¡°La reconstrucci¨®n de Hait¨ª debe empezar por el alma y la dignidad de los haitianos¡±
El presidente de Hait¨ª anuncia en esta entrevista que, tras el hurac¨¢n Sandy, va a iniciar una gira mundial de recaudaci¨®n de fondos para paliar la deforestaci¨®n
Su biograf¨ªa pol¨ªtica, de apenas dos a?os, compite con su lista de ¨¦xitos. Michel Joseph Martelly (Puerto Pr¨ªncipe, 1961) fue el cantante m¨¢s famoso de Hait¨ª antes de convertirse en jefe del Estado en mayo de 2011. Es presidente de un pa¨ªs donde ¡°una mayor¨ªa siempre ha sido dejada de lado¡±, una mayor¨ªa miserable, y tiene un discurso pol¨ªtico inevitablemente preciso, medido en d¨®lares. Un pa¨ªs que encadena desgracias, la ¨²ltima hace un mes, cuando fue arrasado por el hurac¨¢n Sandy. Hait¨ª necesita ayuda. Mucha. Pero Martelly quiere acabar con la imagen de pa¨ªs pedig¨¹e?o. Ve un pa¨ªs orgulloso, con capacidades propias. Fue el primer presidente haitiano en acudir a una Cumbre Iberoamericana, el pasado d¨ªa 16 en C¨¢diz, donde fue aceptado como miembro observador.
Pregunta. ?Qu¨¦ les hace falta? ?Cu¨¢l es su prioridad?
Respuesta. En la campa?a me compromet¨ª a entregarme a cinco prioridades: empleo, educaci¨®n, medio ambiente, energ¨ªa y Estado de derecho. Hay muchos avances en la educaci¨®n. Porque para m¨ª la reconstrucci¨®n de Hait¨ª comienza por la reconstrucci¨®n de los hombres y mujeres haitianos, del alma haitiana, la dignidad haitiana. Pero los dos ¨²ltimos huracanes nos hicieron darnos cuenta de que era importante tambi¨¦n invertir en medio ambiente, para lo que no hab¨ªamos previsto un presupuesto importante. Son las debilidades que estoy notando en un pa¨ªs que ha sido dejado de lado los ¨²ltimos 100 a?os. Nuestra cobertura forestal est¨¢ en menos de un 5%. Una simple lluvia, y las aguas inundan los llanos, las ciudades y los cultivos. Se pierde ganado, se pierden las cosechas y se inundan las ciudades. Las casas de los m¨¢s vulnerables se van. Necesitamos reforestar. Hay que trabajar sobre los barrancos. Hait¨ª es un pa¨ªs monta?oso y tenemos miles de barrancos. Por ejemplo, alguno que ten¨ªa 20 metros de ancho, ahora mide m¨¢s de 100 por falta de mantenimiento. Volver a ponerlo a 10 metros de ancho, solo en un tramo de seis kil¨®metros, para evitar inundaciones, cuesta 50 millones de d¨®lares. El barranco tiene en total m¨¢s de 30 kil¨®metros de largo. Es decir, en un solo barranco son cientos de millones de d¨®lares, y estamos hablando de miles de barrancos. Necesitamos un plan. Ya habl¨¦ con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo para que hagan una evaluaci¨®n. Con el plan aprobado, la pr¨®xima misi¨®n ser¨¢ hacer una gira mundial. Pa¨ªses que han hecho promesas a Hait¨ª despu¨¦s del terremoto de 2010 y que no han cumplido, van a estar en la lista. As¨ª que mi pr¨®xima misi¨®n es dar la vuelta al mundo para encontrar fondos. Ser¨¢ una misi¨®n muy dif¨ªcil, porque necesitamos una cantidad sumamente grande.
P. Dentro del pa¨ªs, ?tiene usted suficientes apoyos para desarrollar su programa? Me refiero a las instituciones, los jueces, la polic¨ªa o los partidos.
R. Las fuerzas internas del pa¨ªs existen. Algunas son d¨¦biles, otras todav¨ªa no se han implementado, pero tenemos la ventaja de tener un presidente fuerte, popular, con un compromiso firme y un coraje extraordinario. Es un presidente que siempre fue un ganador. Fue artista y durante dos d¨¦cadas n¨²mero uno en su pa¨ªs. No es por casualidad que se llega al n¨²mero uno. Hace falta compromiso, disciplina y savoir faire. Un presidente que nunca estuvo en un partido, que se mete a la pol¨ªtica y a la primera, gana. Tal vez no es el m¨¢s fuerte, puede no ser un experto en los ¨¢mbitos en los que quiere actuar. Pero al menos est¨¢ seleccionando buenos socios. Identifica a los expertos y los contrata, eso le permite ganar.
P. ?Utilizan su pasado como artista para dudar de su capacidad como presidente?
R. Ni siquiera les hace falta mi pasado de artista. Para la oposici¨®n es natural. Pero para tener ¨¦xito hay que superar estos obst¨¢culos. Ya tengo costumbre. No me concentro en lo que hace o dice la oposici¨®n. Si uno se fija en eso, pierde el foco. Yo tengo un objetivo, quer¨ªa llegar al poder porque ten¨ªa un sue?o. Como artista, yo habr¨ªa contestado a los que me critican. Pero como presidente, para evitar echar le?a al fuego, ignorar¨¦ lo que dicen. Estoy aqu¨ª para realizar este trabajo. He prometido a mi pueblo que voy a tener ¨¦xito. Lo que se promete debe hacerse.
P. ?Ser¨¢ suficiente un solo mandato?
R. En absoluto. Incluso dos mandatos no ser¨ªan suficientes cuando se ve la dimensi¨®n de nuestras debilidades. Hay que pensar en un plazo de 25 o 30 a?os para poder gozar de los resultados de lo que estamos haciendo. Mandar a m¨¢s de un mill¨®n y medio de ni?os a la escuela es una victoria para m¨ª y para Hait¨ª. Pero Hait¨ª gozar¨¢ de ella dentro de 20 a?os, cuando estos ni?os terminen la universidad y sean altos funcionarios que puedan trabajar y desarrollar nuestras instituciones. Un simple mandato de cinco a?os es bueno para cambiar la direcci¨®n de las cosas, para romper la tradici¨®n, lo que se hac¨ªa antes. Hablamos de un pa¨ªs donde la tasa de desempleo es del 80% y el 85% de las escuelas son privadas. Nuestro programa hace que tengamos de nuestra parte a este 80% y los que no pueden ir a la escuela. Eso nos facilita las cosas. Tenemos con nosotros una gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n que entiende que hay que sufrir un poco para ir en la buena direcci¨®n.
P. Se ha referido a ¡°lo que se hac¨ªa¡±, la ¡°tradici¨®n¡± pol¨ªtica de Hait¨ª. ?Puede explicarlo?
R. Cuando dije lo que se hac¨ªa, hablaba de lo que no se hac¨ªa. No han protegido nuestros bosques, no hemos impedido la deforestaci¨®n, impedir a nuestros campesinos que corten los ¨¢rboles, no hemos impedido la construcci¨®n an¨¢rquica o que los padres de familia no enviaran a sus hijos a la escuela. No hemos pensado Hait¨ª. No hemos pensado en los m¨¢s vulnerables, en luchar contra la pobreza extrema, en defender el Estado de derecho, no hemos fortalecido las instituciones. El Estado demostr¨® no ser responsable. Eso es lo que se hac¨ªa.
P. ?Se puede esperar alg¨²n tipo de ajuste de cuentas con anteriores responsables en Hait¨ª?
R. A nosotros nos interesa el futuro. Pod¨ªamos pasar nuestro peque?o mandato juzgando a la gente, pero creo que hay que pasarlo en la reconciliaci¨®n, cambiando nuestro comportamiento, fortaleciendo el Estado de derecho de la justicia para que lo que se hac¨ªa en el pasado no se repita. Habr¨ªa que juzgar a todo el pa¨ªs. A los responsables pasados y a los presentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.