Transdni¨¦ster comenz¨® a retroceder, alegando que Moldavia no hab¨ªa respondido a sus gestos de apertura.
El Transdni¨¦ster carece de frontera con Rusia y sus comunicaciones a¨¦reas est¨¢n interrumpidas. As¨ª que los militares rusos tienen que transportar su equipo y efectivos por el territorio colindante de Ucrania. Por all¨ª les han llegado hace poco 20 camiones nuevos y, antes, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, vino y se fue v¨ªa Odessa, sin pasar por Chisinau. Moldavia se ha quejado discretamente a Kiev, afirman fuentes gubernamentales moldavas, seg¨²n las cuales Rusia ha enviado a la regi¨®n lanzagranadas, aparatos de visi¨®n nocturna, fusiles para francotiradores, adem¨¢s de organizar ejercicios de desembarco en el Dni¨¦ster. "Para superar el conflicto, hay que desmilitarizar la zona y no modernizar los restos del 14 Ej¨¦rcito, que l¨®gicamente deber¨ªa retirarse¡±, dice Iurie Leanca, el ministro de Exteriores moldavo.
En Tir¨¢spol, las autoridades admiten que se est¨¢ reparando el aeropuerto local. Por voluntad de Moldavia, este aer¨®dromo dej¨® de funcionar a principios de la pasada d¨¦cada. El motivo fue que los secesionistas imped¨ªan a los servicios de aduanas y los guardafronteras moldavos ¡°controlar el despegue, aterrizaje y carga de los aviones militares rusos¡±, explica un portavoz de Exteriores en Chisinau. Shevchuk ha dicho que se van a reanudar los vuelos, y los moldavos han advertido que el aeropuerto s¨®lo volver¨¢ a funcionar bajo su control.
El Transdni¨¦ster carece de frontera con Rusia y sus comunicaciones a¨¦reas est¨¢n interrumpidas
Los halcones de la pol¨ªtica exterior rusa ven el Transdni¨¦ster como una cu?a contra el avance de la OTAN en Europa. Parece ciencia ficci¨®n imaginar que estos parajes podr¨ªan albergar misiles rusos en respuesta al despliegue de elementos del escudo antimisiles norteamericano en Rumania. No obstante, Aleksandr Gutsul, oficial del ministerio del Interior del Transdni¨¦ster, recuerda que la URSS emplaz¨® una brigada de misiles de alcance medio y t¨¢ctico en la fortaleza de Bendery, que fue construida por los turcos junto al Dni¨¦ster en el siglo XVI. ¡°Los misiles, que se comenzaron a instalar en 1962, apuntaban hacia Europa Occidental y Turqu¨ªa, por eso esta fortaleza ha sido poco estudiada por los arque¨®logos¡±, puntualiza Gutsul, jefe de la secci¨®n hist¨®rica del ministerio.
Mosc¨² no quiere que Moldavia obtenga gratis el Transdni¨¦ster. As¨ª que en vez de subrayar lo que une ambas regiones los representantes rusos buscan lo que las separa. La ribera derecha del r¨ªo es parte de la antigua Besarabia rumana, que la URSS ocup¨® en virtud del pacto germano-sovi¨¦tico de 1939. La ribera izquierda, en cambio, fue conquistada por los rusos en el siglo XVIII y, en 1924 se convirti¨® en una autonom¨ªa subordinada a la Ucrania sovi¨¦tica, hasta que en 1940 Stalin la uni¨® a Besarabia para formar la Moldavia sovi¨¦tica (una de las 15 rep¨²blicas federadas en la URSS que fueron reconocidas como Estados en 1991-92).
La industrial Trandsni¨¦ster y la agr¨ªcola Besarabia, permanecieron juntas hasta la perestroika, cuando los moldavos, en busca de sus ra¨ªces, se proclamaron independientes de la URSS, restablecieron el alfabeto latino (en vez del cir¨ªlico) y quisieron unirse a Rumania. El Transdni¨¦ster, de mayor¨ªa poblacional eslava (rusa y ucraniana), reaccion¨® proclamando su propia independencia en 1990.
