Egipto lucha por retener su cuota del Nilo
El Gobierno posrevolucionario intenta estrechar las relaciones con otros pa¨ªses de la cuenca para resolver el conflicto del agua por v¨ªas pac¨ªficas
Mucho se ha hablado de la posibilidad de una eventual ruptura de los acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel tras la llegada al poder del rais islamista Mohamed Morsi. Sin embargo, la principal amenaza para la prosperidad, e incluso la supervivencia, de Egipto no proviene del norte, sino del sur. Concretamente, de Etiop¨ªa. Y no la encarna un poderoso y avanzado ej¨¦rcito, sino el proyecto Renacimiento, la construcci¨®n de una de las mayores presas del continente africano.
Nada ser¨ªa m¨¢s preocupante para el Gobierno egipcio que alg¨²n pa¨ªs pueda en el futuro cerrarle el grifo del Nilo. ¡°La ¨²nica cosa que podr¨ªa llevar a Egipto de nuevo a la guerra ser¨ªa el agua¡±, ya advirti¨® el presidente Anuar el Sadat en 1979, despu¨¦s de la firma de la paz con Israel. Origen de una de las civilizaciones m¨¢s antiguas, sin el caudaloso r¨ªo Egipto ser¨ªa un ¨¢rido desierto, incapaz de sostener a m¨¢s de 85 millones de almas.
La distribuci¨®n del agua del Nilo es motivo de una vieja disputa entre los 11 Estados ¡ªtras la partici¨®n de Sud¨¢n¡ª que forman su cuenca. En 1929, con la regi¨®n bajo el control imperial brit¨¢nico, se firm¨® un tratado internacional que ha gobernado la gesti¨®n de estos recursos h¨ªdricos hasta nuestros d¨ªas. Modificado ligeramente en 1959, el acuerdo otorga a Egipto una posici¨®n privilegiada: m¨¢s de 50.000 millones de metros c¨²bicos sobre un total de 84.000, y el derecho a vetar la construcci¨®n de cualquier embalse m¨¢s all¨¢ de sus fronteras.
Con Egipto y Sud¨¢n acaparando cerca del 90% del caudal del Nilo, el resto de los pa¨ªses hace tiempo que piden renegociar un reparto que consideran injusto. Sin embargo, El Cairo argumenta que el criterio a tener en cuenta no deben ser los kil¨®metros de cauce del r¨ªo que cada pa¨ªs posee, sino sus necesidades h¨ªdricas. Seg¨²n datos de UNDP, la agencia de la ONU para el desarrollo, Etiop¨ªa cuenta con 123.00 millones de metros c¨²bicos (de r¨ªos, lluvia y aguas subterr¨¢neas), Tanzania 91.000 y Egipto, 60.000.
¡°Estos datos muestran que Etiop¨ªa posee m¨¢s del doble de agua que Egipto... Tambi¨¦n reflejan que Egipto es el pa¨ªs que menos agua tiene en relaci¨®n a su superficie y poblaci¨®n¡±, sostiene Nader Noureddin, catedr¨¢tico especializado en recursos h¨ªdricos de la Universidad de El Cairo. Seg¨²n este experto, el gigante ¨¢rabe, privado de la lluvia en pr¨¢cticamente todo su territorio, obtiene del Nilo cerca de un 95% del agua que consume.
En mayo del 2010, siete pa¨ªses no ¨¢rabes de la cuenca firmaron el acuerdo de Entebbe, que modifica a su favor el reparto del caudal del r¨ªo. El gesto hizo saltar las alarmas en El Cairo, que junto a Sud¨¢n, se ha negado a adherirse al pacto. La tensi¨®n aument¨® un a?o despu¨¦s, cuando Etiop¨ªa anunci¨® una ampliaci¨®n sustancial de su proyecto del embalse del Renacimiento, que se encuentra a¨²n en su fase inicial y tiene por objetivo aumentar la superficie de cultivo del pa¨ªs y multiplicar su capacidad hidroel¨¦ctrica.
