730 d¨ªas despu¨¦s, y los 200 d¨ªas de Morsi
?Cu¨¢l es la situaci¨®n del pa¨ªs en el segundo aniversario de la revoluci¨®n egipcia?
A punto de celebrarse el segundo aniversario de la revoluci¨®n egipcia, el presidente Morsi acaba de cumplir 200 d¨ªas en el cargo. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n del pa¨ªs?
Los Hermanos Musulmanes, a la cabeza del pa¨ªs desde la celebraci¨®n de las primeras elecciones plurales que tuvieron lugar en junio pasado, son considerados por muchas canciller¨ªas occidentales como los ¨²nicos interlocutores capaces de llevar a cabo el relevo democr¨¢tico del pa¨ªs y mantener la estabilidad tanto a nivel nacional como regional.
Lo son efectivamente en cuanto a su alto nivel organizacional y decisional (hasta ahora, una fuerte cohesi¨®n ideol¨®gica rige la Hermandad), pero ?lo podr¨¢n ser a nivel de alternancia democr¨¢tica? La respuesta tiene varios componentes. Hist¨®ricamente, los Hermanos Musulmanes ven esta oportunidad de toma de poder despu¨¦s de 80 a?os de larga y dura espera, como una oportunidad ¨²nica que no tienen que desperdiciar.
Ideol¨®gicamente, hasta se podr¨ªa decir dogm¨¢ticamente, o teol¨®gico-espiritualmente, consideran esta oportunidad como una bendici¨®n divina que hay que aprovechar a toda costa.
Desde un punto de vista organizacional y financiero, la Hermandad goza de un importante poder de convocatoria, y ejerce una autoridad importante sobre sus afiliados. Adem¨¢s, los miembros de la organizaci¨®n estaban hasta ahora, unidos por lazos muy fuertes. Cualquier desacuerdo o disensi¨®n en su seno es directamente rechazado.
La Hermandad funciona como una secta, disponiendo de una red tentacular paralela al Estado. Por ejemplo, los miembros m¨¢s notorios disponen de un nombre en c¨®digo para poder comunicarse con la c¨²pula o con miembros del mismo rango. Este procedimiento, adoptado en periodo de lucha y de persecuci¨®n, sostiene inevitablemente un alto nivel de paranoia muy perjudicial tanto para los Hermanos como para el pa¨ªs.
Gozan adem¨¢s de importantes recursos financieros tanto a nivel nacional como internacional. Si se tienen ¨²nicamente en cuenta las aportaciones por parte de los afiliados, se estima que recaudan 600 millones de libras egipcias, casi 70 millones de euros al a?o. A esto hay que a?adir los donativos y los importantes beneficios obtenidos de los negocios que pertenecen a la Hermandad. Todo esto no es de extra?ar si se tiene en cuenta que el n¨²mero dos, y ministro del interior, finanzas y asuntos exteriores de la Hermandad, Khayrat El-Chater, es un importante y multimillonario hombre de negocios que, adem¨¢s, est¨¢ considerado como el hombre fuerte tanto de la Hermandad como del pa¨ªs. Por si esto fuera poco, se benefician de un considerable apoyo financiero por parte de Catar.
A nivel pol¨ªtico, es interesante resaltar el dif¨ªcil y peligroso juego de alianzas y acuerdos, de tiras y aflojas entre los Hermanos (apoyados por Catar) y los salafistas, (respaldados principalmente por Arabia Saud¨ª) por una parte, y EE UU por otra. Este sinf¨ªn de piruetas podr¨ªa resultar en un salto mortal mal calculado.
La actual situaci¨®n econ¨®mica de Egipto, es preocupante. La libra egipcia ha sufrido una vertiginosa devaluaci¨®n frente al d¨®lar americano. La Bolsa ha ca¨ªdo. El sector tur¨ªstico, hasta ahora una de las principales fuentes de ingresos y divisas del pa¨ªs, est¨¢ totalmente paralizado y no se espera que vuelva a despegar en breve. La producci¨®n nacional no consigue volver a niveles del 2010. Las inversiones extranjeras son escasas, y a pesar de diversos intentos por parte del Gobierno, no se consigue restablecer la confianza de los inversores.
Adem¨¢s de las medidas dr¨¢sticas, como la necesidad de retirar subvenciones incluso a productos b¨¢sicos o de consumo general, parece que en un horizonte no muy lejano se perfila una grave crisis energ¨¦tica.
Obviamente, este estado de deterioro no se puede imputar ¨²nicamente a los Hermanos ni a los 200 d¨ªas de Morsi como Presidente. En cambio, lo que s¨ª incumbe a Morsi, y a la Hermandad a la cual ¨¦ste sigue muy vinculado, son la mala gesti¨®n del pa¨ªs, con un cierto desinter¨¦s por parte de la c¨²pula, y un nepotismo fren¨¦tico y desatado. Se est¨¢ llevando a cabo a marchas forzadas una hermanizaci¨®n de la sociedad egipcia a todos los niveles, as¨ª como de las estructuras estatales y gubernamentales. Los ministerios, la judicatura, los sindicatos o grupos profesionales y un largo etc¨¦tera, est¨¢n siendo hermanizados o, en cualquier caso, sufren una presi¨®n creciente por parte de la organizaci¨®n.
Uno de los sectores de los que m¨¢s se ha hablado ¨²ltimamente, ha sido el de la prensa y los medios de informaci¨®n.
