La OEA cierra en falso la reforma del su sistema de derechos humanos
El ALBA, apoyado por Argentina, evita que se zanje el proceso de revisi¨®n pero queda aislado en el resto de sus propuestas
El prop¨®sito de la reuni¨®n extraordinaria de la Organizaci¨®n de los Estados Americanos (OEA) de este viernes era dar por concluido el proceso de reforma de su Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), un deseo en el que coincid¨ªan todos los pa¨ªses miembros de la Organizaci¨®n, salvo Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. El bloque del ALBA, en su obstinaci¨®n por evitar que la Organizaci¨®n adoptara una resoluci¨®n que escenificara el fracaso de sus propias iniciativas, consigui¨®, despu¨¦s de casi 12 horas de reuni¨®n, deslizar en el texto final un llamamiento a su Consejo Permanente para que ¡°contin¨²e el di¨¢logo sobre los aspectos fundamentales para el fortalecimiento del SIDH¡±. Una victoria p¨ªrrica ya que el ALBA ha debido claudicar en el resto de sus reivindicaciones sobre la financiaci¨®n del sistema, que no se han tomado en consideraci¨®n por la OEA.
La amenaza de Ecuador, a ¨²ltima hora de la noche, de abandonar el sistema provoc¨® que Argentina presentara una nueva versi¨®n de un apartado que contentara definitivamente a los pa¨ªses del ALBA en su exigencia de dejar abierto el proceso de revisi¨®n. Con su iniciativa, Argentina ha impedido que en la OEA se escenificara, con una inusual votaci¨®n del proceso de resoluci¨®n sobre el que el resto de los 30 Estados miembros s¨ª estaban de acuerdo, la soledad de las posiciones del bloque. ¡°Despu¨¦s de la propuesta de Argentina, sentimos que la propuesta de los pa¨ªses del ALBA est¨¢ considerada y estamos dispuestos a aceptar ese consenso y considerar la resoluci¨®n una resoluci¨®n por unanimidad¡±, explic¨® al filo de la medianoche?el ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano, Ricardo Pati?o.
El complejo proceso de decisi¨®n de la OEA, que prima el consenso en sus resoluciones, antes que forzar una votaci¨®n que ponga en evidencia la posturas contrarias de sus miembros, ha permitido al ALBA introducir una de sus reivindicaciones en la resoluci¨®n. La inclusi¨®n de ese apartado supone un cierre en falso del proceso de reforma del SIDH, ya que deja la puerta abierta a la posibilidad de que el Consejo Permanente ordene, en cualquier Asamblea General, una nueva revisi¨®n del sistema, que durante estos dos a?os ha impedido al ¨®rgano de protecci¨®n de la OEA, la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, centrarse exclusivamente en la protecci¨®n y el amparo de las v¨ªctimas de las violaciones de derechos por parte de sus Estados.
La concesi¨®n al ALBA es una victoria amarga para el bloque. La OEA no ha tenido en cuenta ninguna de las reivindicaciones que esos pa¨ªses se han obstinado en defender en los ¨²ltimos meses. Ni su plan para la financiaci¨®n del SIDH, ni la prohibici¨®n para que su ¨®rgano de protecci¨®n de derechos?ordene medidas cautelares, ni la reforma del contenido del cap¨ªtulo IV del Informe Anual de la CIDH, conocido como lista negra?porque incluye a los pa¨ªses m¨¢s incumplidores con las libertades p¨²blicas de la regi¨®n; ni su petici¨®n de ¨²ltima hora del cambio de la sede de la Comisi¨®n fuera de Washington.
¡°Lo importante no es qui¨¦n gane la votaci¨®n de este debate, lo importante es que se ha iniciado un debate¡±, dijo en su intervenci¨®n el embajador ante la OEA de Venezuela, Roy Chaderton. La resoluci¨®n de la OEA permite a todos los Estados poder arrogarse galones y salir m¨ªnimamente airosos de un proceso en el que ha quedado palpable el dif¨ªcil equilibrio geopol¨ªtico de la regi¨®n y la influencia de las amenazas del bloque del ALBA.
Una reforma crucial
El sistema de protecci¨®n de derechos humanos de la OEA es uno de los m¨¢s prestigiosos del mundo. La funci¨®n de la CIDH en la denuncia de las desapariciones y los delitos de lesa humanidad realizados por las diferentes dictaduras americanas en los 80 ha sido decisiva para garantizar la justicia para las v¨ªctimas y apuntalar la consolidaci¨®n de las democracias en la regi¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada.
La Comisi¨®n fue la primera en pedir medidas cautelares contra Guant¨¢namo, fue el altavoz de las denuncias contra el terrorismo de Estado del presidente de Per¨², Alberto Fujimori, y es el ¨²ltimo recurso del que disponen los 500 millones de habitantes de la regi¨®n para poder defenderse ante la violaci¨®n de sus derechos civiles por parte de los Estados.