Seg¨²n un documento publicado por Wikileaks, el Gobierno egipcio se ha planteado incluso la opci¨®n de abortar la empresa et¨ªope a trav¨¦s del uso de la fuerza. El Cairo habr¨ªa llegado a un acuerdo con Jartum para establecer una base a¨¦rea en Darfur con tal finalidad. Sin embargo, las autoridades de ambos pa¨ªses niegan la veracidad del documento.
Otra opci¨®n para hacer descarrilar el proyecto pasa por ahogar su financiaci¨®n externa, dado que Etiop¨ªa no dispone de suficientes recursos propios para sufragarlo. Egipto sufri¨® en sus propias carnes este desaf¨ªo en su proyecto de embalse fara¨®nico en Asu¨¢n, en la d¨¦cada de los cincuenta. El proyecto condicion¨® la pol¨ªtica exterior del pa¨ªs y acab¨® lanz¨¢ndolo a los brazos de la URSS, como a¨²n testifica un mastod¨®ntico monumento a la cooperaci¨®n entre ambos Estados situado en el margen derecho de la presa. La obra desplaz¨® a miles personas, que fueron reasentadas. Muchos de ellos ocupan humildes barrios de la ciudad de As¨²an.
M¨¢s all¨¢ de un conflicto de intereses, las tensiones actuales son tambi¨¦n fruto de la pol¨ªtica exterior del anterior r¨¦gimen. ¡°[Hosni] Mubarak ignor¨® a los pa¨ªses de la cuenca del Nilo, y en general la dimensi¨®n africana de la identidad egipcia¡±, explica Eid Mohamed, profesor de Ciencias Pol¨ªticas. Las relaciones entre Egipto y Etiop¨ªa se situaron al borde de la ruptura en 1995, tras el intento de asesinato contra Mubarak por parte de la Gam¨¢ Islamiya en Addis Abeba.
¡°Despu¨¦s de la revoluci¨®n [de 2011], Egipto ha hecho un esfuerzo por fortalecer sus v¨ªnculos econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos con los pa¨ªses de la cuenca. Hay una apuesta clara por resolver el conflicto del agua a trav¨¦s de la cooperaci¨®n¡±, afirma Mohamed. Como muestra de ello, la et¨ªope fue una de las primeras capitales que visti¨® Morsi, que nombr¨® como primer ministro al que fuera titular de la cartera de los recursos h¨ªdricos.
En un ejemplo de ¡°diplomacia popular¡±, una nutrida delegaci¨®n egipcia de empresarios, pol¨ªticos, funcionarios y responsables de ONGs visit¨® en oto?o varios pa¨ªses de la cuenca del Nilo para poner en marcha varios proyectos de cooperaci¨®n. Fruto de una iniciativa parecida del a?o anterior, los Gobiernos egipcio y et¨ªope acordaron la creaci¨®n de un comit¨¦ mixto para estudiar la dimensi¨®n e impacto del embalse del Renacimiento.
Detr¨¢s de esta demostraci¨®n de ¡°poder suave¡± egipcio, existe la convicci¨®n de que unos v¨ªnculos econ¨®micos m¨¢s estrechos permitir¨¢n superar el riesgo de conflicto b¨¦lico. No obstante, el ¨¦xito no est¨¢ garantizado, pues la presi¨®n demogr¨¢fica va en aumento. Se calcula que los pa¨ªses de la cuenca del Nilo, Egipto incluido, doblar¨¢n sus poblaciones en tres d¨¦cadas. As¨ª pues, tarde o temprano las autoridades egipcias deber¨¢n tomar medidas para ahorrar agua, muy necesarias en un pa¨ªs donde no existe conciencia de que este es un recurso finito y predomina la t¨¦cnica de riego por inundaci¨®n.
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