La legislaci¨®n norteamericana sobre las armas de fuego var¨ªa seg¨²n los Estados
El Estado federal regula poco el comercio de armas, aunque la Ley Brady, de 1993, obliga a verificar los antecedentes penales y psiqui¨¢tricos del comprador
Tras la matanza en la escuela de Newtown (Connecticut), se alzan las voces a favor reforzar la reglamentaci¨®n sobre las ventas de armas en el pa¨ªs, pero la legislaci¨®n actual difiere de Estado en Estado, y el mismo Estado federal regula poco el comercio de armas.
¡°El Estado federal hace poco, muy poco, casi nada¡±, explica Robyn Thomas, directora del Centro Legal de Prevenci¨®n de la Violencia por Armas de Fuego.
Una ley votada en el Congreso en 1993, conocida como Ley Brady, ha hecho obligatorio verificar los antecedentes penales y psiqui¨¢tricos del comprador antes de venderle un arma.
M¨¢s del 40% de las ventas de armas queda fuera de la ley porque se produce entre particulares ¨Cpor ejemplo, en sitios web especializados que sirven de intermediarios entre dos personas- , o en exposiciones de armas de fuego. Es decir, la ley s¨®lo alcanza a las armer¨ªas homologadas.
El fichero federal de antecedentes presenta otros fallos. La asociaci¨®n Alcaldes contra las Armas Ilegales ha descubierto que millones de dossiers sobre personas desequilibradas no hab¨ªan sido transmitidos al FBI.
Jared Loughner, que mat¨® a seis personas e hiri¨® gravemente a la congresista Gabrielle Giffords en Arizona en enero de 2011, obtuvo por ejemplo el visto bueno del fichero antes de adquirir sus armas.
Adem¨¢s, de los 50 Estados, 13 s¨®lo consultan el departamento de antecedentes del Estado donde se localiza el vendedor: antecedentes criminales registrados en otro Estado, o a nivel federal, no aparecen en el fichero consultado.
La mayor¨ªa de las restricciones a la venta de armas depende de hecho de los Estados. California tiene la legislaci¨®n m¨¢s restrictiva: todas las ventas requieren una verificaci¨®n del fichero federal; los cargadores de gran capacidad y la mayor parte de las armas de asalto tienen prohibida su venta; los compradores deben superar antes un examen escrito y no pueden adquirir m¨¢s que una arma corta al mes.
En Connecticut, donde tuvo lugar el atentado, la posesi¨®n o la transferencia de armas de asalto est¨¢ prohibida, lo que incluye el fusil de asalto Bushmaster M4 encontrado en el lugar de la matanza por la polic¨ªa, seg¨²n el diario The New York Times. El tirador habr¨ªa utilizado dos pistolas, una Sig Sauer y una Glock, dos armas cuya compra requiere la obtenci¨®n previa de un certificado.
De 1994 a 2004 una ley federal prohibi¨® la producci¨®n y la venta de armas de asalto, pero el Congreso no ha renovado jam¨¢s el texto. La misma definici¨®n de armas de asalto deja un margen de interpretaci¨®n. California detall¨® con precisi¨®n sus caracter¨ªsticas, por ejemplo la presencia de un estabilizador o de cargadores de gran capacidad. Pero los fabricantes ¡°encuentran siempre el medio de orillar la ley¡±, se queja Robyn Thomas.
La venta de armas semiautom¨¢ticas, aquellas cuyo gatillo es preciso apretar para disparar, est¨¢ prohibida a nivel federal, salvo las producidas antes de 1986, que sin embargo se someten a laboriosos tr¨¢mites de registro.
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