El Papa y Cristina Fern¨¢ndez escenifican la paz
La presidenta de Argentina elogia la sencillez de su viejo rival pol¨ªtico y arzobispo de Buenos Aires La mandataria le pide que interceda por Las Malvinas
La noticia es la fotograf¨ªa. Todo lo dem¨¢s ¡ªlos regalos que intercambiaron, los mutuos deseos de suerte y buen gobierno¡ª forma parte del protocolo habitual y necesario de una cita entre dos jefes de Estado, pero la historia con may¨²sculas es que la presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez, hizo oficialmente las paces con Jorge Mario Bergoglio, hasta hace una semana arzobispo de Buenos Aires y ahora nuevo Papa de la Iglesia cat¨®lica.
Han sido tantos y tan sostenidos en el tiempo los puntos de tensi¨®n entre Fern¨¢ndez y Bergoglio que este lunes, durante el almuerzo privado que compartieron en el Vaticano, encontraron una buena percha de la que colgar su nueva camarader¨ªa.
Y no pod¨ªa ser otra que el ¨²nico asunto en el que est¨¢n de acuerdo todos los argentinos. Fern¨¢ndez pidi¨® al papa Francisco ¡°su intermediaci¨®n para conseguir el di¨¢logo¡± con Reino Unido ¡°en la cuesti¨®n de las Malvinas¡±. No se sabe qu¨¦ respondi¨® el Papa.
Pero s¨ª que la presidenta argentina sali¨® del Vaticano encantada. Por la tarde, en un sal¨®n del hotel de Roma donde se hospeda, ofreci¨® a la prensa su versi¨®n ¡ªaunque sin posibilidad de preguntas¡ª de la parte privada del encuentro.
La otra, la p¨²blica, fue subida a la red y reproducida hasta la saciedad. En ella no se ve a Cristina Fern¨¢ndez inclinando su cabeza hacia el Papa o dedic¨¢ndole una ligera genuflexi¨®n, como hicieron los otros miembros de la delegaci¨®n argentina. Pero se les ve charlando, rompiendo el protocolo como solo dos argentinos sabr¨ªan hacerlo. ?l bes¨¢ndola en la cara y ella tom¨¢ndole del brazo mientras le dec¨ªa:
¡ª?Puedo tocar? Nunca un papa me hab¨ªa besado.
Ella le regal¨® un equipo de mate, ¨¦l alab¨® su buen gusto, almorzaron juntos, intercambiaron sonrisas. Y atr¨¢s parec¨ªan haber quedado los tiempos en que el presidente N¨¦stor Kirchner dijo que el diablo llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotana.
Hasta el momento, Fern¨¢ndez no ha hecho ni una alusi¨®n, ni buena ni mala, al pasado de Francisco
¡ªYo creo que eligieron a este viejo porque no ten¨ªan otro ¡ªle dijo Francisco¡ª.
¡ªNo es cierto, no es cierto¡ ¡ªle respondi¨® ella ri¨¦ndose¡ª, usted es un cuadro de la Iglesia.
Y despu¨¦s, en el momento de los regalos:
¡ªEsto es un termo, el agua y la yerbera. Mire qu¨¦ linda esta yerbera de calabacita. Y la azucarera¡ªdec¨ªa Fern¨¢ndez.
¡ª?Qu¨¦ bonita! Despu¨¦s nos tomamos unos mates.
¡ªPor ah¨ª hay alguno que le gusta y quiere convidarlo. Este es el mate que lo lleva a la boca, tiene una forma especial. Ah¨ª est¨¢ el matecito y la bombilla.
¡ªMuchas gracias.
En lo m¨¢s remoto de la historia parec¨ªan quedar las 14 veces que, seg¨²n varios medios argentinos, Bergoglio llam¨® formalmente a las puertas de la Casa Rosada para ser recibido por la presidenta y nadie le abri¨®.
Vi¨¦ndoles en la foto y los v¨ªdeos, nadie hubiese dicho que, en esos mismos momentos, varios diarios se hac¨ªan eco en Argentina de una noticia publicada por El Cronista, seg¨²n la cual la diplomacia argentina intent¨® impedir el nombramiento de Bergoglio como Papa al repartir entre varios cardenales un informe secreto en el que se recordaba el supuesto pasado del arzobispo durante la dictadura militar.
Ya despu¨¦s del almuerzo, la presidenta explic¨® que hab¨ªa hablado de las Malvinas con el Pont¨ªfice porque ¡°es un tema muy sentido por los argentinos¡±. Dijo que ¡°es necesario que se cumplan las m¨¢s de 18 resoluciones de Naciones Unidas¡± que invitan al di¨¢logo. La cuesti¨®n, no obstante, es peliaguda.
Hace un par de a?os, el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, declar¨®: ¡°Las Malvinas son nuestras¡±. As¨ª que, vi¨¦ndoselas venir, el primer ministro brit¨¢nico David Cameron ha declarado esta semana: ¡°No estoy de acuerdo con ¨¦l. Con respecto, obviamente, pero la fumata blanca sobre las Malvinas ha sido muy evidente. Ha habido un refer¨¦ndum extraordinariamente claro [el 98,8% de los participantes votaron el 10 y 11 enero a favor de seguir formando parte del Reino Unido] y esa elecci¨®n debe respetarla todo el mundo¡±.
No parece previsible que Francisco, con la cantidad de asuntos delicados y urgentes que tiene que resolver en su propia casa, vaya a abrir un frente diplom¨¢tico para reclamar la argentinidad de las islas.
Cristina Fern¨¢ndez tambi¨¦n coment¨® que vio al Papa sereno, seguro, en paz, tranquilo, ocupado y preocupado por la ¡°inmensa tarea¡± que le espera. Se refiri¨® a ¨¦l como con una afabilidad que nunca le hab¨ªa dedicado en p¨²blico, elogi¨® sus ¡°gestos y actitudes¡±, dijo que ¨¦l le hab¨ªa hablado durante el almuerzo de la ¡°patria grande¡±, la unidad de Latinoam¨¦rica. Y record¨® que su rasgo distintivo es ¡°la sencillez¡±.
Dijo adem¨¢s que lo hab¨ªa invitado a visitar Argentina. Un viaje que a¨²n no est¨¢ en la agenda del Papa ¡ªque viajar¨¢ a Brasil para La Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrar¨¢ en R¨ªo de Janeiro en julio¡ª y que de incluirlo, nunca se sabe c¨®mo podr¨ªa desenvolverse. Porque una cosa es escenificar la paz y otra llevarla a buen puerto justo antes de las elecciones legislativas de octubre, claves en el futuro pol¨ªtico de Cristina Fern¨¢ndez.
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