Los habitantes del Transdni¨¦ster esperaban una mejora econ¨®mica que no se ha producido
Las pasiones y la intolerancia entre las dos riberas se han suavizado con el tiempo. En el Transdni¨¦ster saben que el ¡°moldavo¡± con caracteres cir¨ªlicos que all¨ª ense?an es en realidad el rumano. En Moldavia, el ruso se habla en la calle, se usa en los medios de comunicaci¨®n y hay centenares de escuelas donde se imparte como lengua imprescindible para los emigrantes que parten hacia el Este. Por su constituci¨®n, Moldavia es hoy un pa¨ªs neutral, donde los sectores unionistas prorumanos no pasan del 10%, y con una ¨¦lite que aspira a su propio Estado dentro de la UE. Aunque el tratado de fronteras entre Chisinau y Bucarest est¨¢ en proceso de ratificaci¨®n, Mosc¨² insiste en que el ¡°expansionismo¡± rumano amenaza a Moldavia e incluso Ucrania. Con su presencia militar en el Transdni¨¦ster, Mosc¨² quiere asegurarse de que Moldavia no huir¨¢ hacia Rumania y la OTAN, tras incorporar el territorio secesionista.
Los defensores de la orientaci¨®n prorusa temen que Shevchuk, por inexperiencia o convicci¨®n, avance de forma irreversible hacia la fusi¨®n con Moldavia. El analista Andr¨¦i Saf¨®nov opina que ¡°la pol¨ªtica de peque?os pasos del presidente se ha traducido en concesiones unilaterales y dificulta el logro de la independencia real¡±. ¡°Lo mejor es renunciar a este rumbo y congelar de nuevo el conflicto¡±, dice.
La falta de frontera con Rusia dificulta en la pr¨¢ctica la orientaci¨®n prorusa avalada por diversos referendos locales (el ¨²ltimo en 2006). Pese a la posici¨®n oficial de Mosc¨² a favor de la integridad territorial de Moldavia, funcionarios rusos de alto nivel han comenzado a considerar el reconocimiento del Transdni¨¦ster como Estado si Moldavia abandona su neutralidad. Semejantes duplicidades tienen precedentes. Rusia dec¨ªa respetar la integridad territorial de Georgia hasta que acab¨® por reconocer como Estados a los territorios secesionistas de Osetia del Sur y Abjazia despu¨¦s de que Occidente reconociera Kosovo y las tropas rusas se enfrentaran a las georgianas en agosto de 2008.
Con Shevchuk en la presidencia, las ONG europeas tienen m¨¢s facilidades para trabajar en el Transdni¨¦ster. La UE ha incrementado la financiaci¨®n de medidas de confianza entre las dos riberas, de 12 millones de euros en 2012 a 28 millones, en 2013. Rusia, por su parte, complementa las exiguas pensiones locales y no exige a Tir¨¢spol que le pague la factura del gas (m¨¢s de 3.600 millones de d¨®lares anuales). Bruselas y Mosc¨² aseguran la supervivencia, pero no el desarrollo de la regi¨®n.
Los habitantes del Transdni¨¦ster esperaban una mejora econ¨®mica que no se ha producido. La emigraci¨®n se ha disparado hasta el punto de que resulta dif¨ªcil encontrar trabajadores para la industria local. En cambio, han llegado m¨¢s actores internacionales, funcionarios de los servicios de inteligencia militares de Rusia y representantes de las ONG occidentales especializadas en sociedad civil, aseguran fuentes en Tir¨¢spol, donde se ha inaugurado un centro de informaci¨®n norteamericano y va a abrirse otro europeo. En instituciones administrativas del Transdni¨¦ster han aparecido asesores rusos. En varias ocasiones, los negociadores de la regi¨®n, incluida la ministra de exteriores, Nina Shtanski, han rectificado sus posiciones tras consultar con los rusos, dicen medios informados.
Si el conflicto del Transdni¨¦ster se congela de nuevo, la cuesti¨®n es saber a quien beneficia la hibernaci¨®n. El monopolio de la exportaci¨®n de gas ruso, Gazprom, controla la empresa distribuidora de gas de Moldavia y los gasoductos de tr¨¢nsito. Como prueba de que reconoce la integridad territorial de este pa¨ªs
Adem¨¢s, como ¡°prueba¡± de que reconocen la integridad territorial de Moldavia, los rusos quieren cobrar a Chisinau el gas que suministran al Transdni¨¦ster, donde los grandes consumidores ¨C y deudores--de este combustible-- la central generadora de electricidad y la f¨¢brica metal¨²rgica-- son empresas pertenecientes a los rusos. ¡±Somos peque?os, pero no tontos¡±, dice el ministro Leanca.
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