La redenci¨®n de un pa¨ªs pasa por las urnas
Una clara derrota de Berlusconi permitir¨ªa cerrar y superar una era
El regreso de Silvio Berlusconi a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica ha puesto en fibrilaci¨®n a Italia y a Europa. Sus llamaradas populistas agitan a los mercados e inquietan a los socios de la UE; su nueva condici¨®n de candidato a primer ministro entorpece los procesos penales a los que est¨¢ sometido; y el abrupto fin del Gobierno de Monti deja inacabadas importantes reformas que se estaban tramitando. Pero entre estas ¡ªy varias otras¡ª consecuencias negativas del regreso de Il Cavaliere se halla una gran oportunidad para Italia: cerrar este gris cap¨ªtulo de su historia en las urnas. Sepultarlo bajo monta?as de papeletas electorales.
En el ¨²ltimo a?o, el Gobierno de Mario Monti ha devuelto a Italia parte del prestigio perdido durante la par¨¢bola berlusconiana. Antes que con sus reformas ¡ªcuyos contenidos se pueden compartir m¨¢s o menos¡ª, restableciendo la primac¨ªa de la seriedad y la decencia en la vida p¨²blica. Pero, por muy ben¨¦fica que fuera, se ha tratado de una cura impuesta desde arriba, desde el exterior: Berlusconi cay¨® hace un a?o por un h¨¢bil juego de palacio tejido entre el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, destacados l¨ªderes europeos, e importantes figuras de la sociedad civil italiana. Ahora, Italia tiene la oportunidad de autosuministrarse la vacuna, por libre elecci¨®n de la ciudadan¨ªa. Ese es el mejor anticuerpo ante el virus del populismo.
La importancia de la oportunidad reside en que Italia no eligi¨® a Berlusconi tres veces (1994, 2001 y 2008) porque fuera hipnotizada por sus cadenas de televisi¨®n; sino, sobre todo, por un aterrador ejercicio de cinismo social. No le vot¨® porque no se daba cuenta; sino a pesar de ello. Importantes segmentos de la sociedad italiana ¡ªespecialmente en el rico y cultivado norte¡ª le apoyaron porque, en definitiva, por debajo de lo grotesco y de lo indecente, defend¨ªa sus intereses, por ejemplo en materia fiscal o de pol¨ªtica migratoria.
Ahora hay una oportunidad para expiar ese pecado. No es lo mismo equivocarse una vez por una trampa medi¨¢tica, que hacerlo tres veces con conciencia e intenci¨®n. Las urnas son una posibilidad de redenci¨®n. Una clara derrota electoral de Berlusconi permitir¨ªa al pa¨ªs no solo cerrar definitivamente una era, sino superarla. Aunque Il Cavaliere logre entrar en el pr¨®ximo Parlamento y entorpecer sus procesos, una derrota ¡ªuna consistente capa de papeletas¡ª ser¨ªa el mejor cierre para ese b¨¢ratro. La voluntad expl¨ªcita de la ciudadan¨ªa ser¨ªa la manera m¨¢s digna para cambiar de p¨¢gina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.