Sarkozy declara durante doce horas ante los jueces del ¡®caso Bettencourt¡¯
El expresidente franc¨¦s se libra, de momento, de la imputaci¨®n por supuesta financiaci¨®n ilegal de su campa?a en 2007 Se investiga si pudo aprovecharse de la senilidad de la due?a de L'Or¨¦al
Hoy ha empezado en Burdeos lo que en Francia se conoce como ¡°la tercera vuelta de las presidenciales¡±. Tras caer derrotado en los dos turnos de las elecciones de mayo, el expresidente Nicolas Sarkozy se ha convertido hoy en el segundo gran mandatario de la V Rep¨²blica, tras su antecesor Jacques Chirac, que comparece ante los jueces. Sarkozy, al que una encuesta dio el 52% de las preferencias de los franceses para presidir otra vez a su partido, ha pasado el d¨ªa entero en el palacio de Justicia. Ha llegado en torno a las 08.15 (hora local) en un coche con los cristales tintados para evitar ser visto, y ha declarado durante m¨¢s de doce horas. Los magistrados no han imputado a Sarkozy y le han otorgado un estatuto m¨¢s ben¨¦volo, el de testigo asistido, que le permite comparecer con un abogado. Si el juez no encuentra nuevos cargos en las pr¨®ximas semanas, Sarkozy se librar¨¢ de ir a juicio.
Los jueces exigen a Sarkozy aclaraciones sobre el presunto ¡°abuso de debilidad¡± sufrido por la anciana heredera del imperio cosm¨¦tico L'Or¨¦al, Liliane Bettencourt, porque sospechan que pudo dar origen a una presunta financiaci¨®n ilegal de su campa?a presidencial en 2007.
El juez instructor, Jean-Michel Gentil, que se encarga de la rama pol¨ªtica de un esc¨¢ndalo que apasiona a los franceses desde hace un lustro, sospecha que Sarkozy y su entorno se aprovecharon de la senilidad de Bettencourt, una multimillonaria nonagenaria y la tercera fortuna de Francia, para sufragar la campa?a que les llev¨® al El¨ªseo.
El caso se abri¨® por una denuncia de la hija de Bettencourt, Fran?oise Meyers, a ra¨ªz de unas cintas grabadas por el mayordomo de su madre, lo que con el tiempo produjo la apertura de varios procesos judiciales. Inhabilitada el a?o pasado a petici¨®n de su hija, la anciana ha declarado varias veces que tanto ella como su marido aportaron siempre fondos a la UMP, el partido de Chirac y Sarkozy.
El juez sospecha que el
equipo del expresidente
se aprovech¨® de la senilidad
de la heredera de L'Or¨¦al
para sacarle dinero
La sospecha de financiaci¨®n ilegal fue aventada en 2010 por la excontable de Bettencourt, Claire Thibout, quien declar¨® a la polic¨ªa que el administrador de la fortuna, Patrice de Maistre, le pidi¨® 150.000 euros a principios de 2007 porque, seg¨²n le dijo, deb¨ªa d¨¢rselos a Eric Woerth, tesorero de la campa?a de Sarkozy ¡ªpara la que recaud¨® m¨¢s de 9 millones de euros¡ª, adem¨¢s de ministro de Hacienda y de Trabajo.
De Maistre, miembro del Primer C¨ªrculo, que agrupa a los grandes donantes de la UMP, y amigo de Woerth, admiti¨® ante los jueces haber evadido al menos cuatro millones de euros hacia una cuenta suiza de Bettencourt. Woerth es hasta hoy la ¨²nica v¨ªctima pol¨ªtica del esc¨¢ndalo, tras salir del Gobierno Fillon en oto?o de 2010.
Sarkozy tiene por delante otras posibles causas judiciales. El martes, la fiscal¨ªa abri¨® una investigaci¨®n sobre los sondeos encargados por el El¨ªseo entre 2007 y 2012, a ra¨ªz de la denuncia de una asociaci¨®n anticorrupci¨®n que acusa al ex jefe del Estado de desviar fondos p¨²blicos al encargar costosas encuestas de ¡°inter¨¦s privado o partidista¡±, que beneficiaron a la empresa de uno de sus consejeros m¨¢s cercanos, el ultraderechista Patrick Buisson.
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