El reciente despido por razones ideol¨®gicas de varios escritores e intelectuales que colaboraban desde hac¨ªa d¨¦cadas con el peri¨®dico estatal Al Ahram, supone uno de los ejemplos m¨¢s emblem¨¢ticos. Firmas conocidas como Cherif Choubachi o Hani Shukralla, acaban de ser despedidas por sus art¨ªculos cr¨ªticos hacia los Hermanos.
Morsi pretende establecer un f¨¦rreo control sobre los medios de comunicaci¨®n
En cuanto al sector de la televisi¨®n, entre los m¨¢s destacados presentadores que est¨¢n fichados, figuran Ibrahim Eissa o Bassem Youssef.
Parad¨®jicamente, en una era en la cual la informaci¨®n circula cada vez m¨¢s r¨¢pido y de manera? m¨¢s espont¨¢nea y directa, cuando el p¨²blico reclama mayores libertades y transparencia, en pa¨ªses como Egipto se quiere llevar a cabo un control m¨¢s f¨¦rreo sobre este sector. Parece que est¨¢ aumentando el abismo ideol¨®gico entre parte del pueblo y el poder.
Igualmente el creciente descontento en el seno del sector industrial, no es ¨²nicamente debido a la crisis econ¨®mica. Obreros y trabajadores consideran que la nueva Constituci¨®n no ampara sus ya escasos derechos.
Las minor¨ªas religiosas, obviamente tampoco est¨¢n exentas de dichos turbulentos cambios.
Conflictos interconfesionales, agresiones f¨ªsicas o verbales son el pan de cada d¨ªa de muchos coptos. Recientemente, el ministro de Educaci¨®n ha declarado que los ni?os baha¡¯¨ªs (existe una peque?a comunidad baha¡¯¨ª en Egipto que sobrevive, a falta de poder vivir de manera digna) ya no tienen cabida en los colegios p¨²blicos. Bas¨¢ndose en la nueva Constituci¨®n, alega en efecto que est¨¢n reconocidas en Egipto ¨²nicamente las tres religiones de tradici¨®n abrah¨¢mica, o del Libro (es decir el juda¨ªsmo, el cristianismo y obviamente el islam). Los ni?os y estudiantes baha¡¯¨ªs pasan por lo tanto a formar parte de un limbo sociol¨®gico y jur¨ªdico. En la ¨¦poca de Mubarak, la comunidad baha¡¯¨ª hab¨ªa logrado arrancar escasas garant¨ªas que se ven retirar, como ha sucedido en muchos sectores en Egipto.
La situaci¨®n econ¨®mica
En efecto, un tema para el cual se teme lo peor, es el de libertad de culto. Una familia, compuesta por una viuda y sus siete hijos, acaba de ser condenada a quince a?os de c¨¢rcel. Su crimen: haberse convertido al cristianismo.
El joven bloguero, Alber Saber, que despu¨¦s de m¨¢s de tres meses de detenci¨®n sin causa clara, fue condenado en diciembre a tres a?os de encarcelamiento por blasfemia. Su delito: ?haber declarado y compartido en internet su ate¨ªsmo! Por desgracia, parece que estamos asistiendo al principio de una larga caza de brujas.
Las mujeres ven tambi¨¦n desaparecer algunos de sus escasos y un tanto cosm¨¦ticos privilegios arrancados a trancas y barrancas en la ¨¦poca de Mubarak. Debates constitucionales, como los referentes a la edad m¨ªnima del matrimonio para las ni?as ¡ªse propuso rebajarla a los 9 a?os¡ª o el hecho de pedir el levantamiento de la prohibici¨®n de la escisi¨®n genital a las ni?as, ponen los pelos de punta. Aunque legalmente prohibida por Mubarak, la mutilaci¨®n o ablaci¨®n genital femenina se impone a m¨¢s del 90% de las ni?as egipcias y su "legalizaci¨®n", o por lo menos el levantamiento de su prohibici¨®n, ser¨ªa un paso hacia atr¨¢s terrible.
Aunque sea menos tr¨¢gica, la reciente decisi¨®n tomada por el ministerio de Educaci¨®n, es muy representativa del camino que se quiere imponer al pa¨ªs. Las fotos de la feminista Doria Shafik (1908-1975) pionera de la lucha feminista, han sido suprimidas de los libros de texto de secundaria, ?por aparecer sin velo!
A pesar de este ¡°gran salto atr¨¢s¡±, la perspectiva de un futuro m¨¢s esperanzador para cierta parte de la poblaci¨®n sigue viva. A pesar del retroceso notable, impuesto o no, en diversos ¨¢mbitos sociales, econ¨®micos, pol¨ªticos e ideol¨®gicos en comparaci¨®n a hace dos a?os, una certeza aparece y persiste. La voz mucho tiempo callada de la calle y del pueblo egipcio, ya no permanecer¨¢ sumergida en una letargia aparente. Aunque el camino sea largo y est¨¦ lleno de obst¨¢culos, se ha llegado a un punto en el cual ser¨¢ dif¨ªcil hacer marcha atr¨¢s. Habr¨¢ que ver qui¨¦n de los Hermanos musulmanes ¡ªcuyo mayor apoyo proviene de las clases desfavorecidas y rurales¡ª, o de los sectores liberales ¡ªapoyados por las clases medias-altas¡ª ganar¨¢ estas siguientes batallas a corto y medio plazo. Los Hermanos act¨²an a contrarreloj arriesgando el todo por el todo, y avanzando como un tractor sin mucha sutileza, y con el riesgo de perderlo todo en un tiempo r¨¦cord.
Eva S¨¢enz-D¨ªez Jaccarini es investigadora sobre el Mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y en la Universidad de Par¨ªs 8.
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