La revoluci¨®n petrolera empez¨® en Madrid

Hugo Ch¨¢vez siempre supo que el ¨¦xito de su revoluci¨®n depend¨ªa de los precios del petr¨®leo. Tanto as¨ª, que dos meses antes de asumir el poder en febrero de 1999, el venezolano impuls¨® en Madrid la cumbre que cambi¨® para siempre el mercado energ¨¦tico mundial. En la residencia del embajador mexicano en la capital espa?ola, de forma casi secreta, se reunieron el todopoderoso ministro de Petr¨®leo de Arabia Saud¨ª, Al¨ª al Naimi, y Al¨ª Rodr¨ªguez, el hombre que hab¨ªa designado Ch¨¢vez para ser su ministro de Energ¨ªa. Tambi¨¦n estaban Erwin Arrieta, el titular de la cartera energ¨¦tica saliente, y Luis T¨¦llez, entonces ministro de Energ¨ªa de M¨¦xico, que actu¨® como mediador. All¨ª, en aquella casa de la calle de Pinar, se sell¨® la pol¨ªtica petrolera que llevar¨ªa el precio del barril de crudo de 10 d¨®lares hasta rozar los 150 d¨®lares.

Arabia Saud¨ª y Venezuela, dos de los fundadores de la Organizaci¨®n de los Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) en los sesenta, se pusieron de acuerdo en una medida tan simple como eficaz: gestionar la oferta de crudo para controlar el precio. La OPEP, el cartel petrolero que controla m¨¢s del 40% de la producci¨®n mundial de crudo y el 75% de las reservas, ten¨ªa un sistema de cuotas de extracci¨®n para cada miembro (a finales de 1998 eran 11 miembros plenos) que todos ignoraban. Lo que decidieron venezolanos y saud¨ªes en Madrid fue simplemente cumplir a rajatabla los topes de producci¨®n y comprometerse a respetar los acuerdos futuros. En abril de 1999, en la primera reuni¨®n de la OPEP en su sede de Viena con Ch¨¢vez ya en el poder, el cartel acord¨® una bajada de la producci¨®n que inici¨® la carrera alcista del precio del barril. Para finales de ese a?o, la cotizaci¨®n supera la barrera de los 30 d¨®lares por primera vez desde la tercera crisis del petr¨®leo de 1986.

En 2000, en Caracas, Ch¨¢vez fue el anfitri¨®n de una cumbre de jefes de Estado de la OPEP. Era la segunda reuni¨®n de este tipo de la organizaci¨®n en 40 a?os, solo exist¨ªa el precedente de la cita de Argel en 1975. Los conflictos y enfrentamientos entre los miembros del cartel de Oriente Pr¨®ximo (Arabia Saud¨ª, Ir¨¢n, Irak, Kuwait, Emiratos ?rabes Unidos y Catar) manten¨ªan bloqueada a la OPEP. La organizaci¨®n hab¨ªa ido perdiendo fuerza y era pr¨¢cticamente marginal para el mundo petrolero. El pacto entre Caracas y Riad y las buenas relaciones que a su vez cultiv¨® Ch¨¢vez con Ir¨¢n fortalecieron al cartel. El control sobre la producci¨®n para influir en los precios, unido al tir¨®n de la demanda de China y las dem¨¢s potencias emergentes, ha mantenido la cotizaci¨®n del crudo por encima de los 100 d¨®lares casi de forma ininterrumpida desde 2008.

¡°Se acab¨® la era del petr¨®leo barato¡±, dec¨ªa en 2003 el actual ministro de Energ¨ªa y presidente de la petrolera estatal PDVSA, Rafael Ram¨ªrez. Para este hombre fuerte del r¨¦gimen, Ch¨¢vez siempre tuvo claro que los pa¨ªses que producen energ¨ªa y los que la consumen deb¨ªan hacer esfuerzos similares para alcanzar precios justos que permitiesen el desarrollo equitativo. El chavismo sostiene que el mundo desarrollado siempre ha hecho lo imposible por proveerse de crudo barato en detrimento del bienestar de los Estados productores. Esta visi¨®n es la que ha estado detr¨¢s de las nacionalizaciones petroleras en Venezuela, de los sue?os de integraci¨®n regional como el oleoducto de las Am¨¦ricas (del Orinoco al r¨ªo de La Plata) y de la ofensiva chavista en la OPEP.

La mayor¨ªa de los analistas citados por diferentes agencias y boletines especializados del sector energ¨¦tico cree que el mercado petrolero no cambiar¨¢ dr¨¢sticamente a corto plazo tras la muerte del dirigente venezolano. Sin embargo, a m¨¢s largo plazo, si los sucesores de Ch¨¢vez no logran consolidar el poder, es probable que se den dos escenarios, uno interno y otro externo. En primer lugar, es probable que Venezuela vuelva a abrir su sector petrolero a la inversi¨®n extranjera para compensar la ca¨ªda de producci¨®n que viene sufriendo desde 2004 (el pa¨ªs produce menos de dos millones de barriles diarios y tiene potencial para m¨¢s de seis millones). En segundo, una mayor debilidad de la posici¨®n exterior venezolana, unida al aislamiento de Ir¨¢n, dejar¨ªa a la OPEP en manos de los grandes productores del golfo P¨¦rsico, aliados pol¨ªticos y militares de Estados Unidos y m¨¢s proclives a pol¨ªticas energ¨¦ticas menos beligerantes hacia Occidente.