Los tunecinos alzan la voz contra el ¡°r¨¦gimen¡± isl¨¢mico
El sepelio del l¨ªder laico asesinado se convierte en mitin antigubernamental La primera huelga general de 24 horas convocada en los ¨²ltimos 35 a?os paraliza el pa¨ªs
¡°?T¨²nez es libre; fuera el terrorismo!¡±. ¡°?El pueblo quiere que caiga el r¨¦gimen!¡±. ¡°?Ennahda ha traicionado al pa¨ªs!¡±. El entierro del izquierdista tunecino Chokri Belaid, asesinado el mi¨¦rcoles en la puerta de su domicilio, se convirti¨® este viernes en una enorme manifestaci¨®n contra el Gobierno de T¨²nez, encabezado por el partido islamista moderado Ennahda.
Unas 40.000 personas, seg¨²n el Ministerio del Interior, cientos de miles, seg¨²n la agencia de prensa oficial TAP, asistieron en el cementerio de El Jallez, en T¨²nez capital, al sepelio de un pol¨ªtico laico que fue un vehemente fustigador de los islamistas radicales y tambi¨¦n de los que, desde octubre de 2011, ostentan el poder tras haber ganado en las urnas.
En la tradici¨®n isl¨¢mica solo los hombres asisten a la inhumaci¨®n, pero las tunecinas laicas no respetaron ese rito y entre la muchedumbre hab¨ªa muchas mujeres, empezando por la viuda de Belaid, Besma Jalfaui, que se dirigi¨® al p¨²blico haciendo la uve de la victoria.
Menos entera estuvo una de las dos hijas de Belaid, que lloraba desconsolada y acab¨® desmay¨¢ndose. Ella y su hermana recorrieron el trayecto desde la casa natal de su padre, en un suburbio de la capital, hasta el cementerio a bordo del veh¨ªculo militar que traslad¨® el f¨¦retro. Con ellas viaj¨® tambi¨¦n Maya Jeribi, secretaria general del Partido Dem¨®crata Progresista, que abrazaba a las ni?as.
El Ej¨¦rcito estuvo presente durante toda la ceremonia protegiendo a la multitud con sus soldados desplegados y helic¨®pteros sobrevolando el cementerio. La familia rechaz¨® que miembros del Gobierno acudiesen al entierro, pero s¨ª acogi¨® al jefe de Estado Mayor de los Ej¨¦rcitos, el general Rachid Ammar.
Rodeado de pol¨ªticos laicos y de conocidos intelectuales y artistas, el hist¨®rico dirigente comunista Hamma Hammami fue el encargado de pronunciar el elogio f¨²nebre. ¡°Tu sangre derramada no ha sido un sacrificio vano; no te traicionaremos; no vamos a retroceder¡±, afirm¨® en medio de los aplausos y de los llantos. Despu¨¦s la muchedumbre enton¨® el himno nacional.
En Bizerta, Gafsa, Mahdia, Susa, Sfax, Kef, Mahdia, Monastir, Nabeul, Sidi Buzid, etc¨¦tera, se celebraron, al mismo tiempo que el sepelio de T¨²nez, manifestaciones en las que se gritaba, como hace dos a?os contra el dictador Zine el Abidine Ben Ali, D¨¦gage! (?L¨¢rgate!) y se exhib¨ªan retratos de Belaid.
Esa fue pr¨¢cticamente la ¨²nica actividad en las principales ciudades, paralizadas por la primera huelga general de 24 horas convocada en los ¨²ltimos 35 a?os por la poderosa central sindical UGTT.
A diferencia de los d¨ªas anteriores apenas hubo enfrentamientos entre los antidisturbios y los manifestantes, entre los que se infiltraron en ocasiones j¨®venes violentos que saquearon tiendas y rompieron el mobiliario urbano.
La Liga de Protecci¨®n de la Revoluci¨®n, la milicia islamista que desde hace meses ataca a las fuerzas laicas, no sali¨® a la calle ayer. Imed Dghij, su jefecillo local en Kram, una peque?a localidad al norte de la capital, acab¨®, no obstante, arremetiendo contra el difunto Belaid, que era abogado de profesi¨®n.
Dghij neg¨® que Belaid fuese, en tiempos de la dictadura, un defensor de los derechos humanos: ¡°Nunca represent¨® a los pobres, ni a los activistas, ni a los desheredados (...) ni a los torturados¡±. A los asistentes al sepelio Dghij les dio un consejo: ¡°Enterradle, volved r¨¢pidamente a vuestras casas y callaos¡±.
El primer ministro islamista, Hamadi Jebali, se mostr¨®, en cambio, de nuevo conciliador. Confirm¨®, a trav¨¦s de la agencia TAP, que manten¨ªa su decisi¨®n, anunciada horas despu¨¦s del atentado, de ¡°formar un Gobierno de tecn¨®cratas¡± independientes, como exig¨ªan la oposici¨®n y parte de sus socios en el Ejecutivo.
El presidente del grupo parlamentario islamista, Sahbi Atig, hab¨ªa rechazado el jueves esta iniciativa de Jebali, que es el n¨²mero dos de Ennahda.
Los islamistas radicales de Ansar Al Sharia secundaron, en un comunicado, el pronunciamiento de Atig: ¡°(...) Ennahda y su Gobierno deben dejar de retroceder¡±.
Pero Jebali rest¨® este viernes importancia a las reticencias expresadas por los 89 diputados de Ennahda que ocupan el 41% de los esca?os de la Asamblea Constituyente. Para designar un nuevo Gobierno ¡°no necesito el aval de la Asamblea¡±, asegur¨® a TAP. ¡°La composici¨®n del Ejecutivo est¨¢ pr¨¢cticamente lista¡±, concluy¨®. Si, al final, logra formarlo contribuir¨¢ a reducir la crispaci¨®n en T¨²nez.
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