Alemania impone su visi¨®n para una uni¨®n bancaria de m¨ªnimos
El acuerdo sobre el supervisor ¨²nico europeo es un primer paso importante, pero deja fuera algunas de las propuestas m¨¢s ambiciosas por expreso deseo de Berl¨ªn
¡°Acuerdo hist¨®rico¡± y ¡°luz al final del t¨²nel¡± son dos sintagmas que deber¨ªan estar terminantemente prohibidos en la alta pol¨ªtica europea a juzgar por los acontecimientos de los tres ¨²ltimos a?os. Los ministros de Econom¨ªa y Finanzas de los Veintisiete, reunidos en un maratoniano Ecofin en Bruselas, han acordado in extremis esta madrugada la creaci¨®n del supervisor bancario ¨²nico, que cede poderes de control sobre los bancos a Fr¨¢ncfort, la sede del cada vez m¨¢s poderoso Banco Central Europeo (BCE). Y s¨ª, inevitablemente ha habido quien ha saludado las conclusiones del Ecofin con el inevitable ¡°acuerdo hist¨®rico¡± que supone una luz al final del t¨²nel: el comisario europeo Michel Barnier. Se trata de un paso adelante, probablemente el m¨¢s f¨¢cil por aquello de que el diablo est¨¢ en los detalles y la Uni¨®n tiene siempre la habilidad de dejar los diab¨®licos detalles para m¨¢s adelante, pero con varios lastres; con el freno de mano puesto. B¨¢sicamente, han triunfado rotundamente las tesis alemanas: demoras respecto al calendario inicial y mucha, mucha menos ambici¨®n de la que se supon¨ªa tras el acuerdo de los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de junio. Pero un buen primer paso al cabo. Este es un sucinto resumen, una comparativa entre las expectativas que alumbraron los l¨ªderes en la decisiva cumbre de junio y lo que han reinterpretado los ministros de Finanzas, bajo la batuta del alem¨¢n Wolfgang Sch?uble, a lo largo de 14 noct¨ªvagas horas en Bruselas. Pero el mejor resumen de lo sucedido lo ha hecho esta ma?ana la canciller Angela Merkel en dos tiempos. Primer golpe: ¡°No se puede sobrestimar la importancia de este acuerdo¡±. Segundo y definitivo: ¡°Hemos logrado asegurar las peticiones fundamentales de Alemania¡±.
150 bancos, quiz¨¢ 200 de 6.000: gana Alemania por goleada. La Comisi¨®n Europea, Francia, Italia y Espa?a quer¨ªan que el supervisor ¨²nico controlara todos los bancos de la eurozona, unas 6.000 entidades. Alemania se ha opuesto con fiereza para mantener bajo la ¨®rbita del Bundesbank a sus cajas locales (sparkassen) y regionales (landesbanken), que albergan en sus entra?as toneladas de basura t¨®xica. Finalmente, el BCE supervisar¨¢ solo a los bancos con activos superiores a 30.000 millones de euros o equivalente al 20% del PIB de un pa¨ªs ¡ªlos denominados sist¨¦micos: porque pueden llevarse por delante todo el sistema, en teor¨ªa¡ª, adem¨¢s de los nacionalizados. Ser¨¢n entre 150 y 200, seg¨²n las estimaciones de los analistas y seg¨²n fuentes francesas, entre los que podr¨ªa haber seis alemanes. Cada pa¨ªs deber¨¢ tener al menos tres bancos en esa lista. El ministro Luis de Guindos defendi¨® que fueran todos los bancos, y no 200, los supervisados por el BCE, pero luego destac¨® que ¡°ese no era el tema b¨¢sico¡± para Espa?a. En fin: victoria rotunda para Alemania, pese a que el ministro de Finanzas franc¨¦s, Pierre Moscovici, ha hablado de ¡°un trabajo bien equilibrado¡±.
