Arabia Saud¨ª pospone la crucifixi¨®n de un joven condenado por robo
Tambi¨¦n se aplaza la ejecuci¨®n de los otros seis j¨®venes acusados por cr¨ªmenes cometidos cuando eran menores
Las autoridades de Arabia Saud¨ª han suspendido en el ¨²ltimo momento la ejecuci¨®n de siete j¨®venes prevista para las nueve de la ma?ana de hoy martes. La movilizaci¨®n de los activistas de derechos humanos saud¨ªes y la presi¨®n internacional han pesado sin duda para que la familia real haya considerado la repetici¨®n del juicio que les conden¨® a la pena capital, y en uno de los casos a la crucifixi¨®n, por una serie de atracos a mano armada cuando la mayor¨ªa de ellos eran menores de edad. Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch denunciaron irregularidades en el juicio.
El pr¨ªncipe Miteb, hijo mayor del rey Abdal¨¢ y jefe de la Guardia Nacional, dio instrucciones para que se retrase la ejecuci¨®n un mes mientras la Corte Real estudia la petici¨®n para repetir el juicio, seg¨²n Mohammad al Rabhan, un amigo de algunos de los condenados citado por Reuters. Al Rabhan se encontraba entre los dos centenares de familiares y allegados de los j¨®venes que desde el domingo se hab¨ªan concentrado ante el Palacio Real para pedir clemencia.
Sarhan al Mashayekh, Saeed al Omari, Ali al Shehri, Naser al Qahtani, Ali al Qahtani, Saeed al Shahrani y AbdulAziz al Amri, fueron detenidos entre marzo de 2005 y enero de 2006 por una serie de atracos a joyer¨ªas en Abha, la capital de la provincia meridional de Asir, durante los meses previos. Un juez les declar¨® culpables y les conden¨® a muerte en 2009. En el caso de Sarhan, considerado el cabecilla del grupo, la pena estaba agravada con la crucifixi¨®n.
De acuerdo con los datos facilitados por los activistas que han apoyado su causa, los j¨®venes ten¨ªan entre 15 y 19 a?os cuando ocurrieron los hechos. La Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o, a la que Arabia Saud¨ª se adhiri¨® en 1996, proh¨ªbe ejecuci¨®n de menores. S¨®lo otros tres pa¨ªses, Ir¨¢n, Yemen y Sud¨¢n, recurren a la misma treta de esperar a que cumplan los 18 a?os para aplicarles la pena de muerte.
¡°El pr¨ªncipe Miteb prometi¨® a los que se reunieron con ¨¦l que iba a ordenar una nueva investigaci¨®n y un nuevo juicio, conmutar la pena de muerte o incluso perdonarles¡±, asegur¨® Al Rahban.
La intervenci¨®n real, por m¨¢s que haya sido agradecida por los familiares, s¨®lo pone de relieve la queja de los activistas saud¨ªes sobre la ausencia de un sistema judicial independiente. El rey Abdal¨¢ anunci¨® en 2007 una serie de reformas para modernizar la judicatura, que inclu¨ªa la especializaci¨®n de los tribunales y cursillos de capacitaci¨®n para los jueces, pero el clero que domina buena parte del Ministerio de Justicia ha frenado esos cambios hasta ahora.
¡°El rey puede adoptar una ret¨®rica de reforma y la pretensi¨®n de escuchar, pero no hay cabida para la ternura en el Ministerio del Interior¡±, ha escrito Madawi al Rasheed. Como otros intelectuales cr¨ªticos, esta antrop¨®loga social considera que el Ministerio del Interior es un Estado dentro del Estado, que ¡°hace las leyes y las viola sin tener que dar explicaciones a nadie¡±.
¡°El juicio dur¨® tres horas¡±, dijo la v¨ªspera a esta corresponsal Ali al Ahmed, un opositor que dirige el Institute for Gulf Affairs. Tanto Amnist¨ªa Internacional (AI) como Human Rights Watch han se?alado en sendos comunicados que los siete j¨®venes no tuvieron un juicio justo.
¡°Les intimidaron, les torturaron, fueron privados de sue?o y de comida, e incluso les amenazaron con llevar a sus madres para que confesaran¡±, explic¨® por su parte Mohammad al Qahtani de la Asociaci¨®n por los Derechos Civiles y Pol¨ªticos en Arabia Saud¨ª (ACPRA).
Las confesiones son el eje central del sistema judicial saud¨ª, que no garantiza ni la asistencia letrada a los detenidos ni antes ni durante el juicio. ¡°Los fiscales no hacen su trabajo y, ante la ausencia de pruebas, la ¨²nica forma de garantizar las condenas es que los agentes de la DIG [Direcci¨®n de Investigaci¨®n General, servicios secretos dependientes del Ministerio del Interior] obtengan confesiones¡±, seg¨²n Al Qahtani.
El sistema judicial saud¨ª, basado en una estricta interpretaci¨®n de la shar¨ªa (ley isl¨¢mica) es objeto de frecuentes cr¨ªticas internacionales por su falta de codificaci¨®n, la ausencia de garant¨ªas procesales, su arbitrariedad y el recurso a los castigos f¨ªsicos, como la flagelaci¨®n y las amputaciones. Adem¨¢s, en muchos casos la ejecuci¨®n de las penas de muerte depende de la decisi¨®n de los perjudicados por el reo. Aunque el rey Abdal¨¢ ha promovido que ¨¦stos perdonen a cambio de una compensaci¨®n monetaria, en los ¨²ltimos a?os se han llevado a cabo una media de ochenta y en lo que va de 2013, AI ha computado 17 casos.
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