Berlusconi no quiere escuchar a Ruby
Los abogados del ex primer ministro intentan suspender el juicio por estar en campa?a electoral El juicio que m¨¢s teme Berlusconi sigue adelante, pero sin la declaraci¨®n de la joven
En la primavera de 2010, la bailarina marroqu¨ª Karima El Mahroug, ya conocida entonces por Ruby Robacorazones, a¨²n era menor de edad, lo que no result¨® ¨®bice para que Silvio Berlusconi, quien por aquellas calendas ten¨ªa 73 a?os y el empleo de presidente del Gobierno italiano, la fuera instruyendo en los secretos de su transitada alcoba. ¡°Berlusconi¡±, confes¨® poco despu¨¦s la muchacha ante el fiscal Antonio Sangermano, ¡°me explic¨® que el bunga-bunga consiste en un rito de har¨¦n que hab¨ªa copiado de su amigo Gadafi, en el cual las muchachas se quitan la ropa y deben hacerle sentir placeres corporales¡±. Ruby se person¨® hoy ante el tribunal de Mil¨¢n que juzga a Berlusconi por un presunto delito de inducci¨®n a la prostituci¨®n de menores y abuso de poder, pero los abogados del pol¨ªtico intentaron durante toda la ma?ana la suspensi¨®n del proceso por ¡°leg¨ªtimo impedimento¡±. Alegaban los letrados que su defendido se encuentra en plena campa?a electoral y que las declaraciones de Ruby pueden ser aprovechadas por sus rivales para atacarlo. La vista oral continuar¨¢ pero sin el testimonio de Ruby.
La fiscal adjunta de Mil¨¢n, Ilda Boccassini, se opuso de manera frontal a la suspensi¨®n: ¡°Yo pido que el proceso siga adelante, porque un juicio no puede ser suspendido por una campa?a electoral. El imputado no es secretario pol¨ªtico de su partido ¨Cel Pueblo de la Libertad (PDL)¡ªni tampoco candidato a primer ministro¡¡±. Esta ¨²ltima frase tiene su gracia, porque Berlusconi s¨ª es de facto ambas cosas -due?o del PDL y se presenta a las elecciones-, pero en los ¨²ltimos d¨ªas anda diciendo que, si ganase, preferir¨ªa quedarse con la gesti¨®n del dinero: ¡°Un ministro de Econom¨ªa manda mucho m¨¢s que un primer ministro¡±. Tal extravagancia viene a cuento porque Berlusconi ha pactado con los dirigentes de la Liga Norte concurrir juntos a las elecciones, y sus viejos consortes pusieron como condici¨®n que Il Cavaliere no optara de nuevo al cargo de jefe del Gobierno. Una trampa m¨¢s de Berlusconi que la aguerrida fiscal Boccassini ha logrado utilizar en su contra.
A quienes ¨Cdentro pero sobre todo fuera de Italia¡ªse preguntaban hace unos meses por qu¨¦ Berlusconi, a pesar de su edad y su fortuna, segu¨ªa dando la matraca en pol¨ªtica, aqu¨ª tienen la respuesta. Como viene haciendo desde hace dos d¨¦cadas, el magnate intenta beneficiarse a toda costa de su poder pol¨ªtico, bien dictando leyes favorables a sus empresas, bien forr¨¢ndose de inmunidad ante las embestidas, cada vez m¨¢s cercanas, de fiscales y jueces.
El de Ruby es, por sus delicadas connotaciones, el proceso que m¨¢s teme tanto el magnate como su entorno pol¨ªtico. Ya no se trata de tr¨¢fico de influencias o de evasi¨®n de capitales, sino de prostituci¨®n de menores. Los jueces de Mil¨¢n, a los que el anterior primer ministro llama comunistas cada vez que tiene ocasi¨®n, seguir¨¢n adelante con el proceso, aunque sin la declaraci¨®n de Ruby, que en un principio hab¨ªa sido propuesta como testigo por la defensa. El abogado de Berlusconi, Nicol¨° Ghedini, logra as¨ª que el relato de la muchacha sobre las bacanales en la mansi¨®n de Arcore se cruce en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos con las nuevas promesas electorales del pol¨ªtico incombustible.
Karima El Mahroug ya ha cumplido los 20 a?os, tiene un hijo y parece haber reiniciado una nueva vida junto a su pareja, Luca Risso. Su salto a la fama se produjo despu¨¦s de que la polic¨ªa la detuviera por robar joyas y dinero a otra joven de vida disipada. La noche del 27 al 28 de mayo de 2010, el primer ministro Berlusconi telefone¨® personalmente a la comisar¨ªa central de Mil¨¢n para asegurar que era ¡°sobrina¡± del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak y deb¨ªa ser puesta en libertad. La voz de Ruby no se escuchar¨¢ por tanto en el tribunal de Mil¨¢n, pero su relato ante los fiscales -junto al de las decenas de muchachas que Berlusconi a¨²n sostiene a golpe de talonario- deja claro que quien ahora considera un impedimento para la justicia su campa?a electoral, hace apenas tres a?os no consideraba un impedimento para el prestigio de Italia que su jefe de Gobierno anduviese de parranda con menores de edad, instruy¨¦ndolas sobre los ¡°ritos de har¨¦n¡± de su malogrado amigo Gadafi.
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