Los islamistas de Mal¨ª huyen de sus feudos en el norte ante la ofensiva a¨¦rea
Testigos aseguran que los salafistas est¨¢n abandonando algunos de sus bastiones en el norte Conquistan la ciudad de Diabali, a 400 kil¨®metros de Bamako La aviaci¨®n francesa ataca el mayor basti¨®n de los rebeldes en el norte de Mal¨ª
Los salafistas que hace solo una semana se paseaban con toda tranquilidad por las calles de Tombuct¨² y Gao, ahora se esconden en refugios situados en el desierto por temor a la ofensiva a¨¦rea lanzada por Francia. Han decidido abandonar sus bastiones en el norte de Mal¨ª. Sin embargo, los residentes aseguran que no est¨¢n lejos y que esto no significa que hayan abandonado de manera definitiva sus posiciones. De hecho, un portavoz de Ansar Dine ha asegurado que solo se trataba de una ¡°retirada t¨¢ctica¡±, parte de un ¡°plan de reposicionamiento¡± ante la ofensiva de la aviaci¨®n francesa.
Los yihadistas hab¨ªan logrado horas antes conquistar Diabali, una ciudad a 400 kil¨®metros de la capital, Bamako. Nunca los grupos salafistas y terroristas que ocupan el norte del pa¨ªs hab¨ªan llegado tan cerca de la capital, en lo que supone el primer rev¨¦s a la ofensiva militar francomaliense que comenz¨® la pasada semana para detener el avance de los radicales hacia el sur.
Los atacantes de Diabali proceden de Ler¨¦, cerca de la frontera con Mauritania, una zona que cay¨® en manos de los yihadistas en diciembre y que el domingo sufri¨® intensos bombardeos por parte de la aviaci¨®n francesa. La reacci¨®n de los salafistas, que se han atrevido a cruzar la l¨ªnea de demarcaci¨®n y han penetrado en la zona bajo control gubernamental, prueba que mantienen su capacidad ofensiva ante un Ej¨¦rcito maliense d¨¦bil y desorganizado.
La toma de Diabali, como la de Konna, ha venido precedida por la infiltraci¨®n de yihadistas entre la poblaci¨®n durante la noche anterior, lo que permiti¨® vencer de manera m¨¢s eficaz la resistencia de los militares malienses, escasamente dotados seg¨²n asegur¨® el propio ministro franc¨¦s de Defensa, Yves Le Drian. Este tipo de t¨¦cnicas usadas por combatientes que no visten ning¨²n uniforme dificulta m¨¢s la operaci¨®n, que nada tiene que ver con el concepto de guerra cl¨¢sica entre Ej¨¦rcitos.
Mientras tanto, los aviones franceses han vuelto a lanzar ataques a¨¦reos, en este caso en la ciudad de Douentza, bajo control del Muyao ¡ªuna rama escindida de AQMI¡ª logrando destruir uno de sus principales refugios. Sin embargo, seg¨²n los testimonios de los vecinos, ning¨²n combatiente estaba en el edificio. Todos se hab¨ªan escondido en el desierto, en los alrededores de la localidad, en previsi¨®n de ataques.
La reciente demostraci¨®n de fuerza de los yihadistas no ha pasado desapercibida para las legaciones diplom¨¢ticas europeas. Francia insiste en recomendar a sus ciudadanos que salgan del pa¨ªs si no son imprescindibles y que, en caso de que decidan continuar en Mal¨ª, extremen las precauciones. La Embajada de Espa?a, que mantiene la misma postura, ha solicitado a los residentes que justifiquen por escrito su presencia en el pa¨ªs. El miedo a represalias de los salafistas en forma de atentados se mantiene. Uno de los portavoces del Muyao aseguraba ayer que ¡°golpearemos en el coraz¨®n de Francia. En Bamako, en ?frica y en Europa¡±.
Pese a la inquietud que representa la toma de Diabali, los malienses mantienen su optimismo de los ¨²ltimos d¨ªas. En Amandine, una de las cafeter¨ªas m¨¢s concurridas de Bamako, dos blancos charlan de forma distendida. De repente, un cliente del local se les acerca y les dice: ¡°Perdonen que les moleste, pero los he visto entrar y solo quer¨ªa transmitirles mi agradecimiento y el de todo mi pueblo por lo que han hecho por nosotros, por no habernos dejados solos¡±. Da media vuelta y se va. En los ¨²ltimos d¨ªas ha surgido una enorme corriente de simpat¨ªa hacia Francia por toda la capital. Las vendedoras ambulantes ofrecen banderas galas por la calle y los motoristas se atreven incluso a llevarlas amarradas al cuello.
No es de extra?ar. Salvo los seguidores de un partido pol¨ªtico minoritario, aunque ruidoso, la mayor¨ªa de los habitantes de la capital maliense defienden de manera ardiente la intervenci¨®n francesa. Y hablan de sus soldados casi como libertadores. En Konna, donde tuvo lugar la principal batalla de este conflicto hasta el momento, ya se ha pensado incluso en erigir una estatua o ponerle el nombre de una calle al piloto franc¨¦s de helic¨®ptero que falleci¨® en combate el pasado viernes. El pa¨ªs se encuentra en estado de emergencia, pero ayer, tras una semana de par¨®n, se reanudaron las clases en la capital y miles de ni?os con sus uniformes azul celeste volvieron a madrugar para ir al cole. La guerra resuena a 400 kil¨®metros, pero en Bamako la vida contin¨²a.
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