¡°El Afganist¨¢n talib¨¢n es un modelo del que hay mucho que aprender¡±

¡°Lo que haremos se ver¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, pero la llegada de los franceses refuerza nuestra determinaci¨®n¡±. Cuando tiene cobertura telef¨®nica Sanda Ould Bouamama descuelga y no suele tener prisa. Este maliense, de unos 40 a?os, es el portavoz de Ansar Dine (Partidarios de la religi¨®n), un movimiento islamista armado tuareg que hace diez meses se apoder¨® del norte de Mal¨ª junto con los terroristas de la rama magreb¨ª de Al Qaeda (AQMI) y?otro grupo radical que se estren¨® en 2010 con el secuestro de los cooperantes espa?oles en Tinduf (suroeste de Argelia).

Aunque sus dirigentes han dado unas pocas entrevistas, Al Qaeda no habla con la prensa. El tuareg maliense Bouamama s¨ª lo hace, en ¨¢rabe y en franc¨¦s, aunque no da muchos datos sobre el desarrollo de la guerra que empez¨® el mi¨¦rcoles en el norte de Mal¨ª con una ofensiva de los tres grupos armados que tomaron la peque?a ciudad de Konna. Aunque lucha codo con codo con los terroristas, Ansar Dine no lo es. A diferencia de sus compa?eros de armas no secuestra ni asesina a extranjeros. En septiembre abort¨® incluso la captura de un negociante espa?ol.

?Qu¨¦ es Ansar Dine? ¡°Es un movimiento islamista de corte salafista¡±, contesta Bouamama. ¡°Somos soldados de la yihad¡±, prosigue. ?Cu¨¢les son sus relaciones con Al Qaeda? ¡°Son, como nosotros, una organizaci¨®n de musulmanes y tenemos relaciones de musulm¨¢n a musulm¨¢n¡±, responde. ¡°Aunque somos independientes no tenemos porqu¨¦ marcar distancias con ellos¡±, concluye dando a entender que los occidentales se equivocan cuando intentan dividirlos.

Hasta hace poco Bouamama se mostraba, por tel¨¦fono, esc¨¦ptico de que se produjera una intervenci¨®n extranjera para desalojarles del norte. ¡°Los occidentales han aprendido la lecci¨®n de sus fracasos en Irak, Afganist¨¢n o Somalia para atreverse de nuevo a correr el riesgo de ser ridiculizados en tierras de islam¡±, aseguraba hace meses. El viernes dec¨ªa, en cambio, que ¡°la presencia francesa nos da m¨¢s motivos para luchar¡±.

En sus feudos del norte Ansar Dine s¨ª aplica la m¨¢s estricta sharia (ley isl¨¢mica). ¡°S¨ª, hemos lapidado a una pareja ad¨²ltera, amputado a ladrones, flagelado a bebedores de alcohol y, por supuesto, derribado en Tombuct¨² mausoleos dedicados a los santones que son une herej¨ªa¡±, reconoce Bouamama. ?No da?an as¨ª su imagen? ¡°No nos preocupa la opini¨®n de lo que la prensa llama la comunidad internacional¡±, responde. ¡°Solo nos importa lo que dice Al¨¢¡±. Para Bouamama el Afganist¨¢n de los talibanes ¡°es un modelo del que hay mucho que aprender¡±.

Ansar Dine ha entrado en una negociaci¨®n, a trav¨¦s de la mediaci¨®n del Gobierno de Burkina Faso, con las autoridades de Mal¨ª para que estas otorguen un estatuto de autonom¨ªa al norte en parte poblado por tuareg y ¨¢rabes. Sus socios terroristas no participan en ella. ¡°La aplicaci¨®n de la sharia es lo ¨²nico sobre lo que no admitimos discusi¨®n¡±, recalca Bouamama. ¡°Al¨¢ no ha dado opci¨®n a los seres humanos para que apliquen o no sus ¨®rdenes¡±. ¡°Los creyentes no discuten de lo que dieron Al¨¢ y su Profeta¡±. ¡°Solo obedecen¡±.

Si Bouamama es discreto sobre los movimientos militares tambi¨¦n lo es sobre su vida. Estuvo encarcelado en Mal¨ª y en Mauritania por sus supuestos v¨ªnculos con Al Qaeda. ¡°Mi estancia en prisi¨®n estuvo m¨¢s bien relacionada con un ajuste de cuentas¡±, responde evasivamente.