Lo m¨¢s importante es que a¨²n no queda claro bajo qu¨¦ circunstancias el BCE podr¨¢ usurpar a los supervisores nacionales el control de una entidad que no pertenezca a esa lista de 150 o 200. Alemania rechaza esa posibilidad. En teor¨ªa, el BCE puede intervenir en esas entidades m¨¢s peque?as, bajo un procedimiento tasado sobre el que a¨²n hay que trabajar. Fuentes alemanas citadas por el diario alem¨¢n Die Welt aseguran que solo ser¨¢ posible en casos ¡°razonables¡±. Otras fuentes hablan de esa posibilidad ¡°bajo particulares circunstancias¡±, que nadie es capaz de aclarar a d¨ªa de hoy. En todo caso, esos detalles se discutir¨¢n a nivel t¨¦cnico pero son fundamentales para discernir si la uni¨®n bancaria es lo suficientemente ambiciosa o no. Hay m¨¢s dudas: Wolfgang Munchau, director del think tank Eurointelligence, se?ala que los bancos podr¨ªan utilizar la habitual ingenier¨ªa financiera para alojar parte de su activo fuera del balance y sortear as¨ª la supervisi¨®n del BCE, y se?ala que el list¨®n final, esos 30.000 millones de euros, deja fuera a buena parte de los bancos que han provocado la crisis financiera actual. ¡°En general, hay a¨²n sobre la mesa alg¨²n asunto espinoso¡±, resume Julian Callow, economista jefe de Barclays.
Plazos: marzo de 2014 y posibilidad de inyecciones de capital de emergencia. Victoria ajustada de Berl¨ªn. El nuevo supervisor deber¨ªa estar listo el 1 de marzo de 2014: m¨¢s tarde de lo que se preve¨ªa. Pero antes de lo que quer¨ªa Alemania, que aun as¨ª se guarda un as en la manga: uno de los aspectos claves de la uni¨®n bancaria es la recapitalizaci¨®n directa de entidades con problemas por parte del fondo de rescate europeo, que solo podr¨¢ activarse cuando el supervisor ¨²nico funcione a velocidad de crucero, una velocidad que el acuerdo no define pero que se parecer¨¢, seg¨²n los expertos, a la que desee Berl¨ªn en su d¨ªa. El Parlamento Europeo deber¨¢ sancionar ese pacto antes de febrero del a?o que viene. Hasta marzo de 2014, el fondo de rescate permanente (MEDE) podr¨ªa activar la capitalizaci¨®n de bancos con el acuerdo del BCE: nueva concesi¨®n de Alemania que puede ser muy importante para los pa¨ªses con problemas por ese flanco, como Espa?a. Ese caj¨®n de sastre deja abierta la posibilidad de interpretar que la recapitalizaci¨®n directa de bancos (que en ning¨²n caso ser¨¢ retroactiva por deseo expreso de Merkel) puede llegar mucho antes de lo esperado, usando los recursos propios del Mede, que ascienden a medio bill¨®n de euros. Al respecto, Sch?uble habl¨® poco ayer pero dej¨® una sentencia interesante: ¡°Durante los tres ¨²ltimos a?os nos hemos especializado en crear expectativas que despu¨¦s no podemos cumplir¡±. Alemania insiste en que hay que leer exhaustivamente lo que dicen los acuerdos. Y su interpretaci¨®n, en lo que va de crisis, se acaba correspondiendo con lo que quiere Berl¨ªn.
