Control de armas: segundo objetivo

Cuando se inaugure el nuevo Congreso de EE UU el 21 de enero, tendr¨¢ que empezar a concretarse la ofensiva sin precedentes anunciada la semana pasada por el presidente para pasar de las palabras a la acci¨®n e intentar que una matanza como la sucedida en Connecticut no vuelva a ocurrir. A la espera de que el aparato legislativo de Capitol Hill comience a moverse, algunas ciudades han empezado a dar ejemplo de lo que desean que suceda y han comenzado a desarmarse antes de lo previsto.

Como cada a?o, Los ?ngeles ha efectuado su tradicional programa de compra de armas a los ciudadanos. Es el cuarto a?o que se realiza, solo que en esta ocasi¨®n se ha adelantado de mayo a diciembre. ¡°Ciudades y Estados deben unirse al Gobierno federal para hacer todo lo posible y lo m¨¢s r¨¢pido posible para mantener nuestras comunidades a salvo de la violencia de las armas¡±, declar¨® ayer el alcalde de Los ?ngeles, Antonio Villaraigosa, al inaugurar la jornada.

El programa permite a los residentes de Los ?ngeles entregar sus armas sin que les sea efectuada ninguna pregunta. A cambio, por las armas semiautom¨¢ticas se les entrega una tarjeta de un conocido centro comercial por valor de 200 d¨®lares y una de 100 por las pistolas y rifles. Seg¨²n Villarraigosa, en total 8.000 armas han desaparecido de las calles en los a?os que lleva el programa en marcha. Desde 2009, los cr¨ªmenes perpetrados por las bandas han descendido un 39% y las llamadas de emergencia por impactos de bala han ca¨ªdo un 33%, seg¨²n la oficina del regidor.

Puede que la medida parezca t¨ªmida frente a los 27 cad¨¢veres de Newtown, pero el hecho de que una ciudad como Los ?ngeles adelante su tradicional entrega voluntaria de armas da una medida de la conmoci¨®n bajo la que se encuentra el pa¨ªs.

Una vez que se supere el abismo fiscal, legisladores y senadores deber¨¢n ponerse a trabajar, bajo la mirada del vicepresidente Joe Biden, en presentar medidas para lograr un mayor control de las armas de fuego antes de final de enero. Obama pretende que se logren acciones coordinadas con el Congreso y con las autoridades estatales. Si no se consiguen avances r¨¢pidos por ese lado, el presidente parece dispuesto a imponer algunas medidas por decreto. ¡°Utilizar¨¦ todos los recursos de mi cargo para hacerlo¡±, asegur¨®.

De momento, la senadora dem¨®crata por California Diane Feinstein se ha comprometido a tener un proyecto de ley sobre la mesa para el 3 de enero, que prohibir¨ªa al menos 100 armas semiautom¨¢ticas de asalto de uso militar y dificultar¨ªa la transferencia, importaci¨®n y posesi¨®n de dichas armas. Cualquier iniciativa va a contar con la f¨¦rrea oposici¨®n de uno de los grupos de presi¨®n m¨¢s poderosos del pa¨ªs. La Asociaci¨®n Nacional el Rifle (NRA, en sus siglas en ingl¨¦s) ya ha dejado saber su posici¨®n respecto a un mayor control de las armas de fuego. No solo no aboga por una reducci¨®n que pueda evitar tragedias como la de Connecticut, sino que propone combatir el fuego con fuego. ¡°Un guarda armado en cada colegio¡±, reclam¨® como soluci¨®n Wayne Lapierre, n¨²mero dos de la NRA.

La NRA se?al¨® que el tiroteo de Columbine de 1999, en el que murieron 12 menores y un profesor a manos de dos estudiantes que luego se quitaron la vida, se produjo en un contexto en el que exist¨ªa una ley para el control de armas. ¡°No va a funcionar. Sigo dici¨¦ndolo y ustedes no quieren verlo: no va a resultar¡±, insisti¨® el vicepresidente de la NRA. ¡°Ya exist¨ªa la ley de la senadora Feinstein cuando sucedi¨® Columbine¡±.

En 1994 entr¨® en vigor una ley que expir¨® en 2004, que prohib¨ªa fabricar y vender 19 modelos concretos de armas de fuego, adem¨¢s de considerar ilegales una serie de componentes como cargadores o poder transformar un arma de fuego en una de asalto.

Estados Unidos ha sufrido una explosi¨®n de violencia con armas de fuego en los ¨²ltimos 30 a?os, con m¨¢s de 60 tiroteos indiscriminados desde 1982. En la mayor¨ªa de los casos, las armas utilizadas por los asesinos eran pistolas semiautom¨¢ticas y rifles comprados legalmente. Obama pretende ahora prohibir los fusiles de asalto, revisar los antecedentes de todo aquel que adquiera un arma, reducir el n¨²mero de balas y reformar la atenci¨®n mental sanitaria y la educaci¨®n. Gran misi¨®n para la nueva legislatura.