La reforma de telecomunicaciones pone a prueba a Pe?a Nieto y al Pacto por M¨¦xico

Pocos d¨ªas despu¨¦s de la detenci¨®n por corrupci¨®n de Elba Esther Gordillo, la poderosa l¨ªder del sindicato de maestros, el presidente Enrique Pe?a Nieto asegur¨® ante la asamblea nacional del PRI: ¡°En M¨¦xico no hay intereses intocables¡±. Sus palabras ser¨¢n puestas a prueba a partir de ahora con un envite de mayor riesgo pol¨ªtico que la reforma educativa. El proyecto de reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, presentado este lunes y consensuado con los partidos de la oposici¨®n en el marco del Pacto por M¨¦xico, pretende poner coto al monopolio en el sector de los tres empresarios m¨¢s influyentes del pa¨ªs: Carlos Slim, el hombre m¨¢s rico del mundo, cuya compa?¨ªa Am¨¦rica M¨®vil controla el 70% de las l¨ªneas de telefon¨ªa fija (Telmex) y el 75% de los m¨®viles (Telcel) y servicios de banda ancha; y Emilio Azc¨¢rraga y Ricardo Salinas Pliego, due?os, respectivamente, de las cadenas Televisa y TV Azteca, cuya cuota de pantalla combinada llega al 96%.

El pulso con los poderes f¨¢cticos est¨¢ servido y tanto la credibilidad del nuevo Gobierno como la solidez del Pacto por M¨¦xico, en juego, pese a la unidad de prop¨®sito mostrada por todas las fuerzas pol¨ªticas. Probablemente tambi¨¦n lo est¨¦ el futuro del pa¨ªs. El informe de la OCDE de 2012 sobre el mercado de las telecomunicaciones en este pa¨ªs calcula que la falta de competencia en el sector cuesta a la econom¨ªa mexicana el 1,8% del PIB anual y se traduce en mayores precios, un servicio deficiente y escasa penetraci¨®n de la telefon¨ªa fija (19% frente al 35% de media de la OCDE), de los m¨®viles (78% contra 121%) y del acceso a DSL o cable (8,7% y 22, 6%).

El mercado de m¨®viles e Internet se estima en unos 40.000 millones de d¨®lares (30.670 millones de euros) mientras que el de televisi¨®n factura unos 5.000 millones (3.830 millones de euros), pero su influencia pol¨ªtica ¨Ces de largo el principal medio de informaci¨®n de los mexicanos-por su capacidad para fabricar reputaciones, empezando por la del propio presidente, es mucho mayor. Incluso cuenta con un grupo de congresistas, llamado la Telebancada, afines a sus intereses.

La reforma tiene por objetivo fomentar la competencia y contempla, entre otras medidas, la eliminaci¨®n de las restricciones a la inversi¨®n extranjera en telefon¨ªa fija (actualmente el tope es del 49%); la concesi¨®n de dos nuevos canales de televisi¨®n en abierto, la obligaci¨®n de deshacerse de activos a las empresas que controlen m¨¢s del 50% en la prestaci¨®n de un servicio, el fortalecimiento de los organismos reguladores y la creaci¨®n de tribunales especializados en telecomunicaci¨®n y radiodifusi¨®n .

Asimismo, se crea el Instituto Federal de Telecomunicaciones con mayores poderes que su antecesora, la Comisi¨®n Federal de las Telecomunicaciones (Cofetel), y se refuerza a la Comisi¨®n Federal de Competencia Econ¨®mica. El futuro instituto ser¨¢ el encargado, y no el Gobierno como hasta ahora, de otorgar y revocar las concesiones. Contar¨¢ con siete consejeros, con experiencia probada en sector y sin conflicto de intereses, pero no ser¨¢n independientes de los partidos pol¨ªticos. Ser¨¢n elegidos por un mandato de nueve a?os a propuesta del Ejecutivo y deben ser ratificados por el Senado.

Crucial para que estas medidas puedan tener ¨¦xito ha sido la reciente aprobaci¨®n de una reforma de la Ley de Amparo, que restringe el abuso de esta figura legal t¨ªpicamente mexicana por parte de las empresas del sector, que durante a?os han logrado paralizar el cumplimiento de la resoluciones administrativas impugnando la normativa hasta ¡°convertirse casi en una extorsi¨®n de una autoridad d¨¦bil¡±, seg¨²n un experto. A partir de ahora, el espectro radioel¨¦ctrico, como la miner¨ªa o el transporte a¨¦reo, es considerado ¡°bien de dominio directo de la naci¨®n¡± y el recurso contra las normas no suspender¨¢ su aplicaci¨®n.

La aprobaci¨®n de esta reforma constitucional, que ha sido elaborada en secreto por un equipo de expertos y negociada con sigilo por los l¨ªderes de los principales partidos pol¨ªticos, dar¨¢ lugar a una nueva ley de telecomunicaciones cuya tramitaci¨®n parlamentaria llevar¨¢ varios meses. Las compa?¨ªas afectadas han mantenido una actitud discreta por el momento, si bien la Comisi¨®n de Coordinaci¨®n Empresarial, la patronal de patronales, ha presionado a favor del actual status quo. Emilio Azc¨¢rraga reaccion¨® el lunes v¨ªa Twitter: ¡°Tiempo de grandes retos y tambi¨¦n de oportunidades. Bienvenida la competencia¡±.

Irene Levy, presidenta de la asociaci¨®n Observatel, considera que ¡°el coste pol¨ªtico de no hacer la reforma es mayor que el de hacerla¡± y cree que los empresarios ¡°ya se han hecho a la idea de que tendr¨¢n que perder, aunque intentar¨¢n que sea poco¡±. A?ade que el hecho de que sea una reforma constitucional la blinda ante los recursos.

Luis Miguel Gonz¨¢lez, director del diario El Economista, distingue dos componentes en la reforma. ¡°La referida a las infraestructuras de telefon¨ªa e Internet responde a la presi¨®n internacional al no ser M¨¦xico un pa¨ªs globalizado en este mercado. La de televisi¨®n obedece m¨¢s a la agenda interna, es un ajuste de cuentas de la clase pol¨ªtica con las cadenas, de saber qui¨¦n manda. El Partido Acci¨®n Nacional (PAN), que gobern¨® los ¨²ltimos 12 a?os, no tuvo la capacidad ni tan siquiera la malicia de entender el poder el Estado, algo que el PRI lleva en su ADN¡±. Gonz¨¢lez advierte que una reforma superficial de las telecomunicaciones har¨ªa que la energ¨¦tica y la fiscal, previstas para la segunda mitad del a?o, perdieran credibilidad.

?Entrar¨¢ por la ventana lo que sale por la puerta? El director de El Economista opina que Slim puede encontrar compensaci¨®n introduci¨¦ndose en el mercado de la televisi¨®n y Televisa haciendo lo propio en las telecomunicaciones: ¡°El agente m¨¢s retr¨®grado en un campo, puede ser el m¨¢s din¨¢mico en otro¡±.

Pe?a Nieto afirm¨® el domingo, al cumplirse sus primeros 100 d¨ªas como presidente: ¡°No venimos solo a administrar, sino a transformar M¨¦xico¡±. Nuevas palabras que tambi¨¦n ser¨¢n puestas a prueba.