F¨®rmula de organizaci¨®n: Alemania 2 - Reino Unido 1 - ?Espa?a 0? La estructura de gobierno ha sido uno de los aspectos m¨¢s controvertidos de los primeros y balbuceantes pasos de la uni¨®n bancaria. Alemania quer¨ªa un cuerpo de supervisi¨®n diferenciado de las labores de pol¨ªtica monetaria del BCE para garantizar la sacrosanta independencia del Eurobanco: lo ha conseguido. Los Diecisiete se sentar¨¢n en el supervisor, aunque el consejo de gobierno del BCE ejercer¨¢ como ¨¢rbitro final cuando haya desavenencias, y habr¨¢ un comit¨¦ m¨¢s reducido y rotatorio. Est¨¢ por ver si al final algunas de las sillas de ese reducido comit¨¦ ser¨¢n fijas para los grandes pa¨ªses: Alemania as¨ª lo quiere; Espa?a tambi¨¦n, pero no est¨¢ claro que pueda conseguirlo, en lo que ser¨ªa un nuevo fiasco tras el fallido intento de conservar un asiento en el consejo ejecutivo del BCE, que a d¨ªa de hoy posee la mesa de reuniones m¨¢s importante de Europa. Otro de los escollos era la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en ingl¨¦s), de la que emana la regulaci¨®n que luego deber¨¢ aplicar el supervisor bancario. Londres ha impuesto ah¨ª su poder¨ªo: la EBA sigue a cargo de la armonizaci¨®n de la regulaci¨®n financiera al nivel de la UE a Veintisiete, pero con garant¨ªas para los pa¨ªses que no pertenecen al euro (como quer¨ªan Reino Unido, Suecia y Rep¨²blica Checa): har¨¢ falta una mayor¨ªa cualificada para tomar decisiones.
Las decepciones. No habr¨¢ recapitalizaci¨®n directa propiamente dicha al menos hasta 2014. En ning¨²n caso ser¨¢ retroactiva, como aseguraron el vicepresidente de la Comisi¨®n Olli Rehn y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, tras la cumbre de junio, lo cual hace muy dif¨ªcil acabar de un plumazo con el c¨ªrculo vicioso entre crisis financiera y crisis de deuda soberana: los problemas de los bancos acaban en la panza de los pa¨ªses, como demuestra el fuerte incremento de la deuda espa?ola tras las ¨²ltimas ayudas a las entidades nacionalizadas. Y apenas hay rastro de los dos elementos m¨¢s ambiciosos esbozados en junio: nada de un fondo de garant¨ªa com¨²n (solo se habla de homogeneizar los sistemas nacionales), y nada de nada acerca del fondo de resoluci¨®n que deber¨ªa servir para cerrar bancos si fuera necesario, una idea que en su d¨ªa llev¨® algunos analistas a decir que esa pod¨ªa ser la puerta trasera por la que empezara la mutualizaci¨®n de la deuda europea. Eso, al m¨¢s puro estilo del m¨¦todo europeo, se deja para m¨¢s adelante ante las reticencias de los pa¨ªses acreedores, con Alemania a la cabeza. Los anglosajones llaman a eso kick the can down the road; la traducci¨®n castiza es patada a seguir, moneda de uso corriente en este tipo de acuerdos ¡°hist¨®ricos¡± tras los que algunos vislumbran las primeras luces al final del t¨²nel.
Espa?a y su credibilidad bancaria: m¨¢s del 90% del sector estar¨¢ bajo la ¨®rbita del BCE. El Ministerio de Econom¨ªa considera que en torno a 15 entidades financieras espa?olas pasar¨¢n a estar bajo supervisi¨®n directa del BCE y las cifras apuntan a que ser¨¢n 16. En realidad, ya lo est¨¢n muchas de ellas, tras el rescate financiero, que da el BCE enormes poderes con respecto al sector bancario. Guindos ha hecho esta ma?ana una valoraci¨®n pragm¨¢tica del pacto: ¡°Para Espa?a lo importante era que hubiera acuerdo, un acuerdo razonable, y eso se logr¨® anoche¡±. ?ngel Berges y Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales, tienen una visi¨®n m¨¢s cr¨ªtica: ¡°No es dif¨ªcil convenir que la uni¨®n bancaria llega tarde para Espa?a, que inicialmente hab¨ªa apostado por que permitiera recibir directamente la ayuda del fondo de rescate sin aumentar la deuda p¨²blica¡±. El supervisor ¨²nico puede ayudar a recuperar la confianza en el sector bancario espa?ol tras la crisis de credibilidad reciente. Pero el hecho de que m¨¢s del 90% pase a estar bajo el BCE y el resto al Banco de Espa?a ¡°puede provocar graves distorsiones a favor de las entidades supervisadas por el BCE, en base a su mayor credibilidad¡±, apuntan Berges y Ontiveros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.