Nuestro abismo
No s¨¦ por qu¨¦ le damos tantas vueltas al abismo fiscal que se abrir¨¢ bajo los pies de los ciudadanos de Estados Unidos el 1 de enero de 2013 cuando nosotros ya tenemos uno propio, el nuestro es probablemente mucho m¨¢s profundo y nos hemos ca¨ªdo con todo el equipo en sus profundidades desde hace ya al menos dos a?os. El fiscal cliff es la expresi¨®n que sirve para designar el momento en que se desencadenan dos mecanismos simult¨¢neos: una subida autom¨¢tica de impuestos y un recorte lineal del gasto p¨²blico. Tambi¨¦n podr¨ªamos traducir cliff por acantilado, precipicio o barranco, una forma de se?alar que jugamos a la gallina o al cobarde: dos autos que compiten a ver quien frena m¨¢s tarde en una carrera hacia el vac¨ªo. Es lo que va a suceder dentro de 50 d¨ªas si la victoria de Obama sobre Romney no hace cambiar de posici¨®n a los congresistas republicanos, permanentes objetores de conciencia a cualquier aumento de impuestos que afecte, sobre todo, a los m¨¢s ricos.
En Estados Unidos los ciudadanos han tenido la suerte de poder discutir sobre estos temas durante la campa?a presidencial, incluyendo las primarias republicanas, en las que la apetencia por el estado m¨ªnimo y por la fiscalidad, a ser posible nula, se expres¨® de forma tan contundente como para que los electores tomaran nota. Esa es una de las explicaciones de la victoria de Obama, no la ¨²nica: resulta que la mayor¨ªa de los electores no quiere un Estado m¨ªnimo y desentendido de la suerte de los ciudadanos. De ah¨ª que la reacci¨®n del presidente elegido por segunda vez haya sido anunciar la subida de impuestos a los m¨¢s ricos, esos que siempre consiguen escaparse de rositas en Europa, en Espa?a y en Catalu?a: s¨ª, saquemos de paso y como colof¨®n la situaci¨®n de la econom¨ªa catalana ya que estamos en campa?a electoral y, enorme paradoja, a la vez en nuestro abismo fiscal, intervenidos hasta las cejas, y a punto de la plenitud nacional seg¨²n anuncia Ulises Mas en su marcha hacia la ?taca del Estado independiente.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.