La derecha europea apadrina a Monti

Si hace poco m¨¢s de un a?o la derecha europea forz¨® la ca¨ªda del populista Silvio Berlusconi y su sustituci¨®n por el tecn¨®crata Mario Monti, para evitar que Italia se despe?ara por el abismo de la crisis arrastrando al resto de la zona euro, este jueves apadrin¨® una operaci¨®n pol¨ªtica para que este ¨²ltimo siga en el Palacio Chigi despu¨¦s de las elecciones legislativas adelantadas a febrero. Incluso si no se presenta.

El escenario del compromiso fue la Academia Real de B¨¦lgica, donde los l¨ªderes del Partido Popular Europeo (PPE) celebraron su tradicional almuerzo previo a cada cumbre de la UE. Como jefe del Pueblo de la Libertad (PDL), Berlusconi era uno de los invitados, aunque su nombre no figuraba en la lista de asistentes distribuida a la prensa. A quien no se esperaba es a Mario Monti, que apareci¨® a ¨²ltima hora cuando la mayor¨ªa de los comensales ¡ªsalvo el espa?ol Mariano Rajoy, que en ese momento hac¨ªa declaraciones a los periodistas¡ª estaban ya sentados a la mesa.

Fue el presidente del PPE, el belga Wilfried Martens, quien le invit¨® a lo que, m¨¢s que un almuerzo, fue su acto de ingreso en el club pol¨ªtico m¨¢s poderoso de Europa. Monti no pertenece a ning¨²n partido y, como profesor universitario, presume de estar por encima de intrigas y bander¨ªas pol¨ªticas. Su Gobierno t¨¦cnico ha adoptado medidas impopulares y dolorosas, que no habr¨ªan sido posibles sin el benepl¨¢cito de la izquierda.

Sin embargo, los l¨ªderes del PPE, desde la germana Angela Merkel al presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, dejaron ayer patente que Monti es su hombre. Uno tras otro, se explayaron en elogios hacia su gesti¨®n y subrayaron la necesidad de que el pr¨®ximo Gobierno italiano mantenga el actual programa de reformas y ajustes, as¨ª como el compromiso con la construcci¨®n europea. ¡°Si el se?or Monti desaparece de la vida pol¨ªtica, ser¨¢ una p¨¦rdida¡±, dijo Martens. El mensaje para Berlusconi estaba claro.

Monti se limit¨® a agradecer los elogios y a explicar la situaci¨®n de Italia; as¨ª como las medidas y sacrificios que le han permitido recuperar la estabilidad y alejarse del precipicio. Aunque no tiene afiliaci¨®n pol¨ªtica, record¨® que en su etapa de comisario europeo asisti¨® a alguna reuni¨®n del PPE y dijo sentirse ¡°como en familia¡±. Es todo lo que sus anfitriones quer¨ªan o¨ªr.

A Berlusconi le toc¨® el ingrato papel de excusarse ante sus correligionarios. Y no solo porque, tras anunciar su prop¨®sito de presentarse a las elecciones, arremeti¨® contra Merkel; a quien culpa, no sin raz¨®n, de haber presionado para desalojarle del poder, en 2011. Lo peor es que su decisi¨®n de retirar el apoyo parlamentario a Monti ha forzado la ca¨ªda del Gobierno italiano y la apertura de un nuevo periodo de inestabilidad en el coraz¨®n de la zona euro. La posibilidad de que la ortodoxia y el rigor presupuestario que representa el profesor sean sustituidos por el populismo y la sombra de la corrupci¨®n que personifica il Cavaliere produce escalofr¨ªos en las canciller¨ªas.

Berlusconi empez¨® afirmando que ¨¦l no se hab¨ªa pronunciado en contra de Gobierno, sino de una medida concreta, el decreto ley de desarrollo econ¨®mico, y argument¨® que si Monti se hab¨ªa mantenido en el poder durante el ¨²ltimo a?o hab¨ªa sido gracias al apoyo de su partido.

A continuaci¨®n asegur¨® que si Monti aceptaba liderar al centro-derecha italiano en las pr¨®ximas elecciones, ¨¦l estaba dispuesto a dar un paso atr¨¢s y retirar su candidatura a primer ministro. Ya lo hab¨ªa dicho el mi¨¦rcoles, durante la presentaci¨®n de un libro, pero ayer lo repiti¨® en un marco mucho m¨¢s solemne: ante 15 jefes de Estado o Gobierno europeos. Y ya no son¨® como uno de sus frecuentes cambios de opini¨®n, una berlusconiada, sino como un compromiso firme.

Monti se dej¨® querer. Ni en el almuerzo con los l¨ªderes europeos ni en la rueda de prensa que ofreci¨® tras reunirse con Barroso quiso revelar si acepta la oferta. Pero al menos no la descart¨®. "No es el momento", se limit¨® a contestar. "Ni el lugar", a?adieron fuentes del PPE.

Aunque la pr¨¢ctica totalidad de los gobiernos europeos cruzan los dedos para que Monti siga al tim¨®n de la pol¨ªtica italiana, todos se cuidan de a?adir que no pretenden interferir en los asuntos internos de dicho pa¨ªs. "No estamos aqu¨ª para imponer nada, la decisi¨®n depende del pueblo italiano", enfatiz¨® Merkel. As¨ª que ser¨¢ en Italia donde se haga el anuncio.

Antes, habr¨¢ que despejar algunas inc¨®gnitas. Fuentes del PPE dan por sentado que Berlusconi se presentar¨¢ a las elecciones, para no perder la inmunidad, y creen que Monti en cambio no lo har¨¢. Prefiere seguir aplicado a la gesti¨®n de la res p¨²blica y no bajar a la arena de una campa?a electoral.

Seg¨²n las fuentes consultadas, la soluci¨®n pasa porque los partidos del centro-derecha italiano suscriban un pacto preelectoral en el que anticipen que votar¨¢n a Monti como candidato a primer ministro si tienen mayor¨ªa en el Parlamento salido de las elecciones. Tendr¨ªa que ser un pacto firme y expl¨ªcito, admiten las mismas fuentes, a salvo de los vaivenes de la convulsa vida pol¨ªtica italiana, cuyo garante podr¨ªa ser el propio PPE. Italia tendr¨ªa as¨ª no solo un gobierno riguroso y fiable para los mercados internacionales, sino tambi¨¦n leg¨ªtimo democr¨¢ticamente, lo que hasta ahora le ha faltado a Monti. Aunque ni siquiera a la sociedad italiana, que ya lo ha visto todo, ser¨¢ f¨¢cil explicarle que votar a Berlusconi, el hombre que ha hecho caer a Monti, supone en realidad votar a Monti.