El Partido Republicano cierra filas en torno a la reforma migratoria

La presentaci¨®n esta semana de un plan de inmigraci¨®n por parte de un senador afiliado al Tea Party refleja el cambio de orientaci¨®n del Partido Republicano en este debate e indica que el acuerdo sobre un nuevo sistema migratorio podr¨ªa estar muy cerca. Rand Paul, pol¨ªtico conservador republicano, pidi¨® a los miembros de su partido que reconozcan que ¡°no vamos a deportar a 12 millones de indocumentados¡±.

¡°La prudencia y la compasi¨®n nos dirigen hacia el mismo objetivo: conseguir que estos trabajadores salgan de las sombras y se conviertan en miembros plenos y contribuyentes de nuestra sociedad¡±, afirm¨® el senador, considerado como uno de los posibles candidatos republicanos en 2016, ante la C¨¢mara Hispana de Comercio.

El senador del Tea Party ha protagonizado uno de los giros m¨¢s dr¨¢sticos entre los republicanos. Paul propuso apenas hace un a?o, durante las primarias de su partido, que EE UU respondiera a la inmigraci¨®n ilegal con una valla el¨¦ctrica a lo largo de toda la frontera con M¨¦xico. Tambi¨¦n defendi¨® la eliminaci¨®n de la 14? Enmienda para que los descendientes de indocumentados no tuvieran nacionalidad estadounidense a pesar de nacer en el pa¨ªs.

Ahora argumenta que los republicanos ¡°debemos convertirnos en los padres de una nueva generaci¨®n de votantes hispanos¡± porque, de no hacerlo, ¡°tendremos que resignarnos a un estado permanente de minor¨ªa pol¨ªtica¡±. Paul prometi¨® asimismo que encontrar¨ªa ¡°un lugar para los inmigrantes que quieran vivir y trabajar en Estados Unidos¡±.

Debemos convertirnos en los padres de una nueva generaci¨®n de votantes hispanos¡±

Las palabras del senador llegaron adem¨¢s apenas un d¨ªa despu¨¦s de que el presidente del Comit¨¦ Nacional Republicano defendiera en un informe que el partido debe ayudar a sacar adelante la reforma si no quiere perder para siempre el respaldo de los votantes hispanos. Los resultados de las ¨²ltimas elecciones, en las que el presidente, Barack Obama, result¨® reelegido gracias, en parte, al apoyo de siete de cada diez hispanos, obligaron a reaccionar al partido de Mitt Romney, derrotado.

Apenas dos meses despu¨¦s, cuatro senadores republicanos y cuatro dem¨®cratas anunciaron un plan de colaboraci¨®n hist¨®rico para redactar la nueva legislaci¨®n de inmigraci¨®n. El ya conocido como ¡°grupo de los ocho¡± cuenta con John McCain, senador republicano de Arizona que ya impuls¨® el ¨²ltimo intento de reforma en 2007, y Marco Rubio, de Florida, cuya presencia ayudar¨¢ a acercar las posturas m¨¢s conservadoras.

Los ocho senadores incluyeron en su primer borrador la creaci¨®n de una v¨ªa para regularizar a los indocumentados, algo que tambi¨¦n defender¨ªa Paul -a pesar de que en su discurso nunca pronunci¨® la palabra ¡°ciudadan¨ªa¡±. El republicano propone otorgar permisos de trabajo y de residencia a los indocumentados, pero no especifica si esto desembocar¨¢ despu¨¦s en la ciudadan¨ªa estadounidense, ya que ¨¦sta se puede solicitar tras diez a?os de permanencia legal en el pa¨ªs.

Cuando la agencia Associated Press inform¨® de que un miembro del Tea Party apoyaba el acceso a la ciudadan¨ªa para los indocumentados, su equipo rectific¨®, asegurando que no respaldaba esta opci¨®n sino la ¡°normalizaci¨®n¡± de los ¡®sin papeles¡¯. Paul enred¨® a¨²n m¨¢s esta controversia, y acab¨® siendo acusado por organizaciones de inmigrantes y pol¨ªticos dem¨®cratas de querer crear un estatus de segundo nivel para los indocumentados. De no poder acceder a la ciudadan¨ªa, tendr¨ªan permiso de residencia, pero nunca la plenitud de derechos de la que disfrutan los estadounidenses.

Los medios norteamericanos han interpretado el gesto del senador como un importante avance a favor de la reforma. ¡°Los comentarios de Paul aportan una gran evidencia de que la generaci¨®n de nuevos l¨ªderes conservadores se est¨¢ volviendo en contra del argumento republicano de que se debe negar la ciudadan¨ªa a quienes entran en el pa¨ªs de manera ilegal¡±, dice The New York Times. ¡°El giro de Paul puede recibir oposici¨®n de los seguidores del Tea Party y de conservadores que suelen rechazar una propuesta de reforma migratoria como esta¡±, reconoce tambi¨¦n The Wall Street Journal.