Fabius defiende a Argel: ¡°Con los terroristas hay que ser implacables¡±

Laurent Fabius, el ministro de Exteriores franc¨¦s, ha defendido este domingo la actuaci¨®n de las autoridades de Argel ante el secuestro de centenares de personas en la planta gas¨ªstica de Tiguentourine, cerca de In Amenas (sudeste de Argelia), que termin¨® el s¨¢bado, seg¨²n el ¨²ltimo balance oficial, con la muerte de 23 trabajadores y de 32 terroristas y la liberaci¨®n de 658 empleados argelinos y de 107 extranjeros. Otras fuentes elevan el n¨²mero de v¨ªctimas mortales a 25.

¡°Debemos tener en cuenta de que los terroristas asesinan, secuestran, violan, saquean. Era una situaci¨®n espantosa¡±, ha dicho Fabius a la emisora de radio Europe 1. ¡°Estoy dolido porque tengo la impresi¨®n de que se duda de los argelinos, pero se han visto obligados a responder a los terroristas. No hay impunidad para los terroristas y no la habr¨¢, es preciso ser implacables¡±.

El ministro ha precisado que comparte el an¨¢lisis del presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, quien el s¨¢bado dijo en su feudo de Tulle (centro de Francia) que Argelia hab¨ªa dado las ¡°respuestas adecuadas¡± a los yihadistas y que ¡°no se puede negociar con los terroristas¡±.

Fabius ha recordado que Argelia est¨¢ colaborando con Francia en la guerra de Mal¨ª y autoriza a los cazas galos a sobrevolar su espacio a¨¦reo, y ha advertido a los secuestradores que mantienen retenidos a siete ciudadanos franceses en el Sahel que ¡°si llevan a cabo sus amenazas, corren serio peligro¡±.

Hollande recibir¨¢ hoy a las familias de esos rehenes, que seg¨²n las ¨²ltimas informaciones facilitadas por Par¨ªs se encuentran vivos y gozan de buena salud. La reuni¨®n se produce despu¨¦s de la muerte de dos cautivos franceses; uno fue asesinado durante el ataque a la planta de Argelia y el otro en Somalia, tras el fallido asalto de un comando de las fuerzas especiales francesas.

En el Sahel permanecen retenidos por Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI) Thierry Dol, Daniel Larribe, Pierre Legrand y Marc F¨¦ret, que fueron secuestrados el 16 de septiembre de 2010 en una mina de uranio de Arlit (N¨ªger).

AQMI ha reivindicado tambi¨¦n el rapto de Serge Lazarevic y Philippe Verdon, dos supuestos ge¨®logos que trabajaban para una empresa maliense y que fueron capturados el 24 de noviembre de 2011 en un hotel del nordeste del pa¨ªs.

Un a?o m¨¢s tarde, el 20 de noviembre de 2012, Gilberto Rodr¨ªguez Leal, ciudadano franc¨¦s de 61 a?os, fue apresado en el oeste de Mal¨ª por el Movimiento para la Unicidad de la Yihad en ?frica Occidental (Muyao), uno de los grupos aliados de AQMI.

Los familiares de estos siete cautivos se han quejado de que las autoridades galas no les dan informaci¨®n suficiente. ¡°No tenemos noticias del Quai d¡¯Orsay, no tenemos ninguna noticia¡±, se lamenta ante la agencia France Presse Alain Legrand, padre del reh¨¦n Pierre Legrand. ¡°Las ¨²nicas noticias que tenemos son de la radio, la prensa y la televisi¨®n¡±.

Los familiares est¨¢n divididos sobre la posibilidad de lanzar una operaci¨®n militar para liberar a los rehenes. Algunos piden a Hollande que ordene la intervenci¨®n de las fuerzas especiales. Pero Legrand cree que es ¡°demasiado peligroso¡±.

Por otra parte, el jefe del Estado franc¨¦s ha hablado hoy con el primer ministro japon¨¦s, Shinzo Abe, para expresarle la solidaridad de Francia ante la muerte de una decena de ciudadanos nipones en el secuestro de Argelia. Seg¨²n ha informado el El¨ªseo, Jap¨®n ha dado su apoyo a la acci¨®n de Francia y de las fuerzas africanas en Mal¨ª, y ambos pa¨ªses han decidido reforzar su cooperaci¨®n en cuestiones de seguridad y lucha antiterrorista.

Se acab¨® la unidad nacional

Pese al creciente consenso internacional, la primera semana de guerra en Mal¨ª ha bastado para acabar con la unanimidad pol¨ªtica en Francia. Las fisuras aparecen a derecha e izquierda y todo indica que el breve periodo de unidad nacional y de respaldo de la oposici¨®n a Hollande se ha terminado.

Aunque las dos cabezas visibles de la desunida Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), Jean-Fran?ois Cop¨¦ y Fran?ois Fillon, saludaron sin reservas la intervenci¨®n militar, cada d¨ªa salen a la palestra nuevas figuras de la derecha parlamentaria para criticar al l¨ªder socialista. Unos acusan a Hollande de improvisar, y otros de haber contribuido al ¡°aislamiento¡± de Francia por no haber fraguado una coalici¨®n militar europea.

El ex secretario de Estado Pierre Lellouche ha sido el m¨¢s duro, y ha llegado a decir que es ¡°chocante¡± que Francia ¡°tenga vocaci¨®n de ser la mercenaria de Europa, pagando el precio con sangre y dinero, cuando est¨¢ defendiendo la seguridad de todo el continente contra el terrorismo¡±.

Seg¨²n Lellouche, el jefe del Estado debe cumplir con ¡°la prioridad urgente de construir un alianza europea¡± para afrontar el futuro inmediato en Mal¨ª.

Adem¨¢s, el centrista Jean-Louis Borloo, presidente de la Uni¨®n de Dem¨®cratas e Independientes (UDI), ha llamado a la Uni¨®n Europea a dar ¡°apoyo pol¨ªtico y militar a Francia¡±. Y el ex primer ministro, Alain Jupp¨¦, ha criticado el env¨ªo de fuerzas terrestres advirtiendo de que la situaci¨®n puede desembocar en una ¡°espiral muy dif¨ªcil de controlar¡±.

Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder del Frente de Izquierda, ha afirmado que la intervenci¨®n militar ¡°es discutible, dado que los intereses fundamentales de Francia no est¨¢n en peligro, seg¨²n ha dicho el propio jefe de Estado¡±, mientras los comunistas piden la retirada de las tropas recordando que el plan inicial de Hollande consist¨ªa en desplegar sobre el terreno solo fuerzas africanas, y que la presencia de tropas galas repite los viejos esquemas de la ¡°Fran?afrique¡±.

Una fuente del El¨ªseo despach¨® el domingo esos comentarios como ¡°escaramuzas t¨¢cticas¡± de la oposici¨®n, a la que acus¨® de cambiar de opini¨®n sobre la marcha. Diputados socialistas creen que la derecha hace ¡°politiqueo¡± y electoralismo, y subrayan que estas ¡°fisuras¡± son exclusivas de ¡°las ¨¦lites¡± pero no afectan a la opini¨®n p¨²blica.

La ¨²ltima encuesta conocida, del 18 de enero, parece reflejar la vigencia del viejo adagio pol¨ªtico que afirma ¡°nada como una guerra para ganar popularidad¡±, y muestra una sustancial mejor¨ªa en la impresi¨®n que los franceses tienen sobre su presidente. Seis de cada diez ciudadanos conf¨ªan en que Hollande va a gestionar bien la intervenci¨®n.

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