Una cita con Bol¨ªvar
Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas vive obsesionado por la historia pasada y futura, mientras, seg¨²n una analista, en sus filas hay quienes se empinan sobre el lecho del enfermo a dentelladas
La confirmaci¨®n de que Hugo Ch¨¢vez no est¨¢ curado convierte las elecciones a gobernadores y alcaldes del d¨ªa 16 en segunda vuelta de las presidenciales, que el presidente venezolano gan¨® c¨®modamente a Henrique Capriles el 7 de octubre. Y si esas elecciones fueron un plebiscito sobre el propio l¨ªder bolivariano, las regionales van a serlo sobre el chavismo. Como todos los dirigentes impregnados de Mes¨ªas, aquellos que tienen una conexi¨®n especial con su pueblo, en este caso m¨¢s ¨¦tnica y de clase que tel¨²rica, no ha designado sucesor que se le compare. Nicol¨¢s Maduro, para quien Ch¨¢vez ha pedido ya el voto, es un reflejo conciliador, sindicalizado, y de m¨ªstica fidelidad al jefe.
??Y cu¨¢l es ese legado hist¨®rico, falte o no falte Ch¨¢vez a sus autoproclamadas citas con la historia? Desde 1999 el Gobierno ha expropiado 3,6 millones de hect¨¢reas distribuidas entre 2.340 predios en favor de unos 175.000 agricultores, en los 23 Estados del pa¨ªs; y ha creado las misiones que desde la sanidad a la educaci¨®n pasando por la subsistencia diaria han permitido a las clases secularmente desfavorecidas saber de cerca, por ejemplo, qu¨¦ es un dentista, y, en general, a la mitad de abajo de la pir¨¢mide de poblaci¨®n tener expectativas de mejora que no habr¨ªan so?ado antes de la epifan¨ªa bolivariana. Pero tambi¨¦n es Venezuela el pa¨ªs percibido por la opini¨®n latinoamericana como m¨¢s corrupto de la regi¨®n, seg¨²n Transparencia Internacional; una inflaci¨®n que desde hace una d¨¦cada supera el 20% y que en 2011 fue del 28%, y el d¨®lar, cambio oficial ¡ªy por tanto solo cuesti¨®n de fe¡ª a 4,3 bol¨ªvares, que concede a los ciudadanos derecho a un m¨¢ximo de 2.500 d¨®lares para gastos en el exterior; y, finalmente, una criminalidad que solo cede ante los campeones mundiales de la violencia, siempre en Am¨¦rica Central.
Los gobernadores de los siete Estados que mantiene la oposici¨®n repiten como candidatos y de ellos dos son cruciales. Miranda, que comprende parte de Caracas, donde el l¨ªder del antichavismo unificado, Henrique Capriles, se juega al ser o no ser contra El¨ªas Jaua, exvicepresidente, y Zulia, el Estado petrolero, donde Pablo P¨¦rez tratar¨¢ de reivindicar la masa de opini¨®n probablemente m¨¢s antichavista de toda Venezuela. Aunque la enfermedad ha impedido a Ch¨¢vez hacer campa?a, de la importancia que concede a los comicios da cuenta el hecho de que ha destacado a cuatro ministros, entre ellos el poderoso monolito de Interior, Tarek el Aissami, que concurre en Aragua; y el de Defensa, general Henry Rangel, que se batir¨¢ el cobre en Trujillo. Finalmente, en Barinas estado natal del presidente, su hermano mayor, Ad¨¢n, presunto ide¨®logo pluscuamarxista y consejero ¨¢ulico, opta asimismo a la relecci¨®n all¨ª donde solo se concibe que la gobernaci¨®n permanezca en manos de la dinast¨ªa. Ante ese panorama, el multimillonario Capriles Radonski desaparece si pierde, y cualquier retroceso en el n¨²mero de gobernaciones que defiende la oposici¨®n dar¨ªa esperanzas al chavismo de no extinguirse con su jefe.
Genio y figura, Ch¨¢vez ha obrado ante su cuarta operaci¨®n y viaje n¨²mero 12 a La Habana, con su desparpajo habitual, nombrando sucesor sin consultar a nadie a su ministro de Exteriores y vicepresidente, Nicol¨¢s Maduro, al que ha tenido siempre junto a s¨ª como una compresa, mientras sigue sin deletrear el mal preciso que le aqueja. Como dice, en conversaci¨®n con el periodista, la polit¨®loga Milagros Socorro, su comparecencia del viernes pasado para reconocer el progreso inexorable del mal: ¡°no tuvo la finalidad de decir la verdad, sino de hacer una desesperada imploraci¨®n por la unidad de sus filas, en las que hay quienes se empinan sobre el lecho del enfermo para lanzarse dentelladas¡±. La analista venezolana pensaba en Diosdado Cabello, otro golpista veterano, bien implantado en el Ej¨¦rcito, y de manufactura m¨¢s pulida que Maduro, al que cuesta creer que haya complacido el ucase de Miraflores.
Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas vive obsesionado por la historia, pasada y futura, y en tiempos mejores hab¨ªa jalonado su inagotable presidencia de citas consigo mismo y el pante¨®n independentista. Fiel a sus palabras de que ¡°la patria solo nace¡± con su gobernaci¨®n, quer¨ªa dar su obra por cumplida al menos con otros dos resonantes memoriales: en 2021 para el 200 aniversario de la batalla de Carabobo, que liber¨® de realistas la tierra caraque?a, y como traca final conmemorativa, 2030, a dos siglos de la muerte de su inspiraci¨®n votiva, Sim¨®n Bol¨ªvar, el Libertador. Hoy no est¨¢ claro que pueda acudir a tanta cita.
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