Este no es el primer proceso de reforma que aborda el SIDH, de hecho en los ¨²ltimos 10 a?os el sistema ya se ha modificado en cuatro ocasiones, pero, en esta ocasi¨®n, las consecuencias para la efectividad de la protecci¨®n de las v¨ªctimas y el futuro de las relator¨ªas y la evidente confrontaci¨®n de ideolog¨ªas detr¨¢s de cada una de las posturas enfrentadas en la OEA, han hecho saltar las alarmas y han provocado una movilizaci¨®n por parte de dirigentes pol¨ªticos y de organizaciones de la sociedad civil, sin precedentes.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha hecho del proceso de reforma uno de sus principales caballos de batalla. Una prueba de la transcendencia de esta reuni¨®n es que han acudido 10 ministros de Asuntos Exteriores y que EE UU, que en los ¨²ltimos a?os ha optado por mantener un perfil bajo en el seno de la OEA, ha decidido enviar al n¨²mero dos del Departamento de Estado, William Burns.
¡°A lo largo del proceso ha quedado claro qu¨¦ Estados han querido debilitar a la CIDH¡±, ha declarado al final del encuentro la su secretaria de Estado, Roberta Jacobson. ¡°El acuerdo final no es perfecto, pero hemos conseguido elevar el nivel de todas las relator¨ªas, asegurar la autonom¨ªa de la Comisi¨®n y garantizar su financiaci¨®n externa¡±, ha indicado.
La financiaci¨®n del SIDH tambi¨¦n ha sido uno de los principales escollos que ha impedido a la OEA alcanzar un consenso antes. De acuerdo con la resoluci¨®n, todos los Estados coinciden en el SIDH debe sufragarse exclusivamente con los fondos de la OEA y las aportaciones de sus Estados miembros. El desencuentro radicaba en c¨®mo distribuir las contribuciones de terceros pa¨ªses, en tanto se consigue esa autofinanciaci¨®n. En la actualidad, solo el 55% del presupuesto total del SIDH se financia por la OEA y sus Estados.
El bloque del ALBA aspiraba a condicionar las aportaciones de terceros Estados y otras instituciones, de modo que no est¨¦n dirigidas a ning¨²n fin espec¨ªfico. Esa propuesta ha sido rechazada por el resto de Estados miembros. La CIDH ha recibido con alivio esta decisi¨®n ya que, de haber prosperado la iniciativa del ALBA, se hubiera limitado la financiaci¨®n del organismo aut¨®nomo y se hubiera acabado con la relator¨ªa de Libertad de Expresi¨®n.
Esta relator¨ªa, por su car¨¢cter de especial, es la ¨²nica que no se financia con fondos de la OEA y que depende enteramente de los programas de cooperaci¨®n internacional. Esta circunstancia hace que su presupuesto triplique el del resto de las relator¨ªas. Si se le impide, como postula Ecuador, que no pueda especificar a qu¨¦ programas o fines destina los fondos que recibe, no podr¨ªa subvencionarse. Precisamente, el car¨¢cter especial de esa relator¨ªa ¨Cmuy inc¨®moda por sus denuncias sobre la degradaci¨®n de la libertad de prensa en Ecuador- es otro de los puntos de fricci¨®n que impiden llegar a un acuerdo general. Los Estados miembros de la OEA se han comprometido a ¡°fortalecer todas sus relator¨ªas, inclusive mediante la consideraci¨®n de otorgar el car¨¢cter de especiales a las relator¨ªas tem¨¢ticas existentes, sobre la base de un financiamiento adecuado y sin perjuicio de sus otras responsabilidades.¡±
Todos los Estados han coincidido en que, para garantizar el fortalecimiento del SIDH es necesario mejorar su financiaci¨®n y conseguir que todos los Estados de la OEA ratifiquen los Tratados Internacionales de Derechos Humanos de la Organizaci¨®n, un velado tir¨®n de orejas para EE UU que, aunque ha firmado la Convenci¨®n Americana de Derechos Humanos, no la ha ratificado. ¡°Sabemos que es una reclamaci¨®n de la OEA, y nosotros queremos ratificarlo, pero eso es una decisi¨®n del Congreso¡±, ha indicado Jacobson. De los 34 miembros de la OEA, solo 23 han ratificado la Convenci¨®n Americana de Derechos Humanos ¨CTrinidad y Tobago y Venezuela la han denunciado, Bolivia amenaz¨® con hacerlo este lunes y Ecuador, que parad¨®jicamente se ha erigido en adalid de la universalidad de la CIDH, este viernes tambi¨¦n ha amagado con seguirlos- y ¨²nicamente siete han suscrito todos los instrumentos de protecci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- CIDH
- ALBA TCP
- Tratados Libre Comercio
- OEA
- Argentina
- Libertad expresi¨®n
- Ecuador
- Venezuela
- Libre comercio
- Relaciones comerciales
- Comercio internacional
- Tratados internacionales
- Estados Unidos
- Derechos humanos
- Relaciones econ¨®micas
- Colombia
- Relaciones internacionales
- Norteam¨¦rica
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Comercio
- Organizaciones internacionales
- Am¨¦rica
- Relaciones exteriores
- Medios comunicaci¨®n