El ultim¨¢tum del Gobierno pone fin a la huelga del metro en Atenas

Los trabajadores del metro de Atenas no ten¨ªan alternativas este viernes: o suspend¨ªan la huelga que hab¨ªa llegado al noveno d¨ªa o se arriesgaban a ser despedidos o encarcelados. La decisi¨®n aprobada el jueves por el Gobierno conservador de?Antonis Samar¨¢s de imponer la movilizaci¨®n forzosa de los empleados surti¨® su efecto. Finalmente, ya a media tarde, los trenes volvieron a andar. Demasiado tarde para evitar el caos del tr¨¢fico que ha atascado durante una semana todas las principales arterias de la ciudad, pero a tiempo para permitir a los atenienses de recobrar aliento despu¨¦s de d¨ªas pasados a esperar autobuses sobrecargados o taxis, que tras meses pasados a dar vueltas en balde por la falta de escasez de clientes, no daban abasto.

En torno al metro de Atenas, uno de los pocos buenos legados del esplendor de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2004, se est¨¢ librando la en¨¦sima batalla contra las medidas de austeridad. Y la suspensi¨®n de la huelga de este viernes es s¨®lo una tregua. Los empleados del metro quieren que el Ejecutivo rectifique sobre la aplicaci¨®n a su gremio del contrato ¨²nico para los trabajadores de los servicios p¨²blicos que supondr¨ªa una rebaja del 20% de su salario.

¡°Ma?ana [el s¨¢bado] tenemos una reuni¨®n entre todos los representantes sindicales de los transportes p¨²blicos y el s¨¢bado no habr¨¢ huelga pero para el domingo no podemos garantizar¡±, asegura a este diario Antonis Stamatopulos, presidente del sindicato de los trabajadores del metro SELMA. ¡°Entendemos a las personas que quieren ir al trabajo o a los mayores que tienen que ir al m¨¦dico pero tambi¨¦n estamos luchando para ellos. Hasta personas desempleadas ha venido a Sepolia para apoyarnos¡±. Sepolia es el dep¨®sito donde esta madrugada los antidisturbios entraron para desalojar a los empleados que se hab¨ªan encerrado y se opon¨ªan a poner fin a la huelga. Hubo tres detenidos entre los manifestantes que fueron liberados tres horas despu¨¦s.

Nueve d¨ªas de huelga consecutivos del metro son un duro golpe para cualquier ciudad. Pero en Atenas se han convertido en una triple prueba de resistencia. Para los ciudadanos, que tras los nuevos recortes salariales y las subidas de impuestos aprobadas a principios del mes, aguantaron el par¨®n del servicio en el que viajan cada d¨ªa 700.000 pasajeros. Para los trabajadores, que mantuvieron la protesta a pesar de que un tribunal ateniense la declarara ilegal el pasado lunes. Y sobre todo para el Gobierno, que se enfrenta a la mayor huelga desde que fue elegido el pasado junio. El mensaje que mand¨® el jueves el primer ministro Samar¨¢s es que el Gobierno no puede ceder a las peticiones del colectivo. ¡°El pueblo griego ha hecho grandes sacrificios y no puedo permitir excepciones¡±, dijo Samar¨¢s. ¡°Todos tienen que entender que no podemos repetir los errores del pasado¡±, a?adi¨®, refiri¨¦ndose a los privilegios otorgados a algunas categor¨ªas del sector p¨²blico.

Una situaci¨®n que durante a?os fue alentada por todos los partidos, como recuerda el director adjunto de la versi¨®n inglesa del diario Kathimerini, Nick Malkutzis. ¡°Los pol¨ªticos est¨¢n pagando el precio de haber usado el servicio p¨²blico como un club privado al que aportar m¨¢s socios cuando se quer¨ªa. Est¨¢ bien documentado c¨®mo el metro vio crecer el n¨²mero de sus empleados, a menudo en circunstancias no transparentes, durante el Gobierno de?Nueva Democracia [el partido de Samar¨¢s] entre 2004 y 2009¡±, escribe Malkutzis en un an¨¢lisis publicado este viernes. Aun as¨ª, considera que el convenio unificado para el sector p¨²blico ¡°es una de las medidas m¨¢s justas¡± entre las que se acordaron con la troika tras el rescate financiero del pa¨ªs. Seg¨²n Kathimerini, el promedio de los salarios de los trabajadores del metro es de 2.500 euros brutos y bajar¨ªa a unos 2.000 tras el nuevo recorte.

Pero los sindicatos defienden que la rebaja supone un nuevo sacrificio porque esto, dicen, no es lo que gana la mayor¨ªa. ¡°El sueldo es de 1.200 euros. Con los recortes bajar¨ªa a 700¡±, dice Stamatopulos. El sindicato ha recurrido ante el Consejo de Estado la orden de movilizaci¨®n forzosa, una medida de excepci¨®n que se ha aplicado solo nueve veces desde el final de la dictadura militar en 1974. Los trabajadores alegan que es contraria a la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos y a la Constituci¨®n. ¡°Si perdemos esta batalla estamos perdidos. Estamos determinados a hacer todo para resistir¡±, dice el sindicalista.