Mueren siete personas en un tiroteo en una cl¨ªnica est¨¦tica de Guatemala
El Gobierno cree que el objetivo del ataque era un narco en lucha con otros bandos De acuerdo con la versi¨®n oficial el criminal habr¨ªa salido con vida
En un ataque sincronizado con la precisi¨®n de comandos militares altamente especializados, siete hombres fueron asesinados en Guatemala al filo de las dos de la tarde del jueves en una cl¨ªnica de cirug¨ªa est¨¦tica situada en la exclusiva zona 15 de la capital.?
De acuerdo al ministro del Interior, Mauricio L¨®pez Bonilla, investigaciones de inteligencia de la Polic¨ªa permiten afirmar que el blanco del ataque era Jairo Orellana Morales, uno de los narcotraficantes que disputa con otros carteles las rutas de la droga hacia Estados Unidos, y quien sali¨® milagrosamente ileso y escap¨® del lugar.
La Polic¨ªa, con ayuda de c¨¢maras de v¨ªdeo colocadas para la vigilancia en el sector, pudo determinar que los atacantes llegaron a bordo de cinco coches de modelo reciente y alta cilindrada.
En las afueras de la cl¨ªnica, un primer grupo neutraliz¨® a tres de los guardaespaldas que cuidaban la entrada al centro. Nada m¨¢s ingresar fueron abatidos a tiros dos que cuidaban el vest¨ªbulo y un tercero que vigilaba las escaleras. Una s¨¦ptima v¨ªctima, que cuidaba la puerta del despacho donde su jefe era tratado, intent¨® refugiarse en una cl¨ªnica vecina, donde fue abatido al ser confundido con Jairo Orellana, extremo que permiti¨® a ¨¦ste salvar la vida.
Al o¨ªr los disparos, los integrantes del grupo que manten¨ªa como rehenes a los guardaespaldas que vigilaban la entrada, los obligaron a hincarse de rodillas y les dispararon a la cabeza. Seg¨²n vecinos del sector, toda la operaci¨®n habr¨ªa durado alrededor de 90 segundos. Los atacantes escaparon a toda velocidad con rumbo no establecido.
De acuerdo con la versi¨®n oficial, los atacantes utilizaron armas de asalto como fusiles AK-47 y AR-15, as¨ª como pistolas autom¨¢ticas de calibres 9 mil¨ªmetros y .45, cuyos cascabillos quedaron dispersos en toda la zona del ataque.
Hasta el momento, cuatro de los siete asesinados, todos escoltas del narcotraficante, continuaban sin ser identificados. Entre los guardaespaldas que portaban documentos est¨¢ Santiago Coc Cac, antiguo agente del departamento antinarc¨®ticos de la polic¨ªa y quien, al ser dado de baja, se abr¨ªa asociado a los carteles de la droga.
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