Argentina saluda la mano firme de Bergoglio ante la crisis de la Iglesia

Cuando empezaron las quinielas de papables casi nadie en el mundo, ni siquiera en Argentina, mencionaba el nombre de Jorge Mario Bergoglio. Sin embargo, aquel mismo lunes 11 de febrero el portavoz del Arzobispado de Buenos Aires, Federico Walls, se apresur¨® a declarar que Jorge Mario Bergoglio era tan ¡°papable como los dem¨¢s cardenales¡±. Y a?adi¨® que su figura era ¡°muy apreciada no solo a nivel nacional sino internacional¡±. A buen seguro, el portavoz no actuaba sin la aquiescencia de Bergoglio. Pero la inmensa mayor¨ªa de las quinielas siguieron ignorando sus opciones.

Este mi¨¦rcoles, en cuanto se supo que este jesuita de 76 a?os ser¨ªa el primer papa latinoamericano comenzaron a sonar las bocinas de los coches en el centro de Buenos Aires, donde se encuentra la catedral en la que oficia misa. En los canales de televisi¨®n recordaban que es un hombre que no se calla nada, que dice lo que tenga que decir, ante los altos cargos del Gobierno o ante quien haga falta. Destacaban que ese signo de car¨¢cter le vendr¨¢ muy bien a una Iglesia tan necesitada ahora de una mano firme. Pero Eduardo Garc¨ªa, obispo de la Catedral de Buenos Aires, declar¨® que ¨¦l prefiere hablar de ¡°procesos¡± distintos, en vez de ¡°cambios¡±, respecto al papa anterior.

¡°M¨¢s que hacedor de cambios, ser¨¢ sembrador de cambios, no intentar¨¢ ser ¨¦l mismo el cambio¡±, augura el exgobernador peronista de la provincia de Mendoza Jos¨¦ Octavio Bord¨®n, quien lo conoce desde hace 40 a?os. ¡°No va a ser un Cid campeador de la transformaci¨®n, sino que har¨¢ de puente¡±.

La presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez, quien ha mantenido durante a?os una relaci¨®n distante con Bergoglio difundi¨® en Twitter una carta de felicitaci¨®n m¨¢s bien protocolaria: ¡°Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducci¨®n y gu¨ªa de la Iglesia, una fruct¨ªfera tarea pastoral desempe?ando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad¡±.

Mientras tanto, en la catedral de Buenos Aires comenzaban a concentrarse cientos de feligreses que destacaban su trabajo en las villas, los barrios m¨¢s pobres de la ciudad. ¡°Era un hombre firme cuando ten¨ªa necesidad de serlo y siempre muy sencillo. Es un padre, que es lo que la Iglesia necesita, un padre¡±, se?alaba un creyente.

¡°Nos encontramos ahora con un Francisco I que tiene una gran experiencia pastoral¡±, se?al¨® Guillermo Marc¨®, exportavoz de Bergoglio, el hombre que lo acompa?¨® a Roma durante su viaje en el ¨²ltimo c¨®nclave, en el que Bergoglio, supuestamente, cosech¨® el segundo puesto entre los papables, despu¨¦s de Joseph Ratzinger.

¡°Es un gran admirador de Borges. Se mov¨ªa en subte ¡ªmetro¡ª, en transporte p¨²blico, en contad¨ªsimas ocasiones us¨® un auto con chofer¡±, indicaba Marc¨®. ¡°Todos los d¨ªas a las cinco y media de la ma?ana se levanta a rezar. Casi no tiene vida nocturna, no sale a comer con amigos¡±.

Los periodistas argentinos desplazados a Roma destacaban ayer, que a diferencia de otros cardenales que llegaron al c¨®nclave en coches importados, Bergoglio lo hizo caminando. Recordaban tambi¨¦n que en la Catedral manejaba ¨¦l mismo su agenda, sin ayuda de secretarios. ¡°Con su nombramiento, la Iglesia ha escogido al hombre humilde que puede llevar las sandalias del pescador¡±, a?ade Jos¨¦ Octavio Bord¨®n. ¡°Es demasiado humilde para ser argentino¡±, bromeaba.

¡°?l siempre fue un gran admirador de San Francisco de As¨ªs. Y San Francisco tambi¨¦n vivi¨® una ¨¦poca de crisis en la Iglesia¡±, a?adi¨® Guillermo Marc¨®. ¡°Necesitamos a un hombre como el papa Francisco¡±. ¡°Conoce muy bien la curia romana y no le va a temblar la mano a la hora de hacer reformas. Pero hay que dar tiempo. La Iglesia no tiene nunca esa actitud de cambiar todo en 24 horas¡±.

¡°San Francisco renov¨® la vida de la Iglesia desde la unidad y la pobreza. Tambi¨¦n fue un hombre de di¨¢logo¡±, se?al¨® Gustavo Boqu¨ªn, tambi¨¦n antiguo portavoz de Bergoglio. ¡°En pleno apogeo de la cristiandad, San Francisco fue a dialogar con el islam, con un sult¨¢n. Y ha sido el santo m¨¢s popular de la Iglesia. San Francisco tambi¨¦n escuch¨® de labios de San Dami¨¢n: restaurad mi Iglesia¡±, indic¨®.

Bergoglio ser¨¢ el m¨¢ximo representante de una Iglesia latinoamericana en la que tambi¨¦n se ha resentido en los ¨²ltimos lustros por el crecimiento imparable de las iglesias evang¨